Morante de la Puebla la lía en Pamplona: puerta grande y peineta al tendido de Sol

Morante de la Puebla conquistó ayer por la tarde una de las pocas plazas que le quedaban pendientes. Cortó dos orejas tras una gran faena y salió a hombros por la puerta grande de Pamplona. Aunque el diestro también dejó un gesto controvertido. Cuando dio la vuelta al ruedo tras el cuarto toro de la tarde, un grupo de aficionados ubicados en el tendido de Sol le tiraron varios cubitos de hielo que llegaron a alcanzar a personal de la plaza y el sevillano respondió con una peineta. La grada se lo reprochó al instante.

Fue algo puntual y completamente ajeno al comportamiento del resto del público, que se volcó con Morante desde el inicio de la faena. Hubo silbidos tras el primero de la tarde porque el presidente Carlos Salvador tardó demasiado en sacar el pañuelo.

Durante el segundo toro de Morante se produjeron momentos de tensión en la grada. Mientras unos proferían graves insultos contra el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, otros silbaban acallando los cánticos.

Morante volvió a conectar al público con la muleta. Los olés y los aplausos eran constantes y fueron a más hasta que el diestro decidió poner fin a la faena. Un «¡aupa, Morante!», precedió a la estocada. Lo bordó el sevillano y nuevamente el público se llevó la mano al bolsillo para sacar el pañuelo y pedir la oreja. El presidente volvió a hacerse de rogar pero concedió al sevillano su segundo trofeo del día.

Fue entonces cuando al dar la vuelta al ruedo para despedirse del público le llovieron varios objetos; entre ellos, una colchoneta hinchable y los hielos que tanto le enfurecieron.

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