Desaparece el peregrino francés interceptado en La Rioja con once animales
El Seprona interceptó el lunes a un peregrino francés que caminaba con un perro, tres burros y siete cabras, sin documentación alguna | Desde ayer estaba en la plaza de toros calceatense, pero huyó del lugar con su «familia»
JAVIER ALBO
SANTO DOMINGO DE LA CALZADA
Martes, 14 de septiembre 2021
Hacer el Camino Pierre de Santiago con once animales. Es lo que se le ha ocurrido a Pierre, un peregrino francés de 33 años, que ... fue interceptado este lunes por el Seprona en Santo Domingo. Las autoridades veían un peligro que viajara hacia Compostela con tres burros y siete cabras sin ningún tipo de papel sanitario, que fueron encerrados en una plaza de toros mientras su dueño resolvía, y nunca mejor dicho, la papeleta. Sin embargo, al día siguiente tanto el peculiar peregrino como sus acompañantes de cuatro patas, al que hay que sumar un perro, se habían ido de la ciudad riojana y en estos momentos se encuentran en paradero desconocido. Se supone que en dirección a Santiago de Compostela.
Pierre salió hace unos meses de la ciudad gala de Florac, junto a la cadena montañesa de Cévennes. Llevaba andados unos 700 kilómetros, junto a su «familia», incluido un inseparable perro. No tuvo ningún problema, pero estos empezaron a solaparse cuando, al parecer, en una localidad riojana un vecino le reprochó la presencia de los animales en una fuente del pueblo.
Preguntado por la discusión antes de desaparecer, Pierre negaba que amenazara al hombre. Se declaraba «pacífico». Hablaba de forma educada y, cuando oye la palabra «hippie» chapurrea en castellano que no lo es; que es cristiano, seguidor de Jesús, aunque no católico, y que no le gustaba la «vida normal», tener un coche, casa, horario ni obligaciones. «Ellos son mi corazón, mi familia», decía señalando a los animales, que le siguen donde va.
Posible denuncia
El caso es que aquella disputa, y, a falta de confirmación, una denuncia desde otra localidad al no llevar crotales las cabras, derivó en un requerimiento para su localización. No es fácil pasar desapercibido con tanta compañía –tampoco lo pretendió–, y el domingo, la Policía Local calceatense comunicó a SOS Rioja que el peregrino se encontraba en la ciudad. Desde el centro de coordinación dieron aviso al Seprona, que comprobó que el galo carecía de documentación de los animales y que estos no tenían sistema de identificación alguno, chip, crótalos etc. «Los papeles cuestan mucho dinero y no tengo», afirmaba ayer el peregrino. En su mundo, no hay papeles.
Un veterinario de la Comunidad Autónoma se desplazó el lunes ayer hasta la ciudad calceatense para revisar el estado de los animales, que parecían estar bien alimentados y cuidados. El problema es la falta de control sanitario. De no ser saneados y legalizados, podrían ser sacrificados. sacrificados.
«La solidaridad del Camino»
«Ojalá haya alguna salida para los animales», deseaba David Ceballos, pastor, que ha prestado toda la ayuda posible a Pierre y sus acompañantes, incluida la alimentación. Es «la solidaridad del Camino», resume para quitar importancia a su colaboración, a la que solo deseaba un final feliz antes de saber que el francés iba a tomar las de Villadiego. También el alcalde, David Mena, subrayaba que «nuestra capacidad de actuación es muy limitada» en ese caso.limitada».
Mientras, Pierre estaba muy preocupado. Lloraba incluso cuando hablaba de la suerte que podían correr los animales. E insistía: «Son todo lo que tengo». Las cabras le dan leche, los burros le ayudan a cargar peso... Todos se proporcionan compañía mutua. Su idea era volver a Francia en primavera y ser pastor, un oficio –decía– que está «en peligro» y del que se declaraba «resistente».
Hasta última hora de la mañana del lunes los animales estuvieron en una finca de la localidad y, desde entonces, en la plaza de toros del Club Taurino Calceatense, donde iban a permanecer hasta que se decidiera qué hacer con ellos. Su futuro pintaba muy negro. Pero en la mañana del martes, Pierre y sus animales ya no estaban en el recinto. El presidente del club taurino, Javier Jiménez, se acercó a la plaza y se encontró con que estaba vacía. En un primer momento pensó que quizá estaba pastoreando por el entorno, pero no ha visto a nadie. Todos los indicios apuntan a que se ha ido porque ha dejado las llaves, seguramente en dirección a Santiago de Compostela.
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