Indignación por una gincana porno para jóvenes organizada por un ayuntamiento de ERC en Cataluña

En Vilassar de Mar no se habla de otra cosa que de la noche del 22 de julio. El Servei de Joventut del Ayuntamiento organizó aquel día una gincana nocturna para personas entre 12 y 30 años. Se trataba de ofrecer ocio blanco para alejar a este grupo de población de los bares y botellones. Sin embargo, parece que la idea no fue la más indicada, a juzgar por lo que acaba de trascender a los medios.

La actividad incluyó algunas pruebas con contenido sexual, algo que ha indignado a los padres de los menores participantes. Los participantes más jóvenes dejaron a sus familiares sin habla cuando comentaron en qué consistían: poner un preservativo con la boca en un palo o en un plátano y reproducir posturas del 'kama sutra' con un compañero hasta explotar un globo colocado entre ambos.

Algunos progenitores iniciaron enseguida conversaciones con los allegados de otros participantes para corroborar los testimonios. No daban c´edidto. Y ahora, se plantean demandar al Consistorio ante la Fiscalía de Menores por esta gincana porno. «Casi me estrello con el coche mientras me lo contaba mi hija», relata a 'La Vanguardia la madre de una participante de 11 años. Durante esta cita, también tuvieron que modelar con plastilina penes y vulvas.

El Ayuntamiento ha dado una rueda de prensa ante el revuelo montado por lo ocurrido hace dos semana. En ella, la concejal de Juventud, Montse Gual, ha pedido disculpas por no haber explicado las pruebas detalladamente a través de los canales de Juliol Jove. «Fue un error», ha admitido. Sin embargo, ha defendido que a los jóvenes hay que darles información y explicarles de forma llana las relaciones sexuales y afectivas.

Al parecer, este sería el objetivo del juego. Un enfoque que trata de responder al interés detectado por Consejo de Adolescentes, cuyos informes explican que de 11, 12 y 13 años miran contenido pornográfico y se construyen una imagen de la sexualidad a partir de ello. Así, desde el Consistorio la idea era «romper esta dinámica mostrándose abierto a hablar de estos temas para que los puedan compartir con personas adultas e intentar evitar que se construyan un imaginario sexual con las actitudes machistas, de violencia y poco saludables».

De hecho, desde el área de Juventud se remarca que en la actividad fue dinamizada por monitores de ocio que «conocían la vertiente pedagógica de cada prueba y que tenían la consigna de adaptarla a la franja de edad de cada grupo siendo muy flexibles y teniendo cuidado con los grupos de menos edad». Sin embargo, otro de los deslices de esta gincana fue colgar imágenes de la misma en el Instagram del Servei de Joventut en la que aparecían menores cuyos padres no habían dado el consentimiento para ello.

Los progenitores de los participantes están muy enfadados. «Es una vergüenza que mi hija de 11 años haya tenido que ver esas guarradas», ha señalado uno. El grupo también está muy preocupado por el alcance que pueden tener las imágenes y los vídeos de sus hijos, ya que existe la posibilidad de que otras personas también hayan grabado a los menores mientras realizaban las actividades.

Por todo ello, la concejala del Consistorio, que está en manos de ERC, también ha explicado que se hará una evaluación de la prueba y de lo ocurrido posteriormente para detectar los errores y evitar que se repitan. Aunque es verdad que Gual «no esperaba» que hubiera tanta polémica. Según la edil, «este tipo se han hecho en otros municipios y no son un invento de Vilassar», y ha remarcado que el departamento técnico había avalado la actividad basándose en información de otras poblaciones.

Más allá de si los padres deciden presentar la demanda ante la Fiscalía de Menores, el defensor del pueblo valenciano ya se ha pronunciado. El Síndic de Greuges abrirá una investigación de oficio. De momento, ya se ha dirigido al Consistorio catalán para pedir explicaciones.

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