Impredecible y letal: así es el 'backdraft', el fenómeno que puso en jaque a los bomberos en Madrid
El incendio en el restaurante situado junto al Ministerio del Interior se saldó con nueve efectivos heridos, dos de ellos con quemaduras de gravedad
El fuego suele ser algo hipnótico para la mayoría de la gente, como cuando nos quedamos embelesados con la mirada fija en una hoguera. Pero ... todo cambia cuando nos topamos con un incendio de grandes dimensiones. Entonces, la angustia se apodera del ánimo de las personas que tienen la mala fortuna de vivirlo en directo. Sobre todo, si va acompañado de fenómenos como el 'backdraft', un término de moda estos días porque puso en jaque a los experimentados bomberos de Madrid cuando acudieron a sofocar las llamas que se iniciaron en la cocina de un restaurante contiguo al Ministerio del Interior. ¿En qué consiste este palabro relacionado con un suceso que acabó con nueve efectivos heridos, dos de ellos con quemaduras de gravedad?
El 'backdraft' va íntimamente ligado a un cambio drástico de un entorno cerrado donde se ha originado un incendio debido a una entrada súbita de aire. Se forma cuando se abre una puerta o una ventana en un lugar con una temperatura extrema y con la presencia de los gases inflamables acumulados durante todo el tiempo desde que se inició el suceso. Es entonces cuando se produce una repentina explosión en forma de bola de fuego, incluso en zonas donde en ese momento no hay llamas debido a la falta de oxígeno.
Un fenómeno inusual
Como es lógico, las personas que se encuentren en el radio de acción de esta auténtica bomba de fuego corren grave riesgo de morir envueltas en llamas. Por fortuna, pese a ser un fenómeno ampliamente documentado, el 'backdraft' no es algo que suceda con frecuencia, ya que se necesita de la justa combinación de fuego y gases calientes junto a una ráfaga de oxígeno para que pueda producirse. Por desgracia, a los bomberos que trabajaban en el restaurante El Ñaño, situado en el número 1 de la calle Amador de los Ríos del castizo barrio de Chamberí, les tocó jugar con las peores cartas posibles.
Pese a estar entrenados para afrontar este tipo de situaciones, las consecuencias de un 'backdraft', cuyo tamaño depende de varias circunstancias como el volumen de gases inflamables acumulados o el tamaño del lugar, son tan impredecibles como letales. En ese sentido, los bomberos suelen tener especialmente cuidado a la hora de abrir puertas o ventanas para evitar que se produzca un suceso como el del establecimiento hostelero madrileño cuyo techo terminó cayendo sobre varios efectivos que tuvieron que ser rescatados por sus propios compañeros de los escombros donde permanecían atrapados.
En ese sentido, la coordinación de los bomberos a la hora de decidir cuándo y cómo entra el aire es vital en un suceso de estas características. Y es que el 'backdraft' sigue siendo uno de los fenómenos más temidos entre los profesionales que trabajan en situaciones de emergencia como la del local hostelero de Madrid. Un suceso que puede convertir una rutinaria salida para sofocar un fuego en una cocina en una auténtica tragedia. Algo que, por fortuna, no sucedió en este caso y que terminó con los abrazos de los funcionarios desplazados allí, sabedores de que el resultado del siniestro podría haber sido mucho peor que dos bomberos con quemaduras graves.
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