Cuatro de las 25 vacas muertas en una localidad cántabra presentaban heridas de arma blanca

Operarios de Tragsatec han comenzado a primera hora de esta mañana a retirar los cadáveres de las reses, mientras que continúa la investigación que lleva a cabo la Guardia Civil y la Policía Judicial para esclarecer el motivo del fallecimiento de los animales.

Según han explicado los dueños de las vacas, los ganaderos Rubén Fernández y Raúl Pérez, las vacas estaban pastando sueltas por el monte cuando alguien debió de conducirlas y encerrarlas en la cabaña, que no tiene uso y que pertenece a otra persona. Aseguran que el limitado espacio de la cuadra, de unos 40 metros cuadrados, hacía totalmente imposible que las reses entraran ahí por voluntad propia, algo que calculan debió de suceder durante la madrugada del sábado.

El equipo de bomberos del 112 y de Torrelavega, que estuvo ayudado por los propios ganaderos y por otros compañeros, ha estado trabajando durante toda la madrugada sacando los cuerpos de las reses muertas para poder rescatar a las tres que aún seguían con vida. Tal y como han explicado, los animales estaban tan apelotonados que algunos ejemplares seguían de pie a pesar de estar muertos.

Tanto la Guardia Civil y como la Policía Judicial se han hecho cargo de la investigación para tratar de descubrir quién o quiénes han sido los autores de esta matanza.