Hallan sustancias antiadherentes en la sangre de niños en Gipuzkoa
Un estudio advierte de que los niveles de PFAS encontrados en menores de las comarcas de Urola y Goierri no suponen un riesgo grave, pero requieren vigilancia
A. A.
Miércoles, 24 de septiembre 2025, 08:30
La UPV/EHU, en colaboración con Biogipuzkoa y el Departamento de Salud Pública, ha detectado la presencia de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS, compuestos químicos ... comunes en sartenes antiadherentes, ropa impermeable, envases para alimentos o espumas contra incendios) en el plasma de menores de las comarcas de Urola y Goierri. Aunque no se aprecia un riesgo sanitario inmediato, el estudio recomienda un mayor seguimiento para controlar la exposición y sus efectos.
Estos compuestos químicos son altamente estables y persistentes en el medio ambiente. Su uso generalizado conlleva efectos perjudiciales, y pueden entrar al organismo durante el embarazo, a través de la placenta, y seguir acumulándose mediante la lactancia, la alimentación, el agua potable, el aire contaminado o el contacto con productos que los contienen.
Debido al impacto sobre la salud, estos compuestos químicos se han convertido en fuente de preocupación e investigación. «Se han asociado a alteraciones endocrinas, aumento del colesterol y efectos hepáticos y del desarrollo. Tienen la capacidad de acumularse en el medioambiente y en el cuerpo, por lo que puede considerarse que la exposición a los PFAS es crónica. Además, tardan años en degradarse, lo que refuerza la necesidad de realizar estudios de biomonitorización», explica Anne San Román, coautora del estudio. «Es importante que este tipo de investigaciones se extiendan para conocer mejor sus efectos y buscar la manera de minimizarlos», explica el catedrático Nestor Etxebarria.
En cuanto a los impactos de los PFAS sobre la salud, el estudio concluyó que, en general, no hay señales de peligro inmediato. «Sin embargo, lo que no parece preocupante ahora podría serlo en un futuro, porque aún se desconoce si pueden ser las responsables de patologías futuras», apuntan Etxebarria y San Román. Se han examinado las muestras de sangre recogidas entre 2011 y 2022 en Goierri y Urola, comarcas con una fuerte presencia de la industria siderometalúrgica. El análisis, realizado sobre 315 menores, analiza el plasma a los 4, 8 y 14 años. Eso ha permitido evaluar la evolución y las tendencias de los PFAS, y comprobar que la concentración disminuye con la edad.
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