Los grandes fuegos se niegan a dar tregua pese a remitir la ola de calor
Las llamas calcinaron 38.200 hectáreas en solo 24 horas. La superficie ya quemada quintuplica la media del siglo y equivale a la mitad de Euskadi
El fin de las dos semanas largas de ola de calor ha dado esperanza a los equipos de extinción y aumentado sus opciones de estabilizar ... los fuegos que aún quedan vivos, pero lo cierto es que las llamas todavía no dan tregua y ayer eran veintiuno los grandes incendios que avanzaban, varios sin control, a lo largo de cuatro provincias. Como resumió el propio presidente del Gobierno en su visita a centros de coordinación contra el fuego de Extremadura y Castilla y León, «aún quedan horas difíciles».
La situación ha comenzado a mejorar con el descenso de temperaturas, el aumento de la humedad y vientos más sosegados en el noroeste español, el epicentro de los incendios de la primera mitad de agosto; pero las condiciones meteorológicas favorables aún están por llegar de lleno a Cáceres, el otro gran foco. Prueba de que ayer el drama no había terminado es que más de 6.000 vecinos, de 66 municipios leoneses y de una decena de pueblos de Zamora que rodean el lago Sanabria, seguían desalojados y sin poder regresar a sus casas. El presidente de la autonomía, Alfonso Fernández Mañueco, confiaba en poder darles buenas noticias en cuestión de horas.
El martes se notó el respiro, como corroboraron los presidentes de Asturias, Galicia, Extremadura y Castilla y León, pero el cambio de escenario climatológico sobre todo les dio esperanzas de que con el enfriamiento de las temperaturas, que hoy se espera que se generalice a todo el país e incluso aumente en el norte, más el notable refuerzo de los dispositivos de extinción, este miércoles marque el punto de inflexión y la mayoría de fuegos puedan estabilizarse y muchos controlarse.
Encadenando récords
Los veintiún incendios vivos del martes son fruto de la virulencia del último día de la ola de calor (uno de los más tórridos de toda la serie), en el que se quemaron en solo 24 horas 38.200 hectáreas de arbolado y monte bajo en España, según los cálculos de los satélites de Copernicus.
Este observatorio privilegiado europeo estima que este año las llamas han devorado ya 382.607 hectáreas de terreno forestal en nuestro país, el mayor volumen con diferencia de los últimos 31 años. Además desvela que el 90% de esa superficie, aproximadamente la mitad de Euskadi, se abrasó sólo en lo que va de agosto. El territorio quemado este verano ya es cinco veces superior a la media anual española de las últimas dos décadas.
Si hay un territorio que encarna estas cifras récord de siniestros es Galicia y en concreto Ourense, que en la última semana y media ha tenido una media diaria de 40 a 50 nuevos incendios. La Xunta calcula que solo en esa provincia se han quemado este verano 70.000 hectáreas y eso que aún tiene vivos tres incendios con más de 15.000 hectáreas arrasadas cada uno. Son ya los tres más dañinos de la larga historia de fuegos forestales de esta autonomía. Entre ellos destaca el de Larouco, con 20.000 hectáreas destruidas.
Tras una decena de días de avalancha de incendios, que han provocado ya 4 muertos, 14 heridos graves y casi 34.000 evacuados, la línea de AVE entre Madrid y Galicia continuaba suspendida por sexta jornada consecutiva ante la amenaza del humo y el fuego y una decena de carreteras están cortadas. Algo más de 3.200 militares, entre la UME y unidades del Ejército de Tierra y de la Armada, colaboraban ayer en los once principales fuegos del país y las aeronaves, vehículos y dos centenares de bomberos de siete países europeos reforzaban ya la lucha contra las llamas en Ourense, Asturias, Cáceres, León y Zamora, apoyados por medios y hombres aportados por las autonomías con menos siniestros.
En concreto, el Ministerio del Interior está coordinando medios autonómicos destinados a la extinción de incendios forestales procedentes de Castilla-La Mancha, Cantabria, Cataluña, Comunidad de Madrid, Islas Baleares, Navarra, País Vasco y Comunitat Valenciana, integrados por 6 aviones, 7 helicópteros, 41 camiones y vehículos de extinción, 14 vehículos auxiliares, 3 equipos de drones, un 'bulldozer' y 8 equipos de apoyo auxiliar. A estos refuerzos se suman equipos de Interior y Defensa y ayuda internacional a través del Mecanismo Europeo de Protección Civil activado por el Gobierno porcedente de Francia, Países Bajos, Alemania y Finlandia, entre otros.
Junto a los fuegos de Ourense, los incendios que más preocupaban eran el cacereño de Jarilla, que tras quemar 15.500 hectáreas en una semana tiene en vilo a la comarca de Hervás y trata de penetrar en la salmantina de Béjar, y el zamorano de Porto, que mantiene evacuados buena parte de los pueblos del lago Sanabria y confinados al resto. El incendio de la vertiente leonesa de Picos de Europea iba camino de ser controlado, lo que permitió regresar a los vecinos del Valle de Valdeón, mientras el también leonés de Anllares del Sil mantenía desalojados siete pueblos del Bierzo.
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