Fomento destina 182 millones para acelerar el nudo de Bergara del TAV

El conocido como nudo de Bergara, el eje básico del tren de alta velocidad en Euskadi y la obra más compleja de toda la infraestructura al ser donde confluyen las líneas con destino a las tres capitales vascas y los futuros tentáculos hacia Madrid y París, ha vuelto a recibir un nuevo impulso en menos de dos meses. Si el pasado 23 de mayo el Ministerio de Fomento, a través del Consejo de Administración de Adif, asignaba el primero de los tres sectores en los que se ha dividido el proyecto Mondragón-Elorrio-Bergara, el departamento que dirige José Luis Ábalos aprieta el acelerador al adjudicar ahora el segundo segmento por un importe de 182,7 millones de euros, IVA incluido.

Con un plazo de ejecución de 30 meses -su conclusión está prevista para principios de 2021-, el tajo correrá a cargo de la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Dragados, Tecsa Empresa Constructora y Construcciones Amenábar. «Este tramo, que discurre entre Gipuzkoa y Bizkaia, tiene una longitud de 5,24 kilómetros», explican desde Fomento. Una obra de especial relevancia porque nada menos que el 97,8% de las vías del TAV irán bajo tierra, o mejor dicho, bajo roca, con dos galerías bitubo que marcharán casi en paralelo. Por un lado, los túneles de Karraskain este, de 448 metros, y Karraskain oeste, de 543, y por otro, en una obra de ingeniería de primer orden debido a su complejidad y longitud, los 'gemelos' bautizados como Udalaitz este, con 4.620 metros; y Udalaitz oeste, de 4.646. Los corredores subterráneos estarán rematados por dos viaductos en el entorno de Kobate -en la localidad de Mondragón- de 83 y 28 metros.

«El proyecto cuenta con todas las medidas de seguridad, entre las que se incluyen 12 galerías de conexión entre túneles, además de la construcción de muros, drenajes, integración ambiental, servicios auxiliares y cuantas actuaciones sean precisas durante la realización del proyecto», subrayan desde el ministerio de Fomento, conscientes de que en una obra que discurre casi en su totalidad en subterráneo pueden surgir imprevistos.

Las obras del sector 2 arrancarán en breve, este mismo verano, e irán casi de la mano del segmento 1. Adjudicado a la UTE que forman OHL, Geotúnel, Construcciones Adolfo Sobrino y G&O, debería estar finiquitado en el último trimestre de 2021. El coste para acometer sus 5,3 kilómetros será de 134 millones de euros. Con estos dos tramos en marcha, para completar el nudo de Bergara sólo queda que Fomento designe a las empresas que ejecuten el sector 3, de 2,8 kilómetros y licitado el pasado mes de enero.

La implicación del ministerio era vital para desatascar un proyecto estratégico con el objetivo de llegar al plazo de 2023, cuando el TAV debería circular por Euskadi. Y es que el nudo de Bergara traqueteaba desde 2014 en un rocambolesco viaje con un sinfín de paradas -curiosamente antes de empezar las obras- que no presagiaba nada bueno. Entonces fue dividido en cinco subtramos para facilitar -es un decir- los tajos, todos ellos adjudicados y cortados por el mismo patrón. En plena crisis económica, las constructoras habían tirado los precios para hacerse con los lotes y luego reclamaban más dinero a Fomento para arrancar los trabajos bajo la excusa de que no les salían las cuentas. Tras varias negativas recíprocas -para inyectar más dinero y para comenzar a echar cemento- el Ejecutivo central cortó por lo sano. Rescindió todos los contratos y reestructuró el nudo en tres sectores, que ahora comienzan a ver la luz al final de túnel.

De este proyecto, del TAV en general y de las estaciones en las tres capitales vascas hablarán hoy la consejera Arantxa Tapia y el ministro Ábalos en la reunión prevista a las 18.30 horas en Madrid. Ambos profundizarán también en otros proyectos e infraestructuras de Euskadi que son competencia del Estado, además de asuntos relativos a los puertos y aeropuertos.