Expertos tildan de «ilógica» la llegada de turistas extranjeros

«Si la manera de controlar la pandemia es impedir la movilidad, esta realidad es ilógica y descorazonadora. Dejar esas vías de entrada abiertas va a suponer reducir el efecto de las medidas o de los programas de vacunación», advierte Lucía Gallego, investigadora y profesora de Microbiología Médica en la UPV. En idéntica posición se sitúa Ugo Mayor, investigador de Ikerbasque adscrito al departamento de Bioquímica, quien considera que esta situación es «incongruente». «Como muchas otras -agrega-, como tener que ir con mascarilla cuando vas solo por el monte y, sin embargo, podértela quitar para beber dentro de un bar». España cumple con el acuerdo europeo de no coartar el derecho a la libre circulación por el espacio Schengen, pero no aplica la misma filosofía para el tránsito entre regiones. Ambos expertos coinciden en que se trata de «una medida que responde a criterios económicos».

La obligación de que los turistas europeos presenten una PCR negativa limita el riesgo de propagación, pero no garantiza un escudo impermeable. «La prueba la realizan antes de salir del país y para cuando lleguen puede que se hayan contagiado», aducen. En todo caso, defienden que se debería destinar más recursos para reforzar la seguridad en los desplazamientos. «Si se hicieran más cribados, se podría tener más movilidad», explica Mayor. Pone como ejemplo a Asturias, que ofrecerá la posibilidad de realizar una PCR gratuita a los estudiantes que vuelvan en Semana Santa. Gallego exige más controles. Y lo dice por experiencia propia: «Viajé hace un par de meses con PCR negativa y al entrar en España no me la pidieron».