Euskadi revisa su arquitectura, del baserri a la discoteca
En noviembre. ·
La bienal Mugak tendrá un pabellón en Bilbao y aportará nuevas ideas sobre espacios ligados a la tradición, la ría y el ocioLa Bienal Internacional de Arquitectura Mugak se mueve en dos direcciones. Atrae a figuras de prestigio -este año participará el Premio Pritzker Wang Shu - y ... a la vez invita a mirar con otros ojos nuestro patrimonio más cercano. Más aún en esta edición, que tiene por lema 'reconstruir, rehabitar, repensar'. Plantea una reflexión «desde el contexto de emergencia» en el que nos movemos, y sobre el marco teórico se levantan propuestas concretas. Se fija en los espacios que nos rodean, desde los caseríos hasta el eje de la ría o las discotecas abandonadas de la costa guipuzcoana.
Estos son algunos de los nueve proyectos seleccionados mediante la línea de ayudas que concede el Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes del Gobierno vasco. La cuarta edición de la Bienal, que áun no ha cerrado del todo su programa, ya contempla más de medio centenar de actividades en las tres capitales vascas. La exposición principal, 'Habitar el cambio', se organizará en San Sebastián, sede del Instituto de Arquitectura de Euskadi, que también acogerá dos pabellones, uno de ellos construido con madera quemada para reflexionar sobre la destrucción del territorio. El tercero estará en Bilbao, y se organizarán charlas en Azkuna Zentroa y el Artium de Vitoria.
-
El pabellón de Bilbao
La utilidad de los módulos prefabricados
El pabellón de Bilbao, que se inaugurará el 6 de noviembre y se mantendrá hasta el 24, es toda una declaración de la manera en que el estudio behark concibe la arquitectura. Beñat Saratxaga y Gentzane Goikuria querían algo más que un contenedor que llamara la atención por su fachada. La estructura que se levantará bajo el puente de La Salve, en ambas orillas de la ría, cumplirá una doble función. «Será un espacio expositivo y divulgativo, porque funcionará como escaparate del sistema modular» para la transformación de inmuebles.
El sistema modular mejora las edificaciones al añadir espacios y galerías exteriores
Este método consiste en mejorar las edificaciones residenciales añadiéndoles nuevos espacios y galerías exteriores. Utilizan «módulos prefabricados, versátiles y adaptables, que permiten una construcción rápida y ligera», explican. El equipo fue finalista en los premios del Colegio de Arquitectos con su intervención en un antiguo caserío de Olabeaga, al que dotaron de un espacio exterior que refuerza la estructura y mejora la habitabilidad. El pabellón que han concebido para la muestra, con la madera como principal elemento constructivo, «desdibuja las fronteras entre continente y contenido». Sus espacios abiertos pueden llenarse de luz o replegarse con paneles y estores, como las habitaciones de una casa. Una invitación a buscar «soluciones urgentes e imaginativas» para la reconstrucción de barrios y ciudades sin recurrir a las excavadoras.
-
Paisaje rural
Redefinir el caserío en plena crisis climática
El paisaje vasco no se puede imaginar sin el caserío, que siempre ha sido más que una vivienda. Surgieron en el siglo XV como lagares de sidra u hornos de pan y llegaron a convertirse en «aldeas comprimidas en un solo edificio». Los arquitectos Victoria Collar, Jon Garbizu, Gonzalo Peña y Diego Sologuren se preguntan qué papel puede cumplir hoy esta estructura histórica. Y no se refieren a las versiones «desnaturalizadas» que es fácil encontrar, «cobertizos, ruinas, restaurantes o chalés de verano» que han perdido su identidad. Lo que les interesa es el concepto de vivienda productiva y su capacidad de adaptación al medio con todos sus condicionantes. «¿Es posible una redefinición de la manera de habitar en el entorno rural durante un periodo de crisis climática?», plantean.
Chillida Leku, que creció en torno a Zabalaga, será el espacio de reflexión sobre el caserío
Para encontrar respuestas han recopilado testimonios de baserritarras acompañados por el profesor e investigador de la UPV Ibon Telleria. También cuentan con el apoyo de la empresa de construcción de madera Egoin Wood Group y de Chillida Leku, que acogerá coloquios entre expertos en arquitectura, paisajismo, investigación y arte. No hay que olvidar la historia del propio caserío Zabalaga, que Chillida adquirió en 1984, derruido, y convirtió en un centro artístico a su medida junto al arquitecto Joaquín Montero.
Además de estas charlas, el proyecto Rhizoma incluye trabajo de campo. Los arquitectos realizarán una exploración por caseríos abandonados en el valle guipuzcoano de Beizama y montarán una performance de arte sonoro inspirada en la vida doméstica del baserri. En las redes sociales lanzarán una pregunta que da para largos debates en torno al fuego del hogar: ¿Qué es un caserío y qué no?
-
Los espacios ribereños
Zorrozaurre y la ría como nuevo hogar
La ría siempre tiene algo nuevo que decirnos y el proyecto de Bilbao Metrópoli 30 contempla tres tipos de actividades: exposiciones, reflexiones compartidas y recorridos en torno a este «eje estratégico». Zorrozaurre será protagonista y no solo por el desarrollo actual de la isla, sino por lo que la asociación cultural ZAWP denomina el «mientras tanto». Una retrospectiva mostrará los esfuerzos para conservar el patrimonio de la zona cuando su futuro urbanístico no era tan brillante como ahora. Las naves industriales en desuso se llenaron de vida con actividades ahora consolidadas, desde el teatro de Pabellón 6 a la Papelera convertida en escuela de diseño.
Otra exposición permitirá conocer al detalle el proyecto que Oteiza trazó para Zorrozaurre en 1994, diferente a todos los demás que se barajaron. Y una tercera, 'La ciudad que soñamos', rema hacia el futuro. Artistas vascos consagrados y del taller de creación Amiarte, con Bego Intxaustegi como mentora, expondrán en Itsasmuseum obras que invitan a pensar en la ría «como nuevo hogar y espacio a habitar». La escuela de diseño IED Kunsthal de Zorrozaurre organizará una jornada para explorar pantalanes y cargaderos y proponer su adaptación a una nueva vida. Amiarte pintará un contenedor móvil en el muelle del museo como espacio de reflexión y se organizará un recorrido virtual a lo largo de doce kilómetros de ría para conocer su pasado.
Se organizarán varias rutas para explorar los pantalanes y cargaderos de la ría y lo que queda de las discotecas de la costa
-
La «constelación del ocio»
Dos tribus en las discotecas de la costa guipuzcoana
El estudio bilbaíno BeAr Architects ha puesto el foco en los templos del bumping, un subgénero de la música electrónica que supuso «la eclosión final del fenómeno disco en Euskadi» entre 1993 y 2003. Se crearon rutas por Mutriku, Deba, Zumaia y Zestoa, «una constelación del ocio» alejada de las grandes ciudades. Esta peregrinación «hedonista y apátrida» convivía con los politizados seguidores del rock radical vasco. Las dos «tribus urbanas», que se ignoraban o despreciaban, eran fácilmente reconocibles por su vestimenta y otros códigos. «Mullets contra pelos cenicero, plataformas contra botas de montaña, camisetas reflectantes o a rayas, Negu Gorriak o DJ IvanJazz», describen los arquitectos.
Para entender este fenómeno «más allá del localismo», proponen rutas en autobús por cuatro discotecas -la superviviente Venecia (Mutriku) y las desaparecidas Itzela (Oiartzun), Txitxarro (Deba) -de la familia Korta, sufrió un atentado en el año 2000- y Jazz Berri (Arrona, Zestoa). En el pabellón de Bilbao se organizarán debates sobre las relaciones entre arquitectura, estética y ocio con profesionales como la arquitecta María Langarita, autora de una tesis sobre la ruta valenciana de las discotecas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión