Euskadi prevé subir el gasto social un 50% hasta los 1.665 millones en 2030

Coincidiendo ayer con el Día Internacional de la Mujer, la consejera destacó que, se trata de «un plan muy conectado con los avances en la igualdad de mujeres y hombres, y que pretende contribuir a dar nuevos pasos para desfamilizar y desfeminizar los cuidados sociales, reforzando el cuidado institucional». Es uno de los objetivos que se ha marcado este II Plan Estratégico que «servirá para articular una política de transición hacia un nuevo escenario».

Ese nuevo marco al que se refirió Nerea Melgosa busca «reforzar el cuidado institucional en la comunidad» y para ello se plantean varios objetivos. Uno de ellos es «invertir la pirámide de atención, reforzando la atención primaria y secundaria (ayuntamientos y diputaciones) para que las personas puedan desarrollar su proyecto de vida en la comunidad con los apoyos necesarios».

Según aclaró la consejera, «reforzar la atención en la comunidad no implica que deje de ser necesario crear nuevas plazas en centros residenciales para personas mayores» -está prevista la creación de 2.000 nuevas plazas para los próximos años-, pero «la idea es ir modificando el peso de los centros residenciales», que representan el 30% del gasto. «Se han extraído lecciones de la pandemia en relación con la transformación de los centros residenciales para mayores, diversificándolos, asemejándolos en mayor medida a un hogar», señaló Melgosa.

Otro de los objetivos por los que apuesta el nuevo marco de los cuidados en Euskadi es «continuar avanzando desde un modelo que sitúa la responsabilidad del cuidado en las familias y a la postre en las mujeres, hacia un modelo de organización social del cuidado», en el que participen además las instituciones, empresas o agentes del sector social. Como cuarto pilar se pretende promover, junto con las personas con discapacidad, el modelo de vida independiente y lograr la mayor autonomía posible.

Alcanzar estos objetivos requiere mantener la senda de aumento de gasto. Según Melgosa, la previsión es que el gasto corriente público en los servicios y prestaciones económicas de la cartera del Sistema Vasco de Servicios Sociales alcance los 1.466 millones en 2025. Alcanzar esta cifra supone doblar el gasto en el sistema desde 2011. Esta subida servirá para «responder al reto demográfico y a los desafíos y oportunidades de la sociedad vasca más envejecida y diversa de la historia».

Los datos evidencian la realidad a la que hizo referencia la consejera. Entre 2020 y 2031, según las proyecciones demográficas del Eustat, se estima que la población de 65 o más años aumente en 118.300 personas, llegando a representar el 27,7% del total y el mayor incremento se daría en la población mayor de 80, que se incrementará un 29,4%, hasta alcanzar las 202.300 personas, el 9,1% del total. Asimismo, la esperanza de vida no ha dejado de crecer, hasta situarse en 80,7 (hombres) y 86,3 (mujeres) en 2020. La proyección a 2030 es de 83,7 años para ellos y de 88,6 años para ellas.

Así, los mayores aumentos se dan en los servicios de atención primaria y secundaria en la comunidad: el servicio de ayuda a domicilio (dependencia), el servicio de atención temprana (discapacidad) y el servicio de intervención socioeducativa y psicosocial (desprotección y exclusión). El documento presentado se encuentra en la fase de contraste con los tres niveles de las administraciones públicas. El día 20 de marzo se elevará al Consejo Vasco de Servicios Sociales y el 27 al órgano interinstitucional de Servicios Sociales.