Ertzainas se niegan a realizar rescates en el mar con helicóptero al caducar su flotador

Como el Departamento de Seguridad no les ha ofrecido una solución, los miembros de la unidad han decidido realizar esta acción de protesta ante la falta de seguridad que supondría volar sobre el mar sin ellos. En los dos últimos meses, se han negado a acudir a una docena de llamadas por incidentes con embarcaciones o motos acuáticas, que no han tenido trascendencia, en zonas con contacto visual con la costa, alegando que carecen del equipamiento mínimo necesario.

Estas incidencias leves que la unidad de rescate se ha negado a atender han sido cubiertas por embarcaciones de Cruz Roja y Salvamento Marítimo, que se movilizan casi siempre como apoyo junto con los medios aéreos.

Fuentes internas explican que el motivo del plante es la seguridad. De ocurrir algún fallo durante el vuelo, los flotadores permiten al helicóptero posarse en el agua para desembarcar y poner a salvo a las personas que se encuentran a bordo. En caso de no llevarlos, la aeronave se hundiría.

Sobre el papel, la competencia para los rescates en alta mar corresponde a Salvamento Marítimo, que depende del Gobierno central, aunque la Policía autonómica puede actuar hasta 10 millas de la costa, siempre que haya riesgo de vida o el Helimer (el helicóptero de Salvamento Marítimo) esté ocupado en otra actuación.

Aunque esta colaboración con Salvamento Marítimo es un compromiso adquirido por el Gobierno vasco, fuentes internas advierten de que la Ertzaintza no está capacitada ni especializada para hacer rescates mar adentro, donde no existen referencias visuales como en tierra o en línea de costa (un acantilado, un árbol). «No hay ningún servicio que haga rescate en mar y en montaña. Te especializas en uno o en otro. Son trabajos y entrenamientos completamente diferentes», apuntan. En el pasado se han completado operaciones sin flotador cerca del litoral cuando había personas en peligro y había que salvar una vida, ya que se tarda en instalar ese elemento unos 15 o 20 minutos.

El problema se solucionaría en parte si se adquiriera un nuevo helicóptero más grande y con capacidad para realizar rescates acuáticos, aunque también necesitarían más formación. La empresa que se postulaba como primera candidata para ganar el concurso de un contrato de 'leasing' de esta máquina más grande renunció el pasado mes de julio, al parecer, por motivos económicos.

Existe una segunda oferta de una empresa gallega de servicios aéreos, que forma UTE con otra catalana, y que fue presentada el pasado 11 de septiembre, dentro del plazo. El modelo que oferta, un BK 117 145 D-2, encaja en las bases técnicas del concurso. Se trata de un helicóptero «duro, grande y potente», que permitiría realizar rescates en mar, traslados médicos de urgencia y que subieran a bordo facultativos o más rescatadores, una de las lagunas de la Ertzaintza. Aunque en apariencia es similar a los actuales, tiene más capacidad y prestaciones.

El contrato sería por cinco años e incluye el mantenimiento y una cámara. La firma catalana tiene además experiencia en el sector y ha optado antes a concursos del Ministerio de Defensa y la Dirección General de Tráfico (DGT).