Una empresa proyecta llevar energía renovable desde Zaragoza hasta Gatika

La idea de enchufar a la red esta ingente cantidad de energía a tan larga distancia es inédita en España. Este tipo de operaciones no se suelen plantear por el miedo al rechazo social que generan los tendidos, y porque su construcción es cara y condiciona la rentabilidad final. Hay que tener en cuenta que una autopista de 400 kilovoltios como la que ahora se plantea necesitará de más de 600 torretas de hasta 70 metros de altura y obligará a realizar expropiaciones de terrenos e imponer servidumbres de protección, al mismo tiempo que atravesaría montes y zonas sensibles.

Ahora mismo no hay ningún parque fotovoltaico ni eólico que disponga de una línea de evacuación de tal magnitud. Así lo reconocen desde la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), la asociación empresarial más importante del sector. Los proyectos renovables vuelcan su producción a la red a través de nodos relativamente cercanos. Hay alguna instalación en el interior de la Comunidad Valenciana que cuenta con líneas de unos cien kilómetros de longitud por la dificultad que presenta su orografía, pero no es lo habitual.

El impulsor de la idea de enchufar Gatika, que cuenta con instalaciones de transformación muy potentes, y Zaragoza es el Grupo Forestalia. Esta empresa suma multitud de parques eólicos y plantas solares en Aragón y tiene muchas más iniciativas en desarrollo y en cartera. Quiere invertir 640 millones de euros hasta 2025. Casi todo en una comunidad idónea para este tipo de negocios, al disponer de un régimen de vientos y una insolación muy provechosas. Buena parte de los molinos que se ven en la autovía que conduce al Mediterráneo desde el País Vasco son de su propiedad. Y no solo ha puesto sobre la mesa el proyecto de Gatika (con un ramal hacia Vitoria), sino que también aspira a conectar Teruel con Cataluña a través de otro mallado de 250 kilómetros, lo que se conoce como proyecto 'Sputnik'.

Fuentes de la compañía defienden la construcción de la autopista eléctrica que atravesaría buena parte de Navarra y entraría a Euskadi por Alsasua por varios motivos. El primero alude a las necesidades energéticas de Bizkaia. Nuestro territorio es uno de los grandes consumidores de electricidad del sur de Europa, sobre todo por su actividad industrial. Pero, en paralelo, tiene un notable déficit de producción, especialmente en materia renovable (únicamente hay dos centrales eólicas: Punta Lucero y Oiz). «El concepto general de nuestro proyecto obedece a un razonamiento muy sencillo y de eficiencia económica: hay un territorio que tiene gran capacidad de generación, con recursos abundantes, y vecino a él hay otro con fuerte demanda y menos posibilidad de generación», expone uno de sus portavoces.

Forestalia añade un segundo argumento: «Adicionalmente, no existía disponibilidad de acceso a la red en las proximidades de las plantas de generación». Al parecer, Aragón tiene un complicado sistema eléctrico. Exceptuando la capital y las fábricas de automoción de los alrededores, las líneas deben salvar grandes distancias para dar servicio a localidades muy dispersas y alejadas entre sí. De ahí su escaso desarrollo.

La empresa también señala que la energía «limpia» que está dispuesta a suministrar permitiría a Euskadi alcanzar el objetivo que se ha fijado para 2050. Dentro de 28 años, se pretende que al menos un 40% de la electricidad consumida provenga de fuentes renovables. «Nuestro proyecto pretende ser un instrumento y complemento que pueda llegar a facilitar el cumplimiento de los planes del Gobierno vasco», agrega.

El Ejecutivo autonómico conoce el proyecto. «Pero no somos los promotores ni tenemos competencia a la hora de autorizarlo», apuntan medios del Departamento de Desarrollo Económico. Al afectar a tres comunidades autónomas, la iniciativa será tramitada por el Gobierno central. Dicho esto, precisan las fuentes consultadas en Lakua, «estaremos vigilantes para que se cumpla escrupulosamente la legalidad ambiental».

Forestalia ha conseguido ya un primer paso importante, al lograr que Red Eléctrica admita la conexión de la futura línea de muy alta tensión a su nodo de conexión de Gatika. El punto final del tendido no es casual. La localidad cercana a Mungia es un lugar estratégico para la distribución eléctrica en Euskadi. Y, en el futuro, será vital a nivel europeo, ya que desde aquí partirá el cable submarino que permitirá el envío de fluido a Francia.

«De materializarse nuestro proyecto -dice Forestalia-, apoyará el intercambio con el país vecino, ampliará su sentido y facilitará el traspaso de energía eléctrica producida por fuentes renovables». La empresa sostiene que esta conexión «evitará la emisión de aproximadamente 1,5 millones de toneladas de CO2 al año a la atmosfera». Euskadi produjo en 2020 un total de 16,4 millones de este gas pernicioso y responsable del cambio climático.