«El futuro de nuestro colegio pende de un hilo»
Familias de un centro privado de Güeñes reclaman la ayuda estable de Educación para garantizar la viabilidad del proyecto educativo
El Departamento de Educación del Gobierno vasco anunció en enero del año pasado que iba a estudiar la posibilidad de concertar el colegio Osotu Lanbarri, ... un centro privado alternativo ubicado en Güeñes, que matricula a un alto porcentaje de alumnos con necesidades especiales, desde dislexia a altas capacidades y que también acoge a niños que han sufrido acoso escolar o que han salido «escaldados» del sistema tradicional «porque no responde a sus necesidades». Su método pedágogico destierra los exámenes y los deberes y cada niño aprende a su ritmo. El área de Educación se comprometió a financiar en 2024 y 2025 parte de los gastos del colegio y a que después éste pasase a la red concertada si cumplía ciertos requisitos, tal y como piden desde hace años las familias.
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En febrero del año pasado, el Ejecutivo vasco «cumplió» y otorgó 517.000 euros al centro. Tras las elecciones autonómicas, un nueva consejera, Begoña Pedrosa, asumió el liderazgo del área. «Durante meses intentamos contactar con Educación para tramitar la ayuda comprometida para este año sin respuesta, incluso en abril llegaron a decir que no les constaba el acuerdo», critica Aitor García Rey, el presidente de la Ampa.
Al final, el Gobierno vasco aprobará la subvención en el Consejo de Gobierno de la próxima semana, pero la tardanza ha puesto en jaque a la comunidad escolar. Las familias están «al límite». Según aseguran, afrontan ahora unos 450 euros mensuales, y sin subvención el colegio cerrará este mismo mes y el alumnado será redistribuido. «El proyecto educativo que habíamos elegido para nuestros más de 200 hijos e hijas pende de un hilo», dice García.
«Es privado», dice Educación
Las familias del colegio privado piden lo que, a su juicio, «el resto de centros tienen», en alusión a esas ayudas públicas, y organizaron ayer una multitudinaria concentración al mediodía de ayer en la Gran Vía bilbaína. Seguirán revindicando que el colegio se convierta en concertado o que se garantice su viabilidad.
Educación no aclaró si colaborará de forma permanente con el centro para asegurar la actividad a largo plazo. «Es un centro privado. Cualquier decisión sobre su continuidad corresponde a sus responsables. No tiene relación alguna con la ayuda extraordinaria que se está tramitando». El Gobierno vasco también pidió al centro aclarar las supuestas intenciones de cierre comunicadas a los padres.
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