Sin competiciones deportivas y extraescolares en duda en la vuelta a las aulas en Euskadi

Una de las novedades más significativas del documento supone volver a limitar los también llamados grupos estables de convivencia en la Educación Primaria. De este modo, los alumnos no podrán relacionarse en el recreo con el resto de clases de su curso, sino únicamente con los compañeros. El pasado mes de diciembre la espiral de casos entre los menores de 12 años provocó un aluvión de aulas confinadas en los colegios. En el último balance difundido por el área que dirige Jokin Bildarratz se llegaron a contabilizar 450 clases cerradas, el récord de toda la pandemia.

Con esta última revisión, el protocolo anticovid se asemeja más al que se estableció en el segundo curso escolar afectado por esta crisis sanitaria, en septiembre de 2020, con motivo de la vuelta presencial a los colegios después del confinamiento. El pasado mes de octubre, por la remisión de la quinta ola y las perspectivas de un futuro más halagüeño, el Gobierno vasco relajó algunas medidas. Entre ellas, se permitió a los alumnos de Primaria interactuar con el resto de su curso en el patio, una medida que no se aplicó a Infantil, donde los grupos estables de convivencia sí se han mantenido por clases.

De esta forma, los escolares de esta etapa volverán a tener menos libertades de movimiento y tendrán que volver a jugar divididos por grupos. Fue uno de los cambios que esperaban con más ilusión los críos, ansiosos de poder relacionarse con amigos de otras aulas. Dentro de la clase se mantienen los subgrupos estables de trabajo (GET), formados por 4 o 5 alumnos sin limitación de distancia. Sin embargo, ahora se establece que entre estos subgrupos debe mantenerse una separación mínima superior a 1,2 metros.

El objetivo final es garantizar el desarrollo de la actividad presencial sin menoscabar la seguridad y la salud de estudiantes y profesorado. Otra de las restricciones, en este caso que tendrán que cumplir los adolescentes, será el uso de la mascarilla en el patio. El nuevo protocolo indica que los estudiantes de Secundaria deben utilizar protección cuando salgan al recreo después de que en el inicio de curso se permitiera prescindir de ella. Con todo, en Euskadi, la mayoría de las escuelas e institutos optaron por mantener el veto por la imposibilidad de cumplir con la distancia de seguridad, que sigue fijada en 1,2 metros. Pero hay dos excepciones: los chavales no la tendrán que llevar en la ingesta de alimentos y en la práctica de actividad física intensa.

Fuera del horario escolar también habrá cambios. Las actividades extraescolares se podrán llevar a cabo si se mantienen los grupos estables de convivencia para no mezclar alumnos de diferentes clases y conseguir que se reduzcan los contactos en caso de la aparición de un positivo. Con esta restricción, sin embargo, no parece tarea fácil mantenerlas, ya que lo habitual es que en las clases de refuerzo o de otra índole que se imparten en los centros acudan alumnos de varias clases o, incluso, de diferentes cursos.

Por otro lado, cuando la incidencia del virus sea elevada, se prohíben los desayunos o meriendas en el interior de los centros -solo se permiten al aire libre- y las reuniones de las asociaciones de padres y madres tendrán que volver a celebrarse de forma telemática. En lo que respecta al deporte escolar, queda limitado a los entrenamientos, por lo que no se podrán celebrar partidos, que en principio, iban a retomarse la próxima semana. Asimismo, el protocolo incide en la importancia de ventilar de manera correcta los diferentes espacios de los colegios. Así se debe «garantizar la calidad del aire de manera constante en todos los espacios del centro».