Educación plantea un arranque de curso con horario sólo de mañana para ESO y Bachiller
Si se tuvieran que aplicar medidas restrictivas, serán los alumnos de Infantil y Primaria los que sigan yendo a clase
Con el actual fin de curso encarrilado, el Gobierno vasco trabaja ya en preparar el inicio del próximo. Su intención es que el 7 de ... septiembre todas las etapas escolares se reincorporen a las clases presenciales y dentro de la mayor normalidad posible: no se dividirán las aulas y habrá comedor y transporte. Y los alumnos de Secundaria y Bachillerato de los centros públicos tendrán horario continuado de mañana. Al ser una situación similar a la actual, no hará falta que se refuercen las plantillas de los centros.
Esta determinación estará marcada, lógicamente, por cómo transcurra en esos momentos la 'nueva normalidad', pero las previsiones actuales sobre la evolución de la pandemia permiten a los responsables del Departamento de Educación apostar por esta alternativa frente a otros escenarios. Ayer mantuvieron contactos con representantes de Heize, que agrupa a los directores de los institutos, de las Ampas y de la Comisión Permanente del Consejo Escolar de Euskadi, donde también se encuentran los sindicatos, para explicar sus propósitos de cara al curso 2020-2021.
El planteamiento principal es que la vuelta sea lo más similar posible a lo conocido hasta ahora para dotar a los estudiantes de tranquilidad y estabilidad, aunque con cambios en ciertas dinámicas. Una de las más significativas es que Secundaria y Bachillerato tendrán horario solo de mañana para así evitar, por ejemplo, que los matriculados en la ESO tengan que hacer uso del comedor (en Bachillerato no se ofrece este servicio) y «facilitar aspectos restrictivos» si la situación revierte y se produce un rebrote.
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Las entradas a los centros tendrán que ser escalonadas y en el patio habrá que evitar las aglomeraciones. Disciplinas o hábitos que se mantendrán en el tiempo aunque el coronavirus no esté activo, «porque nunca sabemos qué puede pasar».
La normalidad también se aplicaría a servicios como la comida y el transporte escolar. En septiembre, el comedor sólo está habilitado en algunos centros y en ciertos cursos de Educación Infantil y Primaria. A partir de octubre, si no hay una contraorden de Salud, se mantendrá de la forma habitual.
Con el servicio de transporte, que se ofrece hasta 4º de ESO incluido, sucederá lo mismo. Así que si las autoridades sanitarias mantienen las medidas restrictivas de aforo en los vehículos, se reforzarán los itinerarios con más autobuses.
Plan de contingencia
Educación también ha previsto un segundo escenario, que plantea que en otoño se produzca un rebrote y Salud establezca de nuevo medidas restrictivas. Para hacer frente a esa situación, los centros deberán tener preparado un plan de contingencia que permita combinar la formación presencial y telemática.
Pero a diferencia de lo sucedido este curso, no serán los alumnos más mayores, es decir, los de 4º de ESO, Bachillerato y FP, los que continúen yendo a las aulas. La actual emergencia sanitaria sorprendió a la comunidad educativa sin un plan específico y se optó por dar refuerzo a quienes se van a titular o presentar a la Selectividad. Si el virus se reactivara a partir de septiembre, el momento del curso sería diferente, y se daría prioridad a la presencialidad de los más jóvenes: Infantil y Primaria. También se prestará especial atención a los alumnos con necesidad de refuerzo y a los más vulnerables.
La razón de aplicar esta opción es que a esas edades «no tienen tanta preparación para una formación online». Además, en los métodos de enseñanza acordes a esas etapas los dispositivos portátiles no son tan habituales como en los cursos superiores.
Ante ese escenario igual sí se plantearía restringir el comedor. Educación aún debe concretar cómo lo haría, aunque es difícil que se vea en Euskadi a niños comiendo en las aulas -es una de las hipótesis que contemplan distintas administraciones- porque «higiénicamente no parece lo más recomendable».
También se ha tenido en cuenta la conciliación familiar, mucho más complicada cuando se refiere a los más pequeños, a los que hay que prestar más atención que a los chicos y chicas de ESO, Bachillerato y FP, más autónomos.
Por último, y nada deseable, está el tercer escenario, el del confinamiento, «para el que también tenemos que estar preparados». Pero desde Educación se muestran confiados, «porque todos hemos aprendido mucho durante estos meses».
20.000 ordenadores
Para hacer frente a estas tres situaciones, el Departamento de Educación está reforzando el plan de digitalización que comenzó a implantar hace unos años, además de aprovechar todo el material elaborado durante el confinamiento para el trabajo en las distintas plataformas. En este ámbito, el aspecto más destacable es la adquisición de cara al curso que viene de 20.000 dispositivos portátiles para que los centros los pongan a disposición del alumnado. Los docentes también contarán con su propio ordenador. Además, «este año se ha hecho un gran esfuerzo y se ha mejorado la red de conectividad de última generación de todos los centros».
Durante el confinamiento, entre los centros y el Departamento han cedido aproximadamente 6.000 portátiles, además de proveer de tarjetas 'sim' de prepago y tablets.
Las claves
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1
Planteamiento inicial
El Departamento de Educación pretende que la vuelta sea lo más similar posible a lo conocido hasta ahora.
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2
Secundaria y Bachillerato
Tendrán horario continuado de mañana.
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3
Servicios
Si todo transcurre con normalidad se mantendrán el comedor y el transporte escolar.
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4
Disciplina
Seguirá habiendo medidas para que no haya aglomeraciones en el patio y el alumnado esté en alerta.
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5
Plan B
Si hay que alternar la enseñanza presencial con la telemática, los más pequeños continuarán en las aulas.
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