Educación hará un cribado al inicio de Primaria y de ESO para detectar alumnos superdotados

En la actualidad, la detección de los casos queda en manos de los profesores –que pueden o no estar formados para saber interpretar las señales– o son las propias familias las que piden a los centros que hagan un diagnóstico a sus hijos. Con el nuevo sistema, las pruebas de «filtrado» se harán a todos los alumnos del curso.

El estudio previo elaborado por el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación apunta ya que los estudiante de altas capacidades diagnosticados en Euskadi son una pequeña parte de los escolares con sobredotación que hay en las aulas de la comunidad. No llega al 0,20% de la población escolar, cuando la OMS establece un 3%.

Hay grandes diferencias por sexos y por redes que demuestran que algo falla. Por cada cien alumnos que se diagnostican en la red concertada, hay 80 de la pública y la mayoría de los casos se detectan en centros con un índice sociocultural y económico medio-alto. También preocupa a los responsables educativos que el 70% del alumnado al que se le reconoce de forma oficial una capacidad intelectual más alta que la normal son chicos, frente a un 30% de niñas. Los expertos han advertido en numerosas ocasiones que las alumnas suelen «ocultar» una inteligencia superior a la media ya que en muchas ocasiones «les traen problemas» en la relación con sus compañeros. De hecho, el nuevo plan se marca como objetivo «dar visibilidad» a las estudiantes con altas capacidades.

Educación va a poner en marcha una experiencia piloto del nuevo proyecto en ocho colegios públicos vascos. El proceso de detección se realizará entre primero y segundo de Primaria y en el inicio de ESO. El proceso de filtraje se iniciará con cuestionarios y tests que permitan valorar el ámbito cognitivo, aprendizajes, creatividad e imaginación, área socioemocional, motivaciones e intereses o rendimiento académico. El alumnado que supere el 70% de las puntuaciones máximas pasará a la siguiente fase, en la que el tutor contará con la ayuda del orientador, que completará la información con más pruebas específicas por áreas y el análisis de producciones orales y escritas, dibujos y otros trabajos.

Los escolares que superen los filtros serán evaluados finalmente en los berritzegunes –centros de apoyo de Educación– para dar carácter oficial a su situación. Los responsables educativos elaborarán un plan personal destinado a desarrollar sus capacidades, como el enriquecimiento de los contenidos de su aprendizaje, y les harán un seguimiento.

El nuevo proyecto contempla también mejorar la formación de los profesores para que sepan identificar los rasgos de sobredotación intelectual y afrontar su atención. Educación planea llevar a cabo campañas de sensibilizaciones en los colegios para que asuman la necesidad de dar respuesta a este colectivo, y distribuir trípticos informativos entre las familias.