Dimite el director vasco de Emergencias tras ser sancionado por saltarse el confinamiento

El Departamento de Salud comunicó a última hora de ayer la dimisión de Jon Sánchez Ibarluzea como director de Emergencias de Osakidetza tras hacerse público esta mañana que hace un par de semanas fue sorprendido en su casa de veraneo de Castro, adonde había acudido la noche anterior saltándose el confinamiento obligatorio decretado en el estado de alarma.

Aunque la consejera Nekane Murga había evitado por la mañana censurar la actitud de su subordinado y descartó su cese inmediato, finalmente esta tarde ha aceptado su renuncia. «Sánchez se defenderá por todas las vías legales y administrativas oportunas, a pesar de no haber recibido aún notificación oficial de la denuncia», asegura el Gobierno vasco en un nota. «Él ha precisado que entiende que las normas son iguales para todas y todos y que, en esta situación excepcional, es preciso seguir las recomendaciones, más si cabe, siendo un cargo público», añade el comunicado.

Dos agentes de la Policía Local de Castro sancionaron al director gerente de Emergencias del Departamento de Salud del Gobierno vasco, Jon Sánchez Ibarluzea, por desplazarse desde Bilbao a su segunda residencia en pleno confinamiento, cuando las autoridades sanitarias, a las que él pertenece, alertaban del riesgo de colapso en las UCI si el coronavirus seguía propagándose. La multa se impuso el pasado martes, día 21 de abril, aunque había llegado a Castro la noche anterior.

Sánchez Ibarluzea, que ha ejercido varios cargos como representante del PNV, tiene un piso de veraneo y para los fines de semana en la localidad costera, situada a 35 kilómetros de Bilbao, como tantos otros vizcaínos. La vivienda se ubica en la zona de Cotolino, junto a la playa de Brazomar. Dos de sus vecinos le escucharon o vieron entrar en la vivienda acompañado de una mujer la noche del 20 de abril y avisaron a la Policía Local. Según los comunicantes, el propietario de un inmueble de su edificio, que no reside habitualmente en Castro, había entrado en la vivienda con una acompañante.

Una patrulla compuesta por un agente y un oficial acudió a la mañana siguiente, minutos antes de las once de la mañana, al domicilio señalado. Sánchez Ibarluzea abrió la puerta cuando los agentes llamaron al timbre y reconoció que aquel no era su domicilio habitual y que pensaba pasar «dos o tres días» allí, según se refleja en la denuncia a la que ha tenido acceso este periódico. Alegó que no quería poner en riesgo a las personas mayores con las que convive en Bilbao, aunque para evitar contagios entre familiares, Osakidetza ha habilitado hoteles en Euskadi para su personal.

Sánchez Ibarluzea se presentó ante los agentes como director de Emergencias para explicar que en su trabajo se habían dado contagios y que él iba a ser sometido en los próximos días al test para descartar que estuviera infectado. Los policías le hicieron ver que ése no era motivo para saltarse el confinamiento, que si convivía con esas personas vulnerables por estar dos días fuera no las iba a librar de la infección y que con su actitud podía estar extendiendo el patógeno a Castro. Él negó que hubiera nadie más en la vivienda y los policías no pudieron comprobarlo.

Después de que el infractor reconociera que conocía la normativa, los agentes procedieron a realizar una propuesta de sanción contra la Ley de Seguridad Ciudadana y será el delegado del Gobierno en Cantabria quien decida si se incoa o no. La multa por desplazarse a una segunda residencia en otra comunidad durante el estado de alarma se eleva a 1.500 euros. Fuentes de la Delegación del Gobierno en Cantabria aseguraron que la denuncia aún no ha llegado a su sede, 14 días después, y que están tardando varias semanas debido a la falta de actividad en Correos y a la gran cantidad de sanciones del mismo tipo que se están tramitando.

Sánchez Ibarluzea asumió el cargo de responsable de la red de ambulancias de transporte urgente en Euskadi el 2 de enero de 2019 en sustitución de Txema Unanue, que dejó el puesto al darse a conocer su propuesta de unificar los centros de coordinación de los tres territorios en Txurdinaga, Bilbao.