El concejal de Cultura que se enfrentó a las comparsas

Jon Sánchez es un hombre de partido. Durante años ha ejercido en Bizkaia como concejal y como juntero del PNV hasta que hace algo más de un año, en enero de 2019, accedió al Gobierno vasco con un cargo de responsabilidad en un área sensible, las ambulancias del transporte urgente, cuya gestión también ha vivido tiempos convulsos. Antes, Sánchez se fogueó en la política local y foral. Iñaki Azkuna contó con él como concejal de Cultura de Bilbao, en sustitución de José Luis Sabas, en su segundo mandato, entre 2003 y 2007.

Entonces se tuvo que enfrentar a las comparsas más radicales con la suspensión del desfile de Carnaval en 2004 por la presencia de fotos de presos etarras en una de las carrozas. «No se puede confundir la libertad de expresión con reivindicaciones políticas que pueden herir la sensibilidad de otras personas», declaró entonces. Quienes coincidieron con él le recuerdan como un político curtido, de buen trato y talante.

Nacido en Bermeo y euskaldun, también era el edil de Euskera. Con él en la concejalía, Bilbao acogió en Aste Nagusia algunos de los conciertos más sonados, como Iggy Pop, aunque también grandes estrellas cancelaron sus actuaciones por miedo a que sus fans dejaran de pagar por sus espectáculos cuando podían verles gratis.

Sánchez Ibarluzea es diplomado en Relaciones Laborales y Magisterio por la Universidad del País Vasco (UPV) y tiene experiencia en cargos de gestión y recursos humanos en la administración pública vasca. Fue elegido apoderado por el PNV en las Juntas Generales de Bizkaia, donde hasta 2011 ejerció como miembro de la comisión de Acción Social, Cultura y Euskera, Institucional y de Infraestructuras, además de como portavoz adjunto.