Cuatro años de cárcel por una agresión sexual a una niña de 8 años en Donostia
La Audiencia Provincial de Gipuzkoa condenó ayer a un hombre de cuatro años por una agresión sexual en un domicilio de San Sebastián a una ... niña de 8 años que era sobrina de su pareja. Inicialmente, la Fiscalía de Gipuzkoa y la acusación particular que ejercía la familia de la víctima solicitaban una pena de 12 años de privación de libertad por un delito de agresión sexual a menor de 16 años con acceso carnal por vía vaginal. Sin embargo, las partes alcanzaron ayer un acuerdo de conformidad que ha permitido reducir la condena.
Los hechos juzgados habrían tenido lugar el 21 de agosto de 2023 en San Sebastián, en la vivienda de la abuela de la pequeña. Sobre las 12.20 horas del mediodía, el procesado, que se encontraba de visita en Gipuzkoa, coincidió en el salón de la vivienda con la niña, que era sobrina de su pareja, quien a su vez estaba embarazada de él.
Según relata la fiscal en su escrito de acusación, la niña «pidió al procesado que le hiciera cosquillas» y él, «aprovechando el vínculo de confianza» que le unía a ella dado que su novia era tía carnal, «comenzó a tocar su zona genital». Primero por encima de la ropa interior y después ya «directamente» por debajo. En el escrito de conclusiones provisionales, el Ministerio Público precisó que llegó a introducirle un dedo, extremo este que ha sido retirado en la sentencia adoptada por el tribunal.
Según ha podido saber este periódico, el procesado, de nacionalidad mexicana, nunca ha reconocido este extremo, aunque ayer admitió la acusación que le ha permitido reducir la condena. Por estos hechos ha pasado ya casi dos años en prisión preventiva, un tiempo que se le descontará de la condena a cumplir.
Además de la pena de prisión, el tribunal ha impuesto al procesado cinco años de libertad vigilada una vez salga de la cárcel, así como ocho años en los que no podrá acercarse a menos de 250 metros de la menor ni comunicarse con ella. Asimismo deberá indemnizar a la joven con 10.000 euros. Según se señala en el escrito de acusación, tras los hechos juzgados la menor ha cambiado su comportamiento, mostrando «una conducta más precavida» en su manera de relacionarse con los demás, así como «una involución en su autonomía».
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