«No hemos sido conscientes de que un maltratador no es un buen padre»

- Cuatro mujeres muertas en sólo ocho días han encendido todas las alarmas.

- Estamos consternados por esta oleada, pero hasta que no acabe el año y hagamos un balance serio y profesional no podemos decir si realmente esto es un repunte.

- La llamada del Ministerio de Igualdad a las autonomías para reunirse este martes suena a emergencia.

- España es uno de los países pioneros en la lucha contra la violencia de género y la forma de verla como algo transversal, de todos los territorios, de todas las instituciones... es muy importante. Cuantos más pactos haya para atajar el sufrimiento de estas mujeres mejor.

- Cuatro víctimas y sólo una denuncia previa por maltrato.

- Es terrible. Te genera una sensación de impotencia tremenda.

- ¿Por qué no se denuncia?

- Para una víctima dar ese paso es dificilísimo, porque tiene terror y no solo al maltratador.

- ¿A qué tiene miedo?

- Sobre todo, a no proteger a sus hijos. El 75% de las asesinadas son madres. Hay que entender que se sienten culpables de la situación que están pasando porque el maltratador les ha hecho sentirse así y a veces sufren mucha vergüenza. Otro factor que se ha visto en las últimas muertes es que se han producido en poblaciones muy pequeñas, cerradas, donde cuesta más identificar los signos del maltrato. Las personas alrededor de estas mujeres a menudo saben lo que pasa y no lo dicen. Esto no es un problema de pareja, es un problema de todos. Hasta que la sociedad no esté realmente concienciada de que no hay que tolerar la más mínima situación de maltrato o de violencia no acabaremos.

- ¿Se ha perdido la confianza en los jueces?

- Estoy convencida de que el sistema judicial funciona cada vez más. Se está haciendo un esfuerzo extraordinario por parte de todos los que trabajan alrededor del órgano judicial. Debe haber unos 2.000 jueces dedicados en algún momento de la tramitación del procedimiento a la violencia de género. Por desgracia, nunca podremos saber el número de mujeres que salvan su vida gracias a las órdenes de protección, de alejamiento... que se dictan en España.

- Los datos no mejoran, y además las actitudes machistas se siguen reproduciendo en la juventud. ¿Qué está pasando?

- Es un tema que nos preocupa muchísimo. Estamos viendo en los juzgados que niñas cada vez más jóvenes empiezan a tener relaciones afectivas, y aún no tienen la madurez suficiente para detectar los primeros signos del maltrato. Y las nuevas tecnologías, las redes... pueden ser un nicho importante para controlar a las víctimas.

- Uno de cada cinco jóvenes entre 19 y 25 años incluso cuestiona la existencia de la violencia de género.

- Se están reproduciendo estereotipos de género que parecían ya superados, los celos, el 'quien bien te quiere, te hará llorar', 'si te controla te quiere....'. Es lamentable.

- Tras la sentencia por la violación grupal de sanfermines se mostró convencida de que acabaríamos con las 'manadas', pero van a más. ¿Todavía lo cree?

- Lo que estamos viendo es terrible, pero acabaremos con ello entre todos. Con las penas ejemplares y el rechazo social de estos delitos tan execrables. El respeto hacia las mujeres debe estar a la orden del día. Antes era normal que alguien te piropeara por la calle, ahora ya no se ve tanto.

- Pues el auge de la ultraderecha no invita al optimismo en cuanto al trato a la mujer.

- Las resistencias a los avances por la igualdad y en el rechazo a la violencia sobre la mujer suponen desproteger a personas necesitadas de protección. Es muy importante que toda la sociedad rechace al maltratador y evitar la impunidad.

- ¿La clave para atajar esta lacra está en la educación?

- Sin duda. Hay que difundir entre los niños mensajes de respeto hacia la mujer, relaciones afectivas sanas, de rechazo a la violencia. Hay mucho que hacer. Y no sólo entre los menores, también con profesores, educadores... para que se formen e identifiquen en sus aulas qué niña puede estar sufriendo violencia, porque se nota, y dificilmente van a pedir ayuda a sus madres.

- En 2021 bajó el número de muertas por violencia de género, pero aumentaron las víctimas de violencia vicaria. ¿Hay suficientes medidas legales para proteger al menor?

- Los menores han estado muy invisibilizados. Hasta 2013 no empezamos a contar los asesinatos de niños. No éramos conscientes de que un maltratador no es un buen padre, hasta que hemos visto y contado cómo se estaban produciendo estos asesinatos para provocar el mayor dolor posible a una madre. Ahora hay recursos.

- ¿Están protegidos?

- La ley orgánica de protección de la infancia y de la adolescencia incluye que cuando un juez dicta una orden de protección tiene que suspender obligatoriamente el régimen de visitas. Estas suspensiones han aumentado un 400%, ya está calando en los órganos judiciales que un maltratador no es un buen padre. No está dando un buen ejemplo maltratando a la madre, y los niños imitan a los mayores. Los chicos, la actitud machista; y las chicas, la de víctima.

- ¿Cómo se ataja la violencia oculta?

- Solo se denuncia el 20% de la violencia real que hay. ¿Cómo se ataja? Protegiendo a las mujeres aunque no denuncien, en España se puede. Cualquiera tiene derecho a recursos asistenciales a través de informes psicológicos, ayuda habitacional, y no sólo eso, también protección policial. Desde hace unos meses tenemos en marcha el protocolo cero: las fuerzas de seguridad del Estado cuando son alertadas, y aunque no haya denuncia, pueden redactar un atestado, hacer una valoración del riesgo y adoptar medidas policiales. Se manda al órgano judicial y, si se puede incoar un procedimiento, se hace.

- ¿Reeducar al maltratador o endurecer las penas?

- Hay que poner el acento en la reeducación. Esta semana ha sido asesinada una mujer a manos de un hombre que ya había matado a otra. No estamos reeducando, no estamos reinsertando en la sociedad. Es verdad que en España era necesario reconducir todos los recursos hacia la víctima, pero ya se ha alcanzado suficiente madurez para poner la vista en la reeducación.

- ¿Hay mucha reincidencia?

- Es la agravante que más se aprecia en las sentencias. Ahí tenemos mucho que hacer, aunque es muy difícil que alguien que no se quiere rehabilitar, que no se siente maltratador, lo haga.

- La 'ley del solo sí es sí'. ¿Era necesario perderse en el debate y tener que plantear una norma para algo tan obvio?

- No, y lo que recoge el texto es lo que el Supremo ya venía diciendo. Cualquier acción no consentida, aunque no haya violencia o intimidación, es un delito.

- ¿Y la ley trans?

- Las personas trans necesitan protección porque son muchos los delitos de odio que se perpetran contra ellos. Su necesidad de tener aspecto físico acorde con el sexo sentido se deriva del rechazo social. Si la sociedad aceptara a cada uno tal y como se siente muchos no necesitarían hormonarse o intervenirse quirúrgicamente.