Una lasca adelanta en 100.000 años la presencia humana en Atapuerca
Los fósiles de homínidos más antiguos de Europa se encontraron en 2007 en el mismo yacimiento y datan de hace 1,2 millones de años
Una lasca de cuarzo recuperada en el nivel 7 del yacimiento de Sima del Elefante, en Atapuerca, adelanta la presencia humana en Europa al menos ... 100.000 años. La pequeña pieza, presentada ayer en sociedad por los directores de las excavaciones con motivo del cierre de la campaña de este año, demuestra que ya vivían homínidos en la sierra burgalesa hace entre 1,3 y 1,4 millones de años. La herramienta es, por lo tanto, muy anterior a los restos humanos más antiguos conocidos en Europa, una mandíbula descubierta en Sima del Elefante el 30 de junio de 2007, datada hace 1,2 millones de años y que mereció la portada de 'Nature'. Su dueño -«¿El primer europeo?», se preguntaba la prestigiosa revista- aunaba características de los humanos de Dmanisi (Georgia) y de 'Homo antecessor', la especie descubierta también en Atapuerca.
«Los resultados de la campaña de excavación en Sima del Elefante son extraordinarios», indicó ayer la Fundación Atapuerca en una nota. Además de la lasca de cuarzo, que subraya la trascencia del yacimiento a la hora de trazar la historia de la llegada a Europa de los homínidos, se han recuperado en el mismo nivel, el más antiguo de la sierra, restos óseos de animales, entre los que predominan los suidos -familia de mamíferos a la que pertenecen el jabalí y el cerdos doméstico- y tortugas. La presencia de estas especies refuerza la idea de los responsables de las excavaciones de que, hace 1,3 millones de años, el ecosistema de Atapuerca era más templado y húmedo.
La mandíbula de rinoceronte encaja con el cráneo de 1991 expuesto en el museo de Burgos
30 años después
El hallazgo en Gran Dolina, el yacimiento donde en 1994 apareció 'Homo antecessor', de una herramienta de sílex y numerosos fósiles de osos, grandes bóvidos, rinocerontes y cérvidos de cornamentas gigantes «ratifica que nuestros antepasados, hace 900.000 años, estaban acostumbrados a vivir entre los grandes». Entre los restos óseos que han salido a la luz, destacan el coxal (hueso de la cadera) y la mandíbula completos de un rinoceronte ('Stephanorhinus etruscus') «en extraordinario estado de conservación».
Ocupación continuada
La mandíbula encaja con el cráneo de rinoceronte que puede verse en el Museo de la Evolución Humana de Burgos, que fue encontrado en 1991 por el paleontólogo Emiliano Aguirre, primer director de Atapuerca y con quien empezaron a excavar en la sierra Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald carbonell, los actuales líderes de este proyecto científico.
También en Gran Dolina, pero en una época más reciente, el hallazgo de dos útiles de piedra confirma la presencia humana entre hace 500.000 y 700.000 años, en un nivel en el que se han recuperado abundantes restos de osos, además de fósiles de hienas, rinocerontes, caballos y bisontes. Además, en Galería, se han recuperado más de 1.500 restos de fauna e industria lítica de hace unos 260.000 años y, en la Galería de las Estatuas, más de 400 herramientas talladas por neandertales hace unos 80.000.
A pesar de la pandemia, cerca de 180 investigadores han trabajado este año en los yacimientos burgaleses, que se excavan desde 1978 y fueron declarados Patrimonio de la Humanidad hace veintiún años.
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