La carrera científica, cuesta arriba para las mujeres
Hoy se celebra el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Cuatro investigadoras de Ikerbasque cuentan las dificultades que afrontan
La ONU instauró la celebración de esta jornada para «luchar contra la brecha de género» y «fomentar la labor científica entre las chicas». Es ... necesaria. En Euskadi hay ya más mujeres que hacen la tesis doctoral que hombres, pero las científicas a plena dedicación en los equipos de investigación apenas son un 35% y solo una de cada diez dirige grupos punteros. A estas cuatro investigadoras de Ikerbasque, que se dejan la piel a diario por buscar una cura al alzhéimer o combatir el cambio climático, ser mujeres les ha supuesto una dificultad añadida. Por eso piden medidas que favorezcan la igualdad en el trabajo y cambios en la educación y la sociedad para evitar que las chicas tiren la toalla tras el doctorado, renuncien a investigar o tengan más obstáculos para progresar en su carrera científica.
Aurelia Chenu Física
«Necesitamos que la maternidad no sea un hándicap»
La francesa Aurelia Chenu es doctora en Física y ha completado estancias en centros de varios países, como el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), antes de llegar al Donostia Physics Center. Defiende que hacen falta medidas para reconocer el trabajo de las científicas, como que «en las comisiones de evaluación para asignar proyectos y ayudas haya paridad de hombres y mujeres». Y pide compensar el «hándicap» que les supone a las científicas tener hijos, como que las becas se alarguen tras la baja por maternidad y que los padres también cojan estos permisos para el cuidado de sus hijos. Está acostumbrada, tanto durante su carrera como en su ámbito de investigación en Física cuántica, a que las mujeres sean «minoría» y advierte que queda mucha labor por hacer desde la enseñanza y la sociedad para atraer a las chicas a la ciencia y la tecnología. «¡Que jueguen desde niñas con mecanismos y construyan... que no se vean como actividades de chicos!», anima.
Luz Boyero Bióloga
«Hay muy pocas que lideran equipos punteros»
Luz Boyero lidera un grupo de investigación internacional sobre los efectos del cambio climático en la biodiversidad desde la facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU. Es una excepción. Cuenta que de los 40 grupos que trabajan en ese ámbito solo cuatro los dirigen mujeres. «Todos los supervisores y directores que he tenido a lo largo de mi carrera han sido hombres», recuerda esta bióloga, que hizo el doctorado en el CSIC. «Ya hay más mujeres que hombres que completan el doctorado, pero después se quedan en el camino. Se van a la docencia, aunque les hubiera gustado investigar, porque este es un trabajo con una gran inestabilidad y sin horarios, difícil de compatibilizar con tener hijos. «En un mundo tan competitivo como el científico cuando vuelves de la baja de maternidad te quedas atrás». Considera imprescindible mostrar a las niñas «referentes famosos de científicas y tecnólogas» en los textos escolares y los medios de comunicación para fomentar las vocaciones.
Shira Knafo Neurociencias
«Es más fácil para los hombres lograr becas y proyectos»
«El 90% de los proyectos, becas y contratos se asignan a los hombres. Es más fácil para ellos». Así de rotunda se muestra la doctora en Medicina y Neurociencia israelí Shira Knafo, que desarrolla sus investigaciones sobre el alzhéimer en el instituto de Biofísica del CSIC y la Universidad del País Vasco, en el campus de Leioa. Hay que dar pasos, reclama, para que se tome «más en serio» a las científicas, y para eso deben «implicarse los hombres» que forman parte de los comités y tribunales que evalúan trabajos y proyectos. «Deben mirarnos de otra forma, que no piensen que eres peor por ser mujer». Shira cita una investigación de 'Nature' que demostró que las científicas «tienen más difícil publicar sus trabajos» en revistas internacionales de prestigio. «No se aceptan igual los resultados obtenidos en el proyecto de una mujer que en el de un hombre», censura. Por eso también hay menos investigadoras a medida que se escala en la carrera profesional.
June Ereño Bioquímica
«La sociedad debe dar más visibilidada las científicas»
A June Ereño le gustaría que las jóvenes científicas contaran con el apoyo y la visibilidad que logra cualquier promesa del fútbol. «Ves a un futbolista que ficha por un equipo y sale en todos los medios, y se vive como un gran acontecimiento del que todo el mundo habla. Algo falla para que no se dé visibilidad a los investigadores y, menos aún, a las mujeres», destaca esta joven bioquímica que desarrolla su labor en el CiCBiogune, para quien la sociedad debe plantearse «invertir más en ciencia». June trabaja muchas horas en el laboratorio -incluso domingos- para descifrar la estructura de las proteínas, las reglas del sistema inmunitario a fin de elaborar fármacos más eficaces. «Es muy difícil compatibilizar este trabajo con la familia, por eso muchas renuncian», opina. Pero confía en que en el futuro, cuando los jóvenes que tienen más asumida la igualdad de género llenen los laboratorios, haya más mujeres en la carrera científica.
Las cifras
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35% de los investigadores con dedicación plena en los diferentes centros del País Vasco son mujeres y apenas un 10% dirige equipos científicos punteros.
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En la Universidad El 70% de cátedras en la Universidad vasca están ocupadas por hombres, mientras que la proporción por sexos entre los docentes es equilibrada.
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