Carles Tamayo, el youtuber que desmonta sectas, sigue los pasos de 'la estafa nigeriana' y esto es lo que pasa
El creador de contenido se ha hecho pasar por víctima de este timo que ofrece dinero a cambio de un tipo de trabajo muy sencillo
«Seguramente habrás recibido un mensaje del tipo: 'Hola, mi nombre es Aurora ¿puedo molestarte unos minutos?'». Así comienza el youtuber Carles Tamayo, conocido por infiltrarse en sectas, su última publicación en Instagram. Se refiere a lo que se conoce como 'estafa nigeriana', un tipo de fraude conocido también como 'timo 419′, que adquiere su nombre del artículo del Código Penal de Nigeria que hace mención a este delito.
Los estafadores envían correos electrónicos y mensajes de WhatsApp, en los que, primero, tratan de ilusionar a la víctima con una fortuna inexistente y luego, intentan persuadirla para que esta envíe el dinero por adelantado. Esto es lo que le ha sucedido a Tamayo y ha querido llegar hasta el final.
«Te prometen un ingreso extra en tu tiempo libre que no afectará a tu trabajo actual, y te ofrece hacer una prueba que, si la superas, te darán cinco euros». La prueba consiste en darle 'like' a un vídeo de YouTube y «ella misma te pasa el link», añade. El influencer accede y le envía una captura a los estafadores como prueba de que ha seguido los pasos.
La historia sigue. Le piden hablar a través de Telegram, también le preguntan por su edad y le dicen que le llegarán los cinco euros a través de Bizum. «Dicho y hecho, me llega el dinero de parte de una tal Ana María Moral Javier», apunta. «En este tipo de 'estafas nigerianas' es habitual que te hagan una pequeña donación de dinero, primero, para que hagas spam a tus amigos diciendo: '¡Mira, mira, funciona!', y segundo, para que te fíes de ellos», explica Tamayo.
El siguiente paso es darle 'me gusta' a muchos más vídeos y la cuantía asciende a 100 euros. «Pero aquí viene el clásico giro de estafador, te piden que pagues 30 euros para entrar en un grupo exclusivo de Telegram». El youtuber pone aquí el freno. «Yo ya no he pagado, pero lo próximo es que te pidan 1.000 euros para cobrar 10.000. Y en el último punto te bloquearán, y se han quedado con tu dinero», concluye.