La transición energética pasa por un cambio de mentalidad
José María Guibert
Lunes, 8 de noviembre 2021, 23:24
Estos días somos testigos de los grandes retos a los que quiere responder la reunión COP26 en Glasgow. La acción climática queda situada en el centro de la apuesta por el desarrollo sostenible y la defensa del medio ambiente. La pregunta que podemos hacernos es si las universidades tenemos una responsabilidad propia y una tarea específica ante este desafío.
Las respuestas que cada institución da a esta cuestión son probablemente muy diversas. La Universidad de Deusto, en su plan estratégico 2015-2018, planteó un proyecto concreto en el ámbito de 'Responsabilidad Social Universitaria'. De ahí nació el trabajo de confeccionar un plan director que abordara de modo directo las cuestiones medioambientales. Desde entonces se han llevado a cabo muchas iniciativas en formación, investigación, transferencia y gestión.
En lo que toca a docencia, en las facultades se han ido introduciendo temas de sostenibilidad en asignaturas, prácticas y proyectos de fin de grado. Y hay nuevos elementos de sensibilización y concienciación extracurricular para ofrecer una formación más integral a los estudiantes.
En el ámbito de la investigación, las cuestiones de clima y ecología son también parte de multitud de proyectos, sean del ámbito sociosanitario, de diseño, de economía, de derecho y, sobre todo, del mundo de la ingeniería. Decenas de agentes europeos participan con nosotros en estos proyectos de investigación. Además de socios internacionales, muchas entidades locales son también parte de nuestros proyectos. Aprendemos de muchos actores regionales y con ellos trabajamos en red en la dimensión de divulgación y concienciación de estos retos.
Por otro lado, nuevas auditorías e indicadores (sobre energía, agua, movilidad, residuos, huella de carbono, compra verde, etc.) comienzan a estar presentes en la gestión diaria. Incidir en la cultura interna de la casa es también parte de nuestro objetivo por medio de exposiciones, charlas, nuevas becas, concursos de sensibilización, etc.
En lo que toca a energías renovables, además de la instalación de paneles fotovoltaicos o del uso de tecnología LED en las luminarias, destaca nuestra apuesta por la geotermia (una inversión total de dos millones de euros en la última década) para aprovechar esta fuente de energía que está en nuestro subsuelo. La Universidad de Deusto tiene también una motivación especial por ser una universidad jesuita y por ello del ámbito católico. No estamos ante una mera cuestión de eficiencia. Más aún, es una cuestión de ética, es decir, algo unido a las obligaciones de justicia. Yendo más allá, es incluso una cuestión teológica, pues tiene que ver con nuestra manera de entendernos a nosotros mismos y a Dios y a la creación. Esto aporta una visión global e integral.
Somos conscientes de que la transición energética pasa por un cambio de mentalidad. La universidad tiene un claro papel ahí. Existen frenos internos y externos. Pero, poco a poco, son más lo que se suman a esta causa. Los pasos dados han sido muchos. Pero los que quedan son muchos más.
