El duro estío reduce las reservas de los embalses al nivel más bajo en treinta años
La situación hídrica cae al 34% en el conjunto de España, con situaciones críticas en el pantano de La Serena, el más grande, al 13% de su capacidad
La fuerte sequía que está viviendo España en la recta final de un duro estío está haciendo estragos en las reservas de agua de los ... pantanos, especialmente en los situados en la mitad sur. El embalse de La Serena (Badajoz), considerado el segundo más grande de la península y tercero de toda Europa, constituye el ejemplo más crítico de la falta de recursos. Apenas está al 13% de su capacidad. En el conjunto del país la situación hídrica llega al 34,22%, la cifra más baja en casi treinta años. El peor dato histórico se registró en 1995, cuando las presas se quedaron al 26,98% de su capacidad total.
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La ausencia de precipitaciones -en lo que llevamos de 2022 ha llovido un 26% menos de la media histórica- ha llevado al límite a los embalses, salvo a los emplazados en las cuencas cantábricas, que superan levemente el 50%, y los sistemas internos del País Vasco, que alcanzan el 71,4 %, la situación más desahogada de todos ellos, según los datos difundidos ayer por el Ministerio para la Transición Ecológica.
El balance revela que las reservas hídricas han vuelto a disminuir esta semana tras perder 462 hectómetros cúbicos, lo que supone el 0,8 por ciento de su capacidad total. En este momento, los embalses almacenan en su conjunto 19.209 hectómetros cúbicos de agua de los 56.136 hm3 de capacidad total. Se trata de la cifra más baja en 28 años.
En comparación con la situación de hace un año, los pantanos disponen ahora de 3.659 hectómetros cúbicos menos (un 16%) y la diferencia respecto a la media del decenio es de 9.908 hectómetros cúbicos menos.
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Guardan menos de la mitad de su capacidad los embalses del Miño-Sil, que están al 46,7%; el Duero, al 35,8 %; Tajo, 36,7 %; la cuenca Mediterránea Andaluza, 40,5 %; Segura (35,2 %); Ebro (39,5 %); y las cuencas internas de Cataluña, al 38,3 %. La situación es más dramática conforme las cuencas bajan hacia el sur: Guadiana está al 23,9 %, Guadalete-Barbate al 24 % y Guadalquivir al 21 %.
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