Las bodas en Euskadi: ellos con 38,8 años y ellas con 36,8
La edad media al primer matrimonio crece en dos décadas más de siete años
Que cada vez hay menos bodas en Euskadi es algo que no pilla a nadie por sorpresa. Los enlaces llevan décadas a la baja, como ... reflejan habitualmente las estadísticas. Y lo que también se ve en los matrimonios que se celebran, y en los datos, es que quienes se dan el 'sí, quiero', cada vez son más mayores. Pero sorprende hasta cuándo se ha pospuesto materializar el compromiso. Ellos lo hacen con 38,8 años de media y ellas, con 36,8.
Las edades, referidas a parejas heterosexuales, las recoge el balance del Eustat de las nupcias del 2023, ejercicio en el que se oficiaron 7.264 bodas, un 7% menos que un año antes y la cifra más baja del histórico (salvo 2020 y 2021, marcados por las restricciones derivadas de la pandemia). En los matrimonios de parejas del mismo sexo, los contrayentes son más mayores. Los hombres firman con 43,5 años y las mujeres, con 38,1.
7.264 bodas
se celebraron en Euskadi el pasado año, un 7% menos que en 2022.
El proceso ya no es como hace unas décadas, en las que el matrimonio abría las puertas a la convivencia y al nacimiento de los hijos. Ahora, en muchos casos, la boda es el último paso.
Y eso se traduce en una gran diferencia entre las edades con las que se pasa actualmente por el altar y los años con los que se casaban los vascos en otros momentos. En 2013, por ejemplo, los cónyuges tenían 35,5 años en el caso de los varones y 33,6 en el de las mujeres. En 2003, se situaban en 31,7 y 29,7, respectivamente.
Destaca que, en apenas 20 años, hayan aumentado –en ambos casos– 7,1 años. El incremento es muy superior al que se dio entre 1986 y 2003, de 4,3 años en el caso de los maridos y 4,8 en el de las esposas. Lo que «se mantiene estable» con el paso del tiempo, puntualiza el Instituto Vasco de Estadística, es que «la diferencia» de edad entre hombres y mujeres a la hora de firmar «es de en torno a los dos años».
Más en viernes que en sábado
Todos estos datos, en cualquier caso, hacen referencia al primer matrimonio y no tienen en cuenta a la hora de elaborar la media cuándo se casan las personas divorciadas, que suponen el 14,9% en el caso de los varones y el 15,4% en el caso de las mujeres en los contrayentes de distinto sexo. En las bodas de personas del mismo sexo, los hombres previamente separados ascienden al 9% y las mujeres, al 10,9%.
El Eustat también destaca otro cambio que se ha dado en los últimos años: el día de la semana en la que tienen lugar los enlaces. «Desde 2017 se celebran más bodas en viernes que en sábado», matiza el órgano estadístico. El año pasado, las primeras se situaron en un 46,2% y las segundas, en un 30,3%.
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