El autobús de Alex Txikon regresa con decenas de refugiados
El equipo del montañero vasco vuelve tras entregar en la frontera en Polonia material de ayuda valorado en más de 80.000 euros
Después de haber recorrido casi 3.000 kilómetros sin descanso, el montañero vasco Alex Txikon llegó anoche a la localidad fronteriza de Hrubieszow. Culminó esta ... vez una expedición muy diferente, para la que le hacen falta muchas más botas y chaquetas de montaña que nunca aunque se desarrolle cerca del nivel del mar: esta travesía es de altura humanitaria.
A bordo de un autobús con capacidad para 69 viajeros y acompañado por colaboradores de la Matia Fundazioa y su escudero Oswaldo Pereira, el alpinista vizcaíno llegó cargado con 1,3 metros cúbicos de ayuda para los refugiados ucranianos que siguen llegando a Polonia y la intención de recoger a medio centenar de ellos. Con la ayuda del Gobierno vasco se establecerán en casas de acogida de toda Euskadi.
«Viajamos con cuatro conductores voluntarios para no tener que parar y hacer el trayecto del tirón: 26 horas», comenta durante una conversación con EL CORREO. En decenas de cajas, la red de colaboradores de la Fundación -los MatiaZaleak- ha enviado todo tipo de objetos. Entre el material destaca el cargamento de pilas y linternas proporcionadas por Energizer, la montaña de medicinas de Mainfarma y dos máquinas de drenaje que han donado a un centro de salud. También hay nueve palés de alimentos de Eroski y ropa de abrigo de TrangoWorld. A todo ello se suma lo adquirido con las aportaciones de todo tipo de gente.
«Los refugiados no son personas de segunda; hay que enviar material de calidad, no el que nos sobra», dice el alpinista
«Traemos chaquetas y calzado muy bueno. Cada uno cuesta cientos de euros. Creo que tenemos que demostrar a los refugiados que no son personas de segunda clase, por lo que pido a la gente que no envíe morralla. Hemos visto mucho material que sobra en Polonia. Tenemos que ayudar, no estorbar», analiza Txikon en un tono crítico que contrasta con su carácter alegre.
Una de sus obsesiones ha sido estar en contacto con el resto de iniciativas que han partido desde Euskadi hacia la frontera polaca. Eso ha permitido crear sinergias con otro autobús en el que viajan profesionales de la Ertzaintza y de Osakidetza. «Quizá porque soy más conocido, me llaman desde muchas iniciativas similares y vamos coordinando los inventarios de lo que llevamos. La logística es así más fácil». Por eso el alpinista se quedará más tiempo, para coordinar autobuses y furgonetas que llegan de toda Euskadi.
«No olvidemos otras guerras»
Entretanto, y a pesar del cansancio por tan largo viaje, su vehículo iniciará el regreso a tierras vascas a las seis de la mañana de hoy. Cuando llegue a su destino, Txikon se habrá quitado una espina: «En 2004, en mi primera expedición a Nepal, el alpinista ucraniano Vladyslav Terzyul murió en el Makalu. No hicimos nada. Había una gran tormenta y no volvimos a subir por él. Ahora no haría lo mismo, pero aquello me marcó y quizá por eso me he involucrado más aquí», cuenta.
Consciente de que el conflicto de Ucrania despierta más interés que otros, aprovecha para lanzar un mensaje sobre cómo funciona nuestra conciencia: «Ayer fue la pandemia, hoy es Ucrania, pero no olvidemos que hay guerras por todo el mundo».
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