«El PP vasco debe ser más didáctico y cercano a la gente, regalamos muchísimos votos al PNV»
Defiende una mayor «autonomía» respecto al PP nacional, elogia el perfil de Feijóo y pide una «reflexión» para «volver a ser decisivos»
«Mi mujer ya me dice: a tu edad, ¿para qué te metes? Pues porque lo llevo en la sangre». A sus 74 años, Ramón ... Rabanera vive retirado de la primera línea política, pero no desconectado. Fue ocho años diputado general de Álava y luego senador. Vivió la etapa dorada del PP vasco, cuando llegaba a los 300.000 votos y gobernaba, además de la institución foral, Vitoria. En marzo, Rabanera impulsó, entre otros, la asociación 'Foruak Orain', una entidad que busca construir una alternativa al nacionalismo. Ahora aboga por abrir una «reflexión» para que el PP vuelva a ser «decisivo».
- ¿Cómo ve a su partido?
- La llegada de Alberto Núñez Feijóo ha sido un detonante positivo. Ha levantado la ilusión. La gente nota que esto es otra cosa.
- Otra cosa diferente a Pablo Casado.
- Claro, se ve que hay opciones de ganar las elecciones y gobernar.
- ¿Tan mal se veía el futuro con la anterior dirección?
- Creo que Casado llegó antes de lo que le correspondía y que su elección fue precipitada. Tras la moción de censura contra Mariano Rajoy estábamos como descolocados. Y es verdad que entonces salieron a relucir enfrentamientos que estaban ocultos. En las bases había un sentimiento de que existía una especie de dejación sobre lo que tendrían que ser las líneas programáticas e ideológicas, y de eso, con cierta frescura, se aprovechó Casado.
- El mantra de que Rajoy se centraba en la gestión y poco en la batalla de las ideas.
- Pues algo de eso pasó, porque si no, no se entendería el nacimiento de Vox.
- Pero luego se vio que la 'fórmula Casado' no funcionaba.
- Es que su equipo no fue integrador, todo lo contrario... Fueron tiempos muy difíciles. Se veía además que con Casado era imposible ganar a Sánchez, que había una desmoralización. Fue un acierto convencer a Feijóo. Ha sido un revulsivo.
«Cuando no somos imprescindibles, el PNV nos torea y nos chantajea en Madrid»
- ¿No se ha resquebrajado un poco su imagen de hombre de Estado tras la ruptura del pacto sobre el Poder Judicial?
- Con Sánchez es muy difícil pactar temas de Estado porque decidió desde un principio estar con los que está.
- ¿Qué Partido Popular le gusta más, el de Isabel Díaz Ayuso o el de Juanma Moreno?
- Ya sabe lo que pasa. Cuando gana Ayuso, hay que hacer lo de Ayuso. Bueno, pues igual eso está muy bien en Madrid, pero aquí no. Gana Moreno y se habla de moderación. Cada uno conoce su terreno y sabe lo que tiene que hacer. A mí el PP que me gusta es el PP vasco. Y lo único que evidencia lo de Ayuso y Moreno es que tenemos que hacer nuestra propia política.
- ¿Y eso en qué se traduce? Porque sobre eso se lleva teorizando años. La 'política pop', el PP vasquista...
- Pues en la defensa del Concierto, de la unidad de España... Lo importante primero es hacer una reflexión y que se haga entre todos los sectores. Todos somos imprescindibles. Hay que tratar de atraer al pequeño y mediano empresario, al comerciante, a la clase media que está atosigada y no es nacionalista...
- ¿Pero todo eso no se hace ya?
- Sí, pero hay que hacerlo con más intensidad. Tenemos que demostrar que el PP tiene su propia autonomía. El PP nacional es muy importante. Siempre voy a decir que cuando Feijóo llegue a La Moncloa eso nos va a ayudar y se va a producir un rebote. Pero tenemos que hacer un esfuerzo interno y propio.
- ¿Qué ha pasado para que en 20 años el PP haya pasado de ser un partido de gobierno en Euskadi con 300.000 votos a caer a los 70.000?
- Siempre hemos tenido clara la defensa de las ideas, pero cuando ETA deja las armas nos hemos encontrado con la dificultad de explicar qué puesto tiene el PP vasco en la sociedad. Y ahí, entre otras cosas, hemos regalado muchísimos votos al PNV. Tenemos que ser más cercanos a la sociedad vasca, más didácticos. En Euskadi había gente que en su momento estaba asustada con el plan Ibarretxe y nos votaba. Luego llegó el señor Urkullu, que es incoloro, inodoro e insípido. Pero bueno, como hay broncas por todos los lados, tiene su cierto atractivo. Luego hay un voto útil: gente que ha votado al PNV para que Bildu no gobierne en algunas instituciones. Y ahí es donde debemos hacer una reflexión porque se nos abre el campo.
- ¿A qué se refiere?
- Estoy seguro de que muchos sectores que apoyan al PNV no están de acuerdo con las políticas de izquierda de Sánchez. Esos autónomos, los pequeños y medianos empresarios... ¿De qué les ha valido apoyar al PNV si luego ha sido imprescindible para las políticas que ha llevado Sánchez? Tenemos que estar insistiendo, insistiendo, insistiendo...
- Un PNV al que, por otro lado, Feijóo lanza constantes guiños.
- Ya... Desde Madrid se dice siempre que hay que hablar con el PNV. Claro, yo hablé muchísimas veces con el PNV. Pero hay que hacerlo con fortaleza, con la fortaleza del PP vasco. Cuando no somos indispensables, el PNV nos va a torear en Madrid. Y si Feijóo gana y aquí no tenemos la importancia necesaria, en Madrid nos van estar continuamente chantajeando. Hay que ser decisivos.
«Nunca voy a entrar a discutir los liderazgos de personas con las que tengo una relación magnífica»
- ¿Pero eso no es un poco la pescadilla que se muerde la cola? Para ser decisivos se necesitan votos...
- Claro. No hago críticas al PP actual sino reflexiones sobre lo que creo que hay que hacer. Le pongo un ejemplo. A mí me parece muy bien que Feijóo se reúna en Madrid con Andoni Ortuzar, faltaría más. Pero en esa cita tenemos que estar nosotros. Tenemos que volver a atraer a ese votante que no es nacionalista, que cree en el Estatuto, en el Concierto, que no le gusta Sánchez...
- Habla de la foralidad y del Concierto. Tampoco le ayuda mucho al PP vasco que compañeros de otras partes de España hablen de «privilegio»
- Claro. ¡Si cuando me tocaba a mí defender en el Senado algunas renovaciones de Cupo veía algunas caras...! El problema es que cuando el nacionalismo se vuelve tan insaciable es normal que haya cosas que produzcan rechazo en el resto de España. Pero yo creo que el Concierto es la esencia en la que el País Vasco está en España. Además, esos recelos también pasaban antes y teníamos 300.000 votos.
- ¿Puede el PP vasco recuperar parte del poder perdido en las elecciones de mayo? ¿Cómo ve la batalla de Vitoria, donde los resultados parecen más apretados?
- No sé si el PP va a ganar en Vitoria, pero va a ser determinante. Pero hay que presentar un proyecto que no esté exclusivamente basado en calles o carreteras. Es una ciudad que pide más, que casi se ha convertido en un barrio de Bilbao y era un referente a nivel nacional. Hay que hacer un proyecto ilusionante para sentirse orgulloso de la ciudad, y creo que se está haciendo. Tiene posibilidades de ganar, con toda sinceridad.
«Tenemos opciones en Vitoria. Es una ciudad que pide más. Se ha convertido en un barrio de Bilbao»
- ¿Tiene el PP vasco un problema de liderazgos?
- No es cuestión de personas. Primero habrá que pensar qué vamos a proponer a la sociedad, qué pasa para que esa gente próxima a nosotros piense que es mas útil votar al PNV que al PP para que no gane Bildu. No tengo la solución, solo digo que hay que abrir una reflexión. Iturgaiz está haciendo un trabajo enorme. Nunca voy a entrar a discutir los liderazgos de personas con las que además tengo una relación magnífica.
- ¿Se han puesto en contacto con usted los dirigentes del PP vasco después de lanzar 'Foruak'?
- A veces hablo con alguno, pero yo creo que a mí ya me consideran un dinosaurio (risas). Dirán, bueno, estas son cosas de Ramón. Pero yo siempre digo que la lealtad no significa decir a todo amén.
Mayores de 65 años
- ¿Pero le ha generado problemas?
- No, para nada. Pero algunos interpretaron que era el embrión de un partido. Yo he sido siempre del PP y seguiré siendo siempre del PP. A algún sector del partido le sentó mal, y no lo entiendo. Estamos a su disposición para echar una mano, para aportar ideas, y si no las quieren, que no las cojan. Yo tengo 74 años y estoy bien de cabeza. Pero esto pasa en todos los partidos.
- ¿El qué?
- Pues que todos hablan de los jubilados. Claro, porque hay una masa del 30% de votos. Pero luego no llevan a nadie en sus listas mayor de 65 años.
- ¿No se estará postulando?
- (Risas) Pues seguro que alguno ya está pensando: 'este quiere volver'. Pero no es que me lo proponga. Lo que digo es que habrá mayores de 65 años que estén perfectamente de la cabeza y jóvenes que sean completamente idiotas.
- ¿Añora la política?
- Tengo un recuerdo muy bonito de mi vida política. Tengo amigos a los que he conocido en la política y muchos no son de mi partido. Podemos discutir pero son discusiones amables. Ahora la política es muy desagradable. Y más fría. Yo antes veía por la calle a todos los políticos. Ahora difícilmente pasa. Igual son otros tiempos, pero es que la gente les quiere conocer de carne y hueso, y hablar con ellos. Ya sé que eso es muy pesado y a veces te encuentras con algún impertinente... Bueno, pero eso va en el sueldo, el insulto no, pero aguantar que te digan 100.000 veces que los has hecho mal sí. No sé, será que estoy anticuado.
«Es mucho peor que siga Sánchez a que nosotros pactemos con Vox»
- ¿Qué ha pasado en Euskadi para que sin ETA los partidos que más la padecieron saquen peores resultados?
- Un intento de olvidar todo lo que pasó. Y como a los que mataban eran, básicamente, a los del PP y del PSOE, pues la sociedad también se ha olvidado de ellos. ¿Qué es premiado? Dejar de matar. Los dos partidos fueron fundamentales porque la sociedad estaba adormecida y fueron el PP y el PSOE quienes aguantaron. Pero como ETA dejó de matar, ¿para qué nos vamos a acordar del PP y del PSOE? Antes se nos primaba por cierto heroísmo, por la defensa de la libertad, ahora: qué buenos chicos son estos que ya no matan y qué pesados son los otros si alguna vez se les ocurre sacar el tema de que les mataban.
- Quizás la sociedad quiere mirar al futuro y la memoria se convierte en un lastre.
- No lo creo. La historia es la que es. Es bueno recordar que esto no fue un horror, sino que unos provocaron ese horror. Y el que conoce la historia sabe por dónde tiene que ir en un futuro. Es la mejor vacuna, y recordar eso no significa que no tengamos proyectos de futuro. ETA ha dejado de matar, pero no ha desaparecido. Ahí tenemos los homenajes con los que están siendo recibidos antiguos asesinos. Y los cargos del PP ya no están sufriendo la presión terrorista, pero sí les están sometiendo a una presión indecente en las instituciones. El PP se encuentra muy solo. Y eso a veces es muy duro.
- ¿Cómo debe tratar el PP a Vox?
- En el País Vasco ni mencionarlo. No tiene ningún futuro.
- ¿Y a nivel nacional? ¿Ve a Vox como socio de Feijóo?
- Lo que Feijóo querrá es gobernar solo. Y si usted me dice que no hay que pactar nunca con Vox y así Sánchez va a gobernar, pues no. Es mucho peor que siga Sánchez que nosotros pactemos con Vox.
- ¿Lamentó la marcha de Santiago Abascal del PP?
- Le tengo el máximo respeto, como se lo tenía a su padre. Yo ya le he dicho personalmente que creo que se ha equivocado. Pero el alejamiento de Abascal igual también fue un error del PP vasco. Estaba integrado en las listas, iba a ser parlamentario y por diversas circunstancias no acabó entrando. En lugar de tratar de apaciguar ánimos, hubo una cierta ruptura y eso trajo la creación de un nuevo partido.
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