El PP vasco se agarra al 'modelo Juanma' para ganar espacio: «más gestión y menos ideología»
Confía en que el éxito del «centroderecha tranquilo» de Moreno reactive al electorado, aunque «Euskadi no es Andalucía»
«Más gestión y menos ideología». Es la clave que más se repite entre los dirigentes del PP para explicar la incontestable victoria obtenida el domingo por Juanma Moreno. Los manuales de alambicada estrategia política han acabado en la papelera frente al éxito del nuevo ‘barón de barones’, que ha basado su triunfo en la templanza de un discurso «que te compra cualquier votante» y en hacer que los engranajes de la Junta de Andalucía hayan funcionado sin atrancarse demasiado durante su primer mandato.
El PP vasco celebra el resultado andaluz como si fuera propio. No solo por los estrechos lazos de amistad que unen a Carlos Iturgaiz con el presidente de la Junta desde que Moreno era el líder nacional de Nuevas Generaciones, también porque se abre una ventana de oportunidad para remontar el vuelo. Pero, ¿es extrapolable el ‘modelo Juanma’ para recuperar terreno en Euskadi? «Totalmente, no», reconocen las diferentes fuentes consultadas, «pero es una ola que debemos aprovechar».
Esa ola es eminentemente nacional, así que en el seno del PP de Euskadi consideran más factible rentabilizarla para impulsar a Feijóo en las elecciones generales que en las municipales o en las autonómicas. «El tiempo de Pedro Sánchez se ha terminado, el cambio es imparable», auguró Iturgaiz el domingo por la noche a través de las redes sociales. Una opinión generalizada en la marca vasca, donde se confía en que el discurso «de centroderecha tranquilo» de Moreno pueda calar en el electorado vasco. Algo que la fulgurante irrupción de Ayuso no consiguió en su momento, si se hace caso a las encuestas. El objetivo es atraer a los simpatizantes «decepcionados» que se quedaron en casa o eligieron otras opciones años atrás. «Lo que ha ocurrido se va a notar, Euskadi no es la isla que algunos dicen».
Con Ciudadanos «amortizado», los populares vascos ponen la vista en quienes entregaron su papeleta a Vox «y se hayan dado cuenta de que esa opción no es útil», a los fronterizos con el PSE «disconformes con los acuerdos que los socialistas están cerrando con los nacionalistas», y al «votante itinerante» que la formación conservadora comparte con un PNV «que ya se sabe que no quiere echar a Sánchez y se está escorando a la izquierda por miedo a Bildu».
La bandera
Dar un giro de timón a la situación del PP vasco en clave autonómica es harina de otro costal. «Votarnos para el Gobierno de España no quema, para otras cosas aún sí», reconocen las fuentes consultadas. Del modelo andaluz, avalado por Feijóo, se replicará el perfil autonomista «sin ruido», se confrontará la «buena» gestión de Moreno con la «mala» del PNV y se apostará por «hablar más de economía y sueldos, que es lo que le importa ahora a la gente, y menos de España».
Hasta ahí llegan las similitudes. Porque los populares vascos no están en disposición de aspirar a la victoria y compiten en un tablero diferente. «Ni en Madrid, ni en Galicia, ni en Andalucía existe un PNV, nosotros aquí nos tenemos que diferenciar, no podemos ser una copia». Mientras Moreno aprovechó sus primeras palabras tras ganar las elecciones para hacer gala de su andalucismo, el asunto identitario es infinitamente más complejo en Euskadi. «(El presidente de la Junta) cogió una bandera andaluza para celebrar que había ganado, pero no una española. Allí no pasa nada, pero eso en Euskadi no nos lo podemos permitir aún: hay que defender la nación mientras se lucha contra quienes se creen que ellos son vascos y nosotros, no».
