Urkullu pide a Bildu y Podemos que dejen de pactar con el PP «contra» el Gobierno
El lehendakari pide a ambas formaciones que «tomen nota» de los resultados del 28-A y negocien con el Ejecutivo
Los partidos vascos deben reposicionarse tras el 28-A. Eso cree al menos el lehendakari, que intenta asegurarse un final de mandato calmado. Ayer reclamó a EH Bildu y Elkarrekin Podemos que dejen de pactar con el PP y se acerquen a su Gobierno. Exactamente lo opuesto a lo que está ocurriendo durante los últimos meses en el Parlamento, posiblemente los más agitados de toda la legislatura. Iñigo Urkullu pidió a ambas coaliciones que «tomen nota» del éxito de PNV y PSE en las elecciones generales del pasado domingo y que actúen en consecuencia facilitando su día a día. O lo que es lo mismo, el del Ejecutivo autonómico.
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Muy dado a envolver su discurso en otras ocasiones, Urkullu fue ayer nítido en su reivindicación. Pidió a EH Bildu y Elkarrekin Podemos que dejen a un lado los pactos «contra» el Gobierno que están firmando con los populares. Y a cambio les tendió la mano. «Tienen la puerta abierta para dialogar, negociar y acordar», propuso el lehendakari. Un claro intento por evitar que el entendimiento de la oposición siga bloqueando la acción del Ejecutivo vasco o le obligue a asumir decisiones que no quiere. Por ejemplo, abonar 200 millones en indemnizaciones a profesores prejubilados de Primaria y Secundaria. Un proyecto de ley aprobado el jueves en el Legislativo que ha sentado bastante mal al PNV y al Ejecutivo. Y no es la primera decisión que asumen a regañadientes: antes fueron, entre otras, la dimisión de Jon Darpón y la prórroga presupuestaria.
En un tono más pausado que en ocasiones anteriores -Urkullu reprochó hace apenas un mes a la oposición que haga pinza solo para «desgastar» al Gobierno-, el líder del Ejecutivo aprovechó su intervención de ayer en la sesión de control del Parlamento para lanzar guiños. El ofrecimiento a EH Bildu y Elkarrekin Podemos, que presentaron al lehendakari preguntas sobre el escenario postelectoral que se abre en Euskadi, no es nuevo, pero sí los argumentos: el triunfo incontestable del PNV el 28-A y el derrumbe del PP, que se ha quedado fuera del Congreso. «Yo no sé si han hecho la lectura correcta de las urnas», lanzó el líder del Ejecutivo a las coaliciones. Una alusión evidente a sus reiterados pactos con los populares durante los últimos meses y el dudoso rédito electoral que podría tener esa entente.
Alonso no participa
El mensaje del lehendakari llegó tras escuchar a la portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, reprochar al PNV que solo quiera «adhesiones» a sus proyectos y que haya «guardado en un cajón» su perfil soberanista durante la reciente campaña electoral. «Hay quien dice que son ustedes ya más constitucionalistas que independentistas», lamentó Iriarte. Tras ella, el líder de Podemos Euskadi, Lander Martínez, recriminó al Gobierno vasco que carezca de planes efectivos para fortalecer el sector industrial y el empleo de calidad. Y condicionó cualquier pacto con el Partido Nacionalista a que «gire a la izquierda» sus políticas. Porque «Euskadi ha votado mayoritariamente a la izquierda», recordó a Urkullu.
La réplica del lehendakari fue reivindicar un «respeto al sentimiento nacional vasco», en alusión a la amplia victoria del PNV el 28-A y los buenos resultados de EH Bildu, que ha doblado su número de escaños en Madrid. A partir de ahí, Urkullu consideró que la coalición independentista y Podemos deberían acercarse al Ejecutivo y alejarse del PP. A la izquierda abertzale le pidió directamente que «cambie su actitud» tras recordarle que ha firmado 130 pactos con los populares en 130 semanas que se llevan de legislatura, y a Elkarrekin Podemos le advirtió de que no puede reclamar pactos al PNV en Madrid y negarlos en Euskadi.
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Y a todo esto, ¿dónde estaba ayer el PP? El presidente de los populares vascos, Alfonso Alonso, presenció el intercambio verbal de Urkullu, Iriarte y Martínez desde su escaño sin pronunciarse. Podría haberlo hecho porque el orden del día de la sesión de control incluía una pregunta suya al lehendakari sobre el programa de Gobierno, pero decidió retirarla en el último momento. Algunas fuentes atribuyen el gesto a una breve charla sobre las elecciones generales que Alonso mantuvo con Urkullu en los pasillos del Parlamento el jueves, pero no fue así. Los populares prefieren evitar el cuerpo a cuerpo hasta después de las municipales y forales confiando en que mejorarán sus resultados.
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