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Veinte días llevaba paralizada la política vasca con motivo de la campaña electoral, pero es como si el tiempo no hubiera pasado. Vuelven los gestos ... contrariados tras las sonrisas del 28-A. El Parlamento autonómico retomó ayer su actividad y la vida sigue igual para el Gobierno que conforman PNV y PSE, abocado a adoptar medidas a regañadientes cada vez que la oposición une sus fuerzas contra el Ejecutivo. Unos acuerdos que empiezan a repetirse con asiduidad acentuando, por un lado, la debilidad del Ejecutivo y, por el otro, dejando al lehendakari entre la espada y la pared pese a su empeño en agotar la legislatura.
Después de obligar a prorrogar los Presupuestos en enero y forzar la dimisión de Jon Darpón en marzo, EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP unieron sus votos para abrir la puerta a una ley que, si da tiempo a ser tramitada, obligará al Gobierno vasco a pagar 200 millones en indemnizaciones. Son las primas que se ofrecían a profesores de Primaria y Secundaria que se prejubilaban para facilitar el relevo generacional (y ahorrar el pago de muchos trienios a la Administración). Se suspendieron en 2012 por la crisis dejando a unos 3.000 exdocentes en el limbo.
Ya sea ante la perspectiva de tener que asumir una norma dictada por la oposición o por el rumbo que está tomando la legislatura, ni en el Ejecutivo ni el PNV esconden ya su enfado. Más que eso. En Lakua y en Sabin Etxea empieza a calar la sensación de que su programa de gobierno corre riesgo de bloqueo cuando resta aún un año de mandato. Sobre la mesa quedarían más de una veintena de leyes prometidas en 2016. Y, una vez confirmado que las relaciones entre PNV y PP se han enfriado tras la moción de censura a Rajoy, tampoco hay la más mínima garantía de que el Presupuesto de 2020 vaya a salir adelante. El balance legislativo sería muy pobre.
El primero en ver el riesgo fue Iñigo Urkullu. Hace ya varias semanas que, dejando a un lado su habitual moderación, reprochó a la oposición su pinza para hacer caer a Darpón y su «estrategia de desgaste». Los rumores sobre un adelanto electoral se dispararon, pero el lehendakari sorprendió a propios y extraños al asegurar en el Parlamento que su Gobierno estaba «mejor que nunca». El líder del Ejecutivo sí que se planteó dar por concluida la legislatura en marzo, pero el mensaje que ahora se lanza es justo el contrario. El pasado martes, Josu Erkoreka descartó rotundamente un adelanto electoral e instó a Bildu, Podemos y PP a que reflexionaran. El argumento: que PNV y PSE ganaron con holgura en Euskadi el 28-A, lo que, a juicio del portavoz del Gobierno, es un respaldo inequívoco para Urkullu y su programa de gobierno.
El voto mayoritario de la oposición a favor de recuperar la prima para los exprofesores demostró ayer que la llamada al entendimiento del Gobierno vasco ha caído en saco roto. Así que volvieron las críticas. La parlamentaria jeltzale Estibaliz Larrauri acusó a Bildu y PP de alcanzar «un curioso pacto entre antagónicos que otras veces se vetan», y alertó poco menos que de un cataclismo económico para Lakua si tiene que asumir el abono de los 200 millones en indemnizaciones. «Tendrán que decidir de dónde se quita para pagar esto», dijo. La propuesta recogida en la ley es que el abono se fraccione en tres años, y el popular Antón Damborenea recordó que Lakua «ha dejado sin ejecutar 1.000 millones de los últimos dos Presupuestos».
La oposición, que volvió criticar la «pésima» gestión del Ejecutivo, coincide en que engrasar las relaciones depende principalmente del PNV. «Solo ve teorías conspirativas cuando lo que debe entender es que gobierna en minoría», critican. La campaña de las municipales y forales volverá a detener la actividad parlamentaria en una semana. Se retomará en junio, aunque el momento de la verdad llegará en otoño, con la negociación presupuestaria. Habrá que ver entonces cómo influye la conformación de ayuntamientos y diputaciones y el rumbo que tome el PP vasco, que debe mover ficha tras el batacazo en las generales.
Estibaliz Larrauri-PNV «Es curioso el acuerdo entre grupos antagónicos que a veces se vetan para lastrar al Gobierno»
Rebeka Ubera-EH Bildu «El Gobierno es incapaz de arreglar los problemas de personal que tiene en Educación y Osakidetza»
Jon Hernández-Elkarrekin Podemos «El Gobierno no ha sido valiente. Nos daría miedo que el final de la legislatura impidiera la ley»
José Antonio Pastor-PSE «Hemos votado en contra pero hay que negociar con los profesores, si el asunto se dilata irá a peor»
Antón Damborenea-PP «La gestión del Gobierno es nefasta, aun así son prepotentes y no dan un argumento solvente»
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