Urkullu exige a Sortu que rechace los ataques a los partidos aunque no use la palabra 'condena'

Los ataques a sedes de formaciones políticas por parte de disidentes de la izquierda abertzale suman y siguen mientras EH Bildu continúa sin condenarlos de forma explícita. El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha reclamado este miércoles a Sortu, principal partido de la coalición soberanista, que muestre claramente su rechazo a la oleada de sabotajes aunque no sea específicamente con la controvertida palabra porque, en caso contrario, «dan vía libre a justificar cualquier cosa, y hay algunas cosas que son imposibles de justificar».

Decenas de locales de PNV, PSE, Podemos e incluso una herriko taberna de Sortu han amanecido durante las últimas semanas con pintadas a favor del preso de ETA Patxi Ruiz, miembro del Movimiento pro Amnistía que comenzó una huelga de hambre el pasado 11 de mayo desde la cárcel de Murcia. La oleada de ataques alcanzó su momento más preocupante cuando desconocidos lanzaron pintura roja y octavillas de apoyo al recluso frente al portal de la secretaria general de los socialistas vascos, Idoia Mendia.

La mayoría de partidos políticos, incluyendo el PNV de forma reiterada, ha pedido a Bildu que condene sin paliativos estas acciones, pero Urkullu considera que bastaría con un rechazo claro. En una entrevista concedida a Euskadi Irratia, ha asegurado que las formaciones han mostrado «expresiones flexibles» y que él mismo ni siquiera ha planteado la palabra 'condena' para que la izquierda abertzale, y específicamente Sortu, escenifique su respulsa ante los sabotajes.

El lehendakari ha centrado sus reclamaciones en ese partido en concreto y no tanto en la coalición soberanista al completo porque la postura no es la misma entre todos los miembros de Bildu. EA, sin ir más lejos, sí ha dado el paso de condenar los ataques sin ambages, pero Sortu ha tratado de esquivar ese término por activa y por pasiva. «Dentro hay distintas formaciones, y a mí me gustaría que, los que dentro de EH Bildu representan a la izquierda abertzale, dijeran eso», ha reiterado en alusión a afirmar que los sabotajes «están mal».

Sus declaraciones van en la senda de lo que ya expresó en una entrevista con este periódico hace dos semanas. «Hace dos años que ETA anunció su disolución y seguimos empeñados en que la normalización debe estar basada en unos principios éticos que se resumen en admitir que fue injusto. ¿Tanto cuesta decir que matar estuvo mal? ¿Tanto cuesta decir que las pintadas, el acoso, están mal? Es tan fácil como eso», aseguró entonces.