Urdangarin no dormirá más en la cárcel alavesa de Zaballa
Su buen comportamiento y el cumplimiento de un programa para presos por delitos económicos, claves para que pernocte ya todas las noches en la vivienda de su madre en Vitoria
Iñaki Urdangarin ya no volverá a dormir en su celda de 13 metros cuadrados de la prisión de Zaballa. El lunes, según ha sabido ... en exclusiva este periódico, le fue aplicado el artículo 86.4 del reglamento penitenciario, que le exime de pernoctar en el centro penitenciario alavés, al que arribó a finales de febrero.
Publicidad
Durante los últimos cuatro meses descansaba cuatro noches a la semana en el modulo residencial para internos en régimen abierto. Siempre ha mantenido su estancia «muy ordenada y con una disposición espartana», según deslizan funcionarios consultados. Las jornadas restantes pernoctaba en la casa de su madre, Claire. Ahora lo hará a diario.
Su buen comportamiento, unido a un cumplimiento estricto del programa Pideco, diseñado para condenados por delitos económicos como es el caso del exduque de Palma, han resultado fundamentales en la decisión de la junta penitenciaria de relajar sus condiciones y de eximirle de acudir a la cárcel más moderna y grande del País Vasco, con 36.304 metros cuadrados.
Pero hay un contrapunto. Entre sus obligaciones, Urdangarin deberá cumplir con el horario habitual en su puesto como consultor en el despacho vitoriano Imaz&Asociados, localizado enfrente de la plaza de los Fueros y especializado en operaciones mercantiles, tributarias y laborales. También tendrá que completar Pideco, lo que implicará clases semanales hasta bien entrado el otoño. Apenas 70 reclusos lo siguen en todo el país. «Se trata de un curso que no es fácil», subrayan fuentes internas del Ministerio de Interior.
Publicidad
Queda una tercera condición innegociable. El personal de Zaballa le someterá a «controles semanales» para conocer su paradero y que sigue cumpliendo, por ejemplo, con sus obligaciones laborales. Estos contactos serán generalmente telefónicos, sin descartarse otras alternativas como la presencial.
Sin pulsera telemática
A cambio, este condenado a cinco años y diez meses por el 'caso Nóos' se librará de la pulsera telemática que sí portan otros internos del centro penitenciario alavés también en libertad vigilada. Incluso se le permitirán viajes puntuales al extranjero «estipulados» dentro de su actual labor ocupacional. A principios de mes ya se trasladó en coche hasta Ginebra para celebrar el cumpleaños de su mujer, la infanta Cristina, quien reside en la ciudad suiza desde 2013 junto a varios de sus hijos.
Publicidad
El preso más famoso de Zaballa, cuñado de Felipe VI y yerno del rey emérito, apenas ha dejado huella. Su módulo nunca ha contado con más de quince inquilinos, todos también reos en tercer grado. En la puerta de la cárcel siempre le aguardaba el coche con sus escoltas, los mismos que le dejaban al atardecer. Los horarios variaban por razones de seguridad. «Una tarde les abroncó porque llegaban muy justos y él no quiere problemas de ningún tipo», cuenta un ertzaina asignado a este centro.
Urdangarin, exinternacional de balonmano y que el 15 de enero cumplió 53 años, superó la primera parte de su condena en la prisión de Brieva. En Madrid trabajó unos días en el Hogar Don Orione. Mientras que en Zaballa deja la imagen de «un hombre muy religioso, discreto y tranquilo».
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión