Torra carga contra Aragonès y le pide que deje de ser «muleta» de Sánchez
El soberanismo escenifica sus diferencias sobre la validez de la mesa de diálogo con el Gobierno central
d. guadilla
Viernes, 20 de agosto 2021, 00:07
A menos de un mes para que se reúna la mesa de diálogo para Cataluña, los socios de gobierno en la Generalitat viven su propia ... bronca. El foro destinado a rebajar la tensión nace con el lastre relevante de que ERC y JxCat están metidos en una guerra en la que escenifican sus desencuentros sin disimulo. Los más beligerantes son los representantes de Junts, que ayer lanzaron un doble órdago al presidente Pere Aragonès. Su antecesor, Quim Torra, y la presidenta del Parlament, Laura Borrás, le exigieron firmeza en las negociaciones con La Moncloa, que plantee de forma directa la «independencia» y que deje de ser «títere» de Pedro Sánchez. Desde ERC respondió la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà: «El dogmatismo, el apriorismo y la división serán malos compañeros de viaje».
Las declaraciones de dos de los pesos pesados de JxCat evidencian cómo está la situación dentro del independentismo. La desconfianza es máxima y no solo entre los neoconvergentes y Esquerra, sino dentro de Junts. En la formación conviven al menos dos tendencias que no siempre caminan en la misma dirección, al menos en lo que se refiere a las declaraciones públicas.
Torra y Borràs serían los máximos exponentes del sector más esencialista, el que no renuncia a la declaración unilateral de independencia y que, en cierta medida, sigue manteniendo unos vínculos muy fuertes con Carles Puigdemont. En el lado opuesto de la balanza, el actual vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, y el consejero de Economía, Jaume Giró, que sin abandonar las reivindicaciones de máximos también consideran que es el momento de abrir un canal de interlocución con el Gobierno, pactar inversiones, transferencias... En esa pelea estratégica, Torra y Borràs consideran que la mesa de diálogo que se celebrará el 13 de septiembre solo es una treta por parte de La Moncloa para no abordar los temas que consideran esenciales: la autodeterminación y la independencia.
«Ir a hacerse una foto cada tres meses no es algo que el independentismo se pueda permitir», recalca Torra
«Escéptico»
Torra no pudo ser ayer más claro. Durante un encuentro telemático en el que también estuvo Borràs, aseguró respecto al foro de septiembre que «no es que sea escéptico, es que no puedo creer en ella». Para el expresidente, «Cataluña no está en condiciones de sentarse en una mesa de diálogo» de la que no se sabe ni la metodología ni qué se negociará. «Ir a hacerse una foto cada tres meses no me parece que sea algo que el independentismo se pueda permitir». Añadió, textualmente, que servirá para normalizar esta situación de dependencia con España.
Según Torra, a quien le puede venir bien la constitución de la mesa es a Sánchez «porque no tiene nada que perder, da una imagen internacional de cierto fin del conflicto, y por cuestiones tácticas de supervivencia». Por eso, el actual presidente de la Generalitat «debe escoger: dirigir la separación de Cataluña o hacer de muleta del Gobierno».
En una línea muy similar, la presidenta del Parlament subrayó que el Govern tiene el «deber» de negociar la independencia frente al Estado en el marco de la mesa de diálogo y avisó de que solo tendrá sentido si en ella se tratan la amnistía y el derecho de autodeterminación.
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