La tensión resurge en el Gobierno de coalición por la agenda económica
El tira y afloja por el salario mínimo, la reforma fiscal o la ley de vivienda evidencia la distancia entre el PSOE y Unidas Podemos
Basta que Pedro Sánchez diga que la crisis de gobierno no es prioritaria para que el nerviosismo cunda incluso con más fuerza. Sucede como con ... los entrenadores. En los momentos difíciles, una ratificación es sinónimo de cese fulminante en cuestión de horas. En eso andan los ministros del Gobierno de coalición, esperando a ver si el pulgar del presidente apuntará a los cielos o señalará a los infiernos cuando pronuncie su nombre. Hay nervios y eso se nota en cada comparecencia. Todos dicen no saber nada y es muy probable que estén diciendo la verdad. Y los nervios no sólo son a nivel personal, también en lo político, con el engranaje del Ejecutivo PSOE-Unidas Podemos de nuevo en entredicho por la agenda económica.
Después del gol que la vicepresidenta Carmen Calvo encajó de la ministra Irene Montero con el recién aprobado anteproyecto de la 'ley Trans', el nuevo terreno de juego se desarrolla en lo económico, con tres grandes batallas sobre la mesa del Consejo de Ministros. Primera y, sobre todo, la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, trata de impulsar de forma inminente. De hecho, esta semana llegó a pedir al presidente Sánchez «la misma valentía» que tuvo con los indultos para aprobar esta subida.
Su problema se llama Nadia Calviño, su superior inmediata, que el martes, desde la mesa del Consejo de Ministros, aplazó la decisión a finales de este año hasta observar cómo evoluciona la economía. El choque de trenes entre ambas es evidente, por mucho maquillaje que pretenda aplicarse. Desde Podemos, restan valor a estas palabras y recuerdan que este asunto es algo que se abordará directamente entre Sánchez y Díaz, «entre nadie más».
Yolanda Díaz trata de lanzar un mensaje positivo y Alberto Garzón reaparece para pedir comer menos carne
No son tampoco casuales los rumores que hablan de una salida de Calviño en la inminente (se habla incluso de este mismo mes) renovación del Gobierno. Los globos sonda tienen color morado, pero son muchos quienes advierten de que prescindir ahora de Nadia Calviño, sobre todo a ojos de Bruselas, sería un suicidio para el presidente a las puertas de la llegada de los fondos europeos.
La otra gran decisión que ha levantado una enorme polvareda y que fue anunciada recientemente por el presidente es la de no impulsar una ambiciosa reforma fiscal en los Presupuestos de 2022. La formación que ahora lidera Ione Belarra, que ha asumido un perfil bastante bajo tras coger las riendas de Podemos, empuja con vehemencia para redoblar la presión fiscal sobre las rentas más elevadas y las grandes multinacionales, pero a día de hoy parece una batalla perdida.
Lo mismo sucede con la ley de vivienda, un túnel para el que llevan buscando salida desde hace muchos meses. Podemos quiere limitar el precio de los alquileres en las zonas más tensionadas, pero en el PSOE no lo ven nada claro.
Robles, satisfecha sin Iglesias
Pese a las diferencias y el resurgimiento de ciertas tensiones internas, el Gobierno de coalición trata de 'vender' máxima normalidad de puertas afuera. La propia Díaz habló ayer de «magnífica relación» y aseguró que «se observa que la coalición no solamente funciona bien, sino que está dando lo mejor de sí misma».
En este mismo sentido se posicionó la titular de Defensa, Margarita Robles, una de las ministras más 'combativas' durante la era Pablo Iglesias. «En el momento actual el Gobierno está funcionando sin tensiones. Es un aspecto positivo porque al final lo que los ciudadanos le piden al Gobierno es que no actúe en clave partidista sino pensando en los ciudadanos», subrayó.
Mientras tanto, reapareció ayer el ministro de Consumo, Alberto Garzón, uno de los 'señalados' en la futura crisis de gobierno. Lo hizo a través de Twitter para pedir a la gente que coma menos carne porque «perjudica a nuestra salud y a nuestro planeta».
Podemos insiste en que Puigdemont debe ser parte de la solución
La portavoz nacional de Podemos, Isa Serra, subrayó ayer que el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, huido en Bélgica desde 2017, «debe formar parte de la solución al conflicto catalán» y considera que la opción de eliminar el delito de sedición ayudaría a conseguirla. En declaraciones a RNE, señaló que el Gobierno central debe estudiar si la creación del fondo de 10 millones de euros impulsado por el Govern para cubrir las fianzas que pide el Tribunal de Cuentas a decenas de altos cargos y exmiembros de la Generalitat tiene «base jurídica real», pues sólo podrá aceptarlo si cumple ese requisito.
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