Los sindicatos de la Ertzaintza van al choque con el Gobierno a siete días del Tour

Las centrales exigen una actualización de los sueldos tras «doce años sin convenio». También la renovación de sus materiales, vehículos e instalaciones. El Departamento de Seguridad, por su parte, anunció a principios de semana una batería de 37 medidas que conllevarían «18 millones de euros» para las bases de este cuerpo. Pero, según sus interlocutores, «es lo mismo que nos plantearon en abril».

Tal fue la tensión vivida tras el plante sindical que Seguridad programó ayer una comparecencia pública a la misma hora que los representantes de los trabajadores. El cruce de acusaciones fue mutuo. «El responsable de lo que ocurra en el Tour será Urkullu», amenazaron desde un hotel bilbaíno los representantes de Erne, Esan, Euspel y Sipe, en referencia a una más que probable desbandada de agentes en forma de bajas. También pidieron el «cese» del consejero Erkoreka y su equipo por «ser incapaces» de mostrar un mínimo talante dialogante. Eso sí, se abrieron a sentarse a negociar otra vez «ya mismo».

Desde el centro de Tráfico de Txurdinaga, el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, les acusó de» irresponsables» para, a continuación, lanzar un ruego. «Pido a los sindicatos que reconsideren su posición, que recapaciten, que vuelvan a la mesa de negociación porque todavía hay margen para el entendimiento aunque las posiciones de partida puedan ser distantes».

El altavoz mediático de la ronda gala -uno de los mayores eventos deportivos del planeta- representa la gran baza para los sindicatos, agrupados en un inusual frente común tras la irrupción de 'Ertzainas en lucha'. El lema de este movimiento asindical, que llegó a movilizar cerca de 4.000 agentes en una manifestación en Bilbao, es «sin convenio no hay Tour». Con un discurso más comedido, las centrales han hecho suya esa idea.

«Vamos a mantener todas las movilizaciones (el martes se concentrarán ante Lehendakaritza). La pelota está en el tejado del señor sailburu (por Erkoreka) y por ende en el del lehendakari». Los representantes de la unidad sindical añaden que «no podemos garantizar la presencia» de los efectivos suficientes entre el 1 y el 3 de julio, cuando la ronda gala inundará las calles y carreteras vascas. Se calcula que harán falta 1.500 efectivos para cumplir con las exigencias de la organización. «Si la administración no quiere negociar, no vamos a pedir al colectivo un esfuerzo».

¿Cuáles son las líneas rojas para los ertzainas? «Queremos las retribuciones igualatorias con el resto de funcionarios y policías vascos. Seguimos dispuestos a negociar pero no hay voluntad. Podemos ser flexibles si dejamos de ser funcionarios de tercera».

La versión cambia bastante al escuchar a Erkoreka. «Lamentó la actitud intransigente, irreal e irresponsable que los sindicatos de la Ertzaintza han mantenido hoy (por ayer). Han rechazado hablar de una sola de las 37 mejoras, sólo querían hablar de un asunto, los demás no les interesaban. Esa única cuestión era la del incremento lineal de las retribuciones para la plantilla», subrayó. Recalcó que una «subida lineal» para todo el cuerpo policial, además de ser «ilegal e inconstitucional», supondría un impacto presupuestario de más de 100 millones de euros anuales.