«Sánchez lo va a tener difícil para acabar la legislatura si las cosas no cambian»

- Si el Gobierno de Sánchez aplica la subida de impuestos que propone Podemos, ¿sería el inicio de una senda de acuerdos?

- No planteamos solo subir los impuestos a los que más tienen, es un 'pack' de diferentes medidas. Queremos que se renegocie la senda de déficit porque debe ser mayor y que empecemos a hablar de suelo de ingresos en vez de techo de gasto. No puede ser que Europa nos diga cuánto hay que gastarse en la ciudadanía y nos tenga encorsetados.

- ¿Sugieren que se desobedezca a Europa?

- No, pero hay que ir con más fuerza a negociar a Bruselas. No se puede acatar sistemáticamente todos los límites que nos ponen. Debemos acabar con la austeridad.

- ¿Y una subida impositiva es la solución?

- El reparto de la carga de impuestos ahora mismo es tremendamente injusto. Se penaliza a asalariados, autónomos, pymes... el impuesto con el que más se ha recaudado últimamente es el IVA, y eso no puede ser cuando las grandes corporaciones y los fondos de inversión están pagando muy poco.

- Hay quien alerta de que si se aprieta en exceso a las grandes empresas pueden irse a tributar fuera de España.

- Y si se aprieta más a los que menos tienen se puede acabar hundiendo el país. Es razonable que aporten más los que más tienen.

- ¿Agotará Pedro Sánchez la legislatura?

- El panorama es incierto, va a empezar un curso político de oportunidades y riesgos, pero el asunto depende del PSOE y de Sánchez.

- Si el Gobierno no consigue aprobar el techo de gasto y los Presupuestos, ¿está abocado a un adelanto electoral?

- Ellos quieren agotar la legislatura sea como sea, pero si el Gobierno no accede a dialogar y a cambiar cosas lo van a tener muy complicado. Si les apoyamos en la moción de censura fue para que cambiaran las cosas, y de momento no lo han hecho.

- Hace un año anunciaba su renuncia a liderar Podemos Euskadi, ¿cómo ha cambiado su vida en este tiempo?

- Como diputada sigo teniendo mucho trabajo, pero mi vida ahora es mucho más tranquila. Sigo pendiente del día a día de Podemos Euskadi, pero de otra manera.

- ¿Y cómo ve a Podemos Euskadi desde la barrera?

- Avanza bien, se está trabajando mucho en temas como la reforma del Estatuto. E internamente hemos aprendido mucho. Una de las principales preocupaciones que tenía cuando se convocaron las primarias era la de acabar con la mala competencia que venía habiendo, y creo que todo el mundo ha estado a la altura. Fue un proceso limpio y civilizado. Es síntoma de madurez.

- Ha pedido a PNV, EH Bildu y PSE un «pacto a cuatro» para reformar el Estatuto. ¿Quién debe ceder?

- Todos. Si lo que queremos es un acuerdo amplio, toca ceder. No vale que PNV y Bildu se encierren en propuestas identitarias que al resto no nos convencen o en el no por el no del PSE, porque si nadie está dispuesto mejor nos echamos a un lado.

- ¿Y ese pacto cómo se consigue? Porque los partidos ya lo han intentado en la ponencia de Autogobierno sin éxito.

- Seguimos apostando por dividir el debate en dos vías para dejar la cuestión territorial al margen del resto y avanzar en el blindaje de derechos sociales, en el feminismo...

- Dicen que el PNV está «virando» su postura sobre el Estatuto. ¿En qué lo perciben?

- Hace unos meses estaban completamente encerrados en su pacto con EH Bildu y decían que no se bajaban de eso. En los últimos discursos la actitud es diferente, vuelven a llamar a grandes acuerdos y a que todas las partes cedan.

- ¿Ha perdido el tiempo hasta ahora entonces la ponencia?

- Creo que es muy pronto para hablar de fracaso, y no hay que dramatizar ante la perspectiva de que haya asuntos en los que no vayamos a ponernos de acuerdo. Al fin y al cabo somos partidos con ideologías distintas. Pero hay que intentar buscar pactos, debe haber voluntad porque lo contrario no sería entendido por la sociedad.

- ¿Le ha sorprendido la propuesta soberanista del PNV?

- Me sorprende más que le dieran la responsabilidad de negociar a Egibar porque se veía que nos podía llevar a la situación enquistada en la que estamos hablando exclusivamente de la cuestión territorial.

- ¿Es a Egibar a quien ve virar entonces?

- (Sonríe). No, pero Egibar no es el PNV.

- ¿Le vale un Estatuto que plantee una relación bilateral con el Estado y otorgue la ciudadanía vasca?

- No me gusta hablar de líneas rojas porque obstaculizan el debate. La cuestión territorial es un eje vertebrador de la política vasca y hay que tenerla en cuenta, pero hay quien la usa como escudo para no hablar de otras cosas. El PNV prefiere hablar de eso antes que de pensiones, sanidad o educación.

- ¿Pueden los partidos acercar posturas a las puertas de un año electoral?

- Si hay voluntad, sí. Aunque es cierto que en año electoral aparece esa necesidad de diferenciarse del resto para recoger votos.