Sergio Sayas, durante el pleno de ayer en el Congreso. efe

Los dos representantes de UPN se rebelan y generan una tormenta en Pamplona

Sayas y García votan 'no' a pesar de la orden de su partido, que había pactado con el PSN apoyar al alcalde de la capital navarra

david guadilla

Viernes, 4 de febrero 2022, 01:46

UPN acabó siendo uno de las protagonistas de una jornada esperpéntica. Sus dos diputados, Carlos García Adanero y Sergio Sayas, votaron contra el decreto a ... pesar de que la dirección del partido les había ordenado avalarlo. Pero no solo eso. UPN había decidido respaldar a Pedro Sánchez a cambio de que el PSN les apoyase en el Ayuntamiento de Pamplona, evitase la reprobación del alcalde, Enrique Maya, y aprobase un importante paquete de inversiones para la ciudad. Los socialistas navarros tragaron en un primer momento, pero cuando se hizo público el voto de García y Sayas montaron en cólera y ahora amenazan con dejar en una situación comprometida a Maya. UPN ha pedido a sus dos diputados que entreguen sus actas.

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El preámbulo del sainete se escribió pasadas las ocho de la tarde del miércoles cuando el presidente de UPN, Javier Esparza, comparecía desde Pamplona para asegurar que su formación apoyaría la reforma laboral. Se trataba de dos votos clave, porque aseguraban que el texto del Gobierno pasaría el corte.

Pero el guion empezó a girar alrededor de las nueve de la mañana de ayer. García y Sayas llegaban al Congreso y aseguraban que no compartían la decisión de su partido. Dato: Sayas compitió por el liderazgo de UPN con Esparza en junio de 2020. Argumentaban que no era lo que les pedían sus votantes y que no podían respaldar a Sánchez por sus acuerdos con Bildu. Al Ejecutivo le recorrió un escalofrío.

Aun así, las aguas parecían encauzarse porque apenas había pasado una hora y García y Sayas matizaron sus palabras: no compartían la decisión, pero acatarían el sentido del voto. El pleno fue discurriendo con relativa normalidad hasta primera hora de la tarde. Fue entonces cuando se supo la razón de que UPN apoyase a Sánchez. Y no se conoció en el Congreso, sino en Pamplona.

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Se celebraba un pleno importante para Maya, el principal representante institucional que tiene UPN. Debía aprobar un importante paquete de inversiones por valor de 23 millones y evitar su reprobación por unos polémicos comentarios sobre los 'menas'. Y para las dos cosas necesitaba al PSN, que ya había anunciado que estaba dispuestos a hacer frente con el resto de la oposición.

La formación regionalista exige a los diputados que entreguen sus actas y pide disculpas al PSN, que no las acepta

«Por sacrificio»

Pero la necesidad de salvar la reforma laboral les hizo cambiar de opinión. Conscientes de que su paso recuperaba el fantasma de un PSN a merced de lo que decida Madrid, los concejales socialistas hablaron del «sacrificio» que asumían y subrayaron que lo hacían por «un bien superior». Apoyaban las modificaciones presupuestarias necesarias para las inversiones y evitaban presentar la reprobación. Pero la historia no había acabado.

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Llegaba la hora de la votación en el Congreso. García y Sayas rechazaban el decreto ante la estupefacción de todos. En especial, de sus compañeros de partido. En declaraciones a la televisión, Sayas negaba que hubiese mentido al afirmar que iba a acatar el mandato de la dirección. Lo que vino a decir es que sus giros estaban provocados porque no estaba acostumbrado a este tipo de cosas, a la presión. Entre los que no salían de su asombro estaban también los miembros del PSN. «Nos arrepentimos de creer en su palabra. ¿Hasta dónde van a llegar, señores de UPN? Se merecen cualquier cosa. Nos han dejado en una situación vergonzosa», afirmó la portavoz, Maite Esporrín.

UPN les pidió disculpas pero no surtieron efecto. Lo de la votación de las inversiones ya no tenía vuelta atrás, pero el PSN ya ha dicho que ahora sí reprobará al alcalde. Maya cargaba contra sus compañeros en el Congreso. «Es algo gravísimo. Tendrá consecuencias». El partido les pedía que entregasen sus actas, pero los aludidos no se dieron por enterados y aseguraban que no habían incumplido los estatutos de UPN. El futuro de Sayas y García en la formación regionalista es más bien sombrío, pero en el Congreso no está claro, porque el acta les pertenece a ellos, no al partido. Y Sayas ya dejó claro anoche que no piensa renunciar al escaño porque él puede defender su posición ante sus votantes. «A ver si Esparza puede -añadió retando al presidente del partido-, y si quiere, que haga un referéndum».

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