«Reino Unido volverá a la UE cuando se dé cuenta del frío que hace fuera»
- ¿Qué pierde España con la salida del Reino Unido de la UE?
- Pierde la UE, no solo España. Pierde a un miembro ... muy especial, que representaba el liberalismo, la apertura, una visión cosmopolita... Pero también es cierto que este Reino Unido había cambiado en los últimos años, había empezado a tomar un rumbo diferente. Es muy triste perder un miembro de la UE por primera vez, pero se queda el vecino, el socio, el amigo.
- ¿Cuándo volverán?
- Cuando se den cuenta de que fuera de la UE hace mucho frío.
- El Brexit no ha sido abrupto, pero el coste será elevado. ¿Cuál es el impacto económico que sufrirá España?
- Lo que sí sabíamos era el impacto que tendría un Brexit duro sobre la economía española, con la pérdida de entre el 0,7% y 0,8% del PIB, con muchos miles de millones anuales y puestos de trabajo en sectores específicos. Ahora lo que queda por dilucidar es cuál es el coste de reintroducir los controles propios de un país tercero, el coste de salir de un mercado único a un tratado de comercio. Hemos tratado de hacer una frontera lo más fácil posible, pero sigue siendo frontera.
- Llegaron a un acuerdo sobre la bocina en torno a Gibraltar, pero la oposición le acusa de haber perdido una oportunidad histórica para recuperar la soberanía del Peñón.
- Quien ha pasado por negociaciones sobre Gibraltar, como Javier Solana y Josep Piqué, de dos posturas políticas muy diferentes, ha aplaudido este acuerdo. Quizá lo han hecho porque han entendido el sentido. Desde pretensiones irrenunciables en materia de soberanía por ambas partes, se buscaba reflejar una convergencia de intereses entre españoles y gibraltareños. Es la primera vez que ocurre y es consecuencia del Brexit.
- Pero España tenía la posición de fuerza en la negociación.
- Los ciudadanos gibraltareños se posicionaron masivamente a favor de quedarse en la UE y los españoles son de los más europeístas. De repente hay una convergencia de intereses que hemos reflejado con la aplicación de Schengen a Gibraltar, con España como garante último de su aplicación en el puerto y el aeropuerto. Respondemos a lo que quieren nuestros ciudadanos, lo hacemos con grandes dosis de sentido común, sin perder un ápice de soberanía y empezamos a construir comunidad.
- Es la jefa de la diplomacia de un Gobierno cuyo vicepresidente segundo suele fijar sus preferencias en materia internacional y no precisamente en la línea oficial del Ejecutivo. ¿Le incomoda?
- En absoluto. En España la política exterior la marca el presidente del Gobierno con la ministra de Exteriores. No está dentro del acuerdo de coalición, por lo que tiene su propia lógica. Y cuando hay algo que dilucidar, nos sentamos y discutimos. Hay cuestiones sobre las que Pablo Iglesias tiene posturas diferentes, pero eso no me hace sentir incómoda porque está claro quién dirige la política exterior de España.
- ¿Y Marruecos, por ejemplo, lo tiene claro? ¿Las declaraciones de los miembros de Podemos sobre el Sáhara han abierto una crisis con aquel país?
- El Gobierno de Marruecos tiene claro cuál es la postura de España porque tiene un interlocutor claro, que soy yo. Conversamos casi semanalmente, intercambiamos mensajes y construimos complicidad y buena vecindad. Ambos somos conscientes de nuestra interdependencia.
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