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Ocurrió en el transcurso de una respuesta a una pregunta un tanto genérica sobre el invierno demográfico y la fuga de talento joven. Contestaban el ... lehendakari y el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, y al final de su intervención, Imanol Pradales aprovechó para introducir una reflexión un tanto inesperada. Sobre inmigración. «¿Qué tipo de migración necesitamos y qué tipo de migración es la que estamos recibiendo? Solo en los últimos cinco años hemos recibido más de 75.000 personas migradas. Pero no ha sido una migración buscada. ¿Qué necesidades tiene la sociedad y la economía vasca?», lanzó el dirigente jeltzale.
Sucedió el pasado jueves en el Foro Agenda Atlántica organizado por EL CORREO y 'La Voz de Galicia' y patrocinado por Bankoa-Abanca. Pero los ecos han resonado en la mañana de este sábado y además con fuerza en la política vasca. Y la principal crítica ha llegado, precisamente, de los socios del PNV en el Gobierno vasco. Al PSE no le gustaron nada esas declaraciones del lehendakari, en las que apreciaron un giro claro de la postura que hasta ahora había defendido Pradales en esta materia. «Son muy preocupantes. Se apartan del ámbito que hemos acordado la mayoría de los vascos y de las vascas con el pacto vasco-migratorio, a donde tenemos que volver», ha asegurado el parlamentario socialista Ekain Rico en la radio pública vasca.
El representante no se ha quedado ahí y ha calificado de «muy peligroso» que la postura defendida por Pradales «coincida» con la del presidente gallego y, en general, con el PP. «Clasificar a los inmigrantes como de calidad o inmigrantes basura es incompatible con la defensa de los derechos humanos, la cohesión social y la integración. Hablar de la migración que nos viene y la migración que necesitamos es verdaderamente terrible, absolutamente pernicioso, peligroso», ha insistido Rico.
El socialista ha querido destacar que Euskadi es una sociedad «avanzada, de acogida», y ha dejado entrever que la postura del lehendakari podría interpretarse como un «retroceso» en esos principios, ya que puede trasladar a la ciudadanía el mensaje de que «no se necesita la inmigración». «Pero sí la necesitamos para mantener nuestro estado de bienestar, para mantener todo lo que nos define como europeos, como sociedades avanzadas», ha reflexionado.
En el programa en el que Rico ha realizado estas declaraciones estaban presentes representantes de la mayoría de grupos parlamentarios. Entre ellos del PNV, que ha salido en defensa de Pradales. Ha sido el portavoz en la Cámara de Vitoria, Joseba Díez Antxustegi, uno de los referentes en la nueva dirección de Aitor Esteban, quien ha valorado como «muy acertadas» las palabras de su compañero de partido. «En este momento tenemos a gente que dice que 'nadie es ilegal y que aquí caben todos' y frente a eso tiene que haber un discurso mucho más moderado, mucho más sensato, mucho más centrado, que es el que dice que Euskadi ha sido, es y quiere seguir siendo un país de acogida, solidario, pero la solidaridad implica que esa migración que recibimos tiene que ser ordenada, regular y segura», ha expuesto el portavoz jeltzale.
Antxustegi no se ha limitado a dar la cara por el lehendakari, sino que ha ido más allá en su reflexión. «Hay que ser selectivos, ver qué personas tenemos que incorporar a nuestra sociedad en una situación en la que la pirámide demográfica está sufriendo y tiene unas particularidades, e introducir a nuestra sociedad a aquellas personas que realmente necesitamos», ha argumentado.
De hecho, ha reconocido que «echa en falta» un plan estructural y una política migratoria, pese a que su partido gobierna desde hace cuatro décadas –menos el paréntesis del Ejecutivo de Patxi López– en Euskadi. «Y todo esto sin dejar de hacer una apuesta clara y decidida por la natalidad en Euskadi y por seguir dando facilidades, recursos a las familias que quieran tener hijos e hijas para tener hijos e hijas en este país», ha rematado.
El tiempo dirá si este cruce de declaraciones se queda en un simple rifirrafe entre los socios en el Ejecutivo autonómico y las principales instituciones vascas o abre un nuevo frente de fricción entre ambos, algo que se está haciendo habitual en los últimos meses. El anterior choque entre nacionalistas y socialistas se produjo justo hace un mes, cuando el líder del PSE, Eneko Andueza, dio en público «un tirón de orejas» a Pradales por posicionarse en favor de Gipuzkoa en la polémica sobre la conexión del TAV con Navarra.
Y mientras tanto, los partidos de la oposición asisten a estas fricciones marcando su propio perfil. En esa misma tertulia, la parlamentaria de EH Bildu Diana Urrea ha abogado por generar un «verdadera modelo de acogida en el que nuestro idioma, nuestra cultura y nuestras raíces se fusionen con las personas que llegan» a Euskadi.
Más incisivo se ha mostrado el popular Santiago López, quien ha calificado de «muy acertadas» las afirmaciones de Pradales pero ha denunciado su «tremenda hipocresía» por poner este tema sobre la mesa ahora, cuando se ha demostrado que el modelo implantado por su partido «ha fracasado». «No ha funcionado. La tasa de paro entre los extranjeros en Euskadi triplica a la de los vascos y es la segunda más alta de toda España», ha expuesto.
La parlamentaria de Vox, Amaia Martínez, por su parte, ha reclamado al lehendakari que «deje de hacer preguntas y dé las soluciones a los problemas».
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