Los presupuestos municipales abren paso a los pactos entre la izquierda en Euskadi
El PSE firma acuerdos con Bildu y Podemos, incluso sin necesitar sus votos, y alimenta fórmulas alternativas a la hegemonía del PNV
«Hoy ha sido en Eibar, mañana...». El sugerente augurio corresponde a un tuit de EH Bildu en el que se felicita por el acuerdo ... presupuestario sellado en el Ayuntamiento gobernado por el PSE. No es la norma, pero tampoco la excepción. Las negociaciones en múltiples consistorios vascos, fundamentalmente en Gipuzkoa, están aflorando un incipiente clima de entendimiento entre los partidos de izquierda en el estamento municipal. En el tablero político se activan nuevas fórmulas, insospechadas hasta hace bien poco en Euskadi, que amagan con llegar para quedarse.
Por el momento, los planos local y autonómico están lejos de sincronizarse. Al mismo tiempo que los ayuntamientos ultiman la aprobación de sus cuentas públicas para este 2021, el Gobierno vasco de PNV y PSE acaba de iniciar una ronda con la oposición pese a ostentar una cómoda mayoría absoluta que asegura la luz verde a su proyecto. Y aquí la opción de que Bildu siquiera se abstenga está, salvo sorpresa, prácticamente descartada. En contra juega su papel como principal alternativa política y que su relación con el lehendakari, Iñigo Urkullu, roza la inexistencia.
Ahí está una de las claves. La preeminencia jeltzale en los ejecutivos de coalición que vertebran las instituciones vascas acaba siendo un obstáculo para la participación no solo de la formación abertzale sino también de Elkarrekin Podemos. Señal de ello fue que los morados, después de estructurar su campaña electoral en torno a la vía de un tripartito de izquierdas, pidieran sin éxito negociar los Presupuestos autonómicos con el PSE. Los socialistas solo gestionan tres de las once carteras de Lakua, entre las cuales no está Hacienda, encargada de la elaboración de las Cuentas.
El socialista De los Toyos tenía garantizada la luz verde con el PNV y aun así ha atraído también a Bildu
EIBAR
En este caso, el orden de los factores sí altera el producto. Porque allí donde el equilibrio de fuerzas es inverso y el PSE ostenta la makila −ya sea con el PNV como socio minoritario o como opositor−, el resto de la izquierda presenta menos reparos a la negociación y al pacto. Incluso cuando sus votos no son matemáticamente necesarios. La mayoría absoluta del Ejecutivo local no ha sido impedimento para que Elkarrekin Podemos vote a favor de los Presupuestos de Pasaia, gobernada por la socialista Izaskun Gómez en coalición con los nacionalistas.
En Eibar, histórica plaza del socialismo, Miguel de los Toyos está en minoría y ya había cerrado un acuerdo para que los jeltzales se abstuvieran en la votación de su proyecto presupuestario. Una vez garantizada su aprobación, también ha sumado a Bildu, un movimiento celebrado con júbilo por Arnaldo Otegi. Esa sintonía ha llegado también a localidades donde el PSE tiene un papel secundario a rebufo del PNV. En Elgoibar, pueblo natal de Otegi, los soberanistas se abstendrán tras sellar un acuerdo con la rama socialista del Gobierno, que tiene un edil frente a ocho de la parte jeltzale.
La coalición abertzale se abstendrá tras llegar a un acuerdo con el PSE, socio minoritario en el Ejecutivo
ELGOIBAR
Estos casos se suman al precedente de Irún, donde las tres fuerzas de la izquierda vasca llegaron el año pasado a un pacto inédito para sacar adelante las Cuentas. Ahora, el socialista José Antonio Santano se ha asegurado la estabilidad del mandato al incorporar a ediles de Podemos a su equipo de Gobierno en lo que supone la primera coalición de este tipo en Euskadi. Ambos suman más de la mitad de los concejales, pero el regidor confía en repetir el acuerdo a tres bandas en un municipio en el que las relaciones PSE-PNV son más que gélidas tras la ruptura de su alianza en 2018.
Límites al entendimiento
En definitiva, los ejemplos de pacto se acumulan después de un 2020 marcado por el primer 'sí' de la izquierda abertzale a unos Presupuestos Generales del Estado, los de PSOE y Unidas Podemos. Algo empieza a moverse en el seno de una izquierda vasca históricamente fracturada por el terrorismo de ETA. Públicamente, en cualquier caso, los socialistas siguen estableciendo límites al entendimiento. «Bildu no cumple las condiciones éticas para gobernar con ellos; pactar es otra cosa», afirmaba su máxima dirigente en Euskadi, la vicelehendakari Idoia Mendia, en una reciente entrevista publicada en EL CORREO.
Después de incorporar a Podemos a su equipo, el alcalde Santano busca repetir el pacto con Bildu
IRÚN
Mientras tanto, en Sabin Etxea se mantienen atentos a los movimientos. El PNV cree que todavía queda mucho trecho para una hipotética unión de la izquierda en el País Vasco, si es que se da, pero también es consciente de que esa es la fórmula que podría amenazar su hegemonía política. La duda no es tanto el qué, sino el cuándo.
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