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Las aguas en el PP de Bizkaia bajan cada vez más turbias. La intención de Génova de buscar un relevo para su presidenta, Raquel González, ... ha desatado una fuerte contestación entre los sectores más cercanos a la líder, que denuncian una intromisión de la ejecutiva nacional en la elección del liderazgo provincial. La actual portavoz en las Juntas Generales, no en vano, tiene intención de aspirar a un tercer mandato al frente de la organización y está dispuesta a dar la batalla si se promueve a un candidato alternativo por parte del aparato en un congreso que debería celebrarse en primavera pero que probablemente se retrasará.
La posibilidad de que en 2025 se produzcan adelantos electorales -de las generales y de varias comunidades autónomas como Baleares y Castilla y León- ha llevado a todo el PP a congelar sus procesos internos. Esto afecta de lleno a los cónclaves provinciales en Euskadi, que deberían celebrarse entre abril y mayo, y que por ahora han quedado aparcados hasta nueva orden. Lo que no ha cambiado es la intención del equipo de Alberto Núñez Feijóo, que desde hace tiempo trata de propiciar un cambio al frente del partido en Bizkaia cuando se produzca finalmente esa cita.
El plan, adelantado por EL CORREO y aún sin nombres propios, ha sacudido la organización. En los últimos días se ha puesto en marcha una campaña en redes sociales en defensa de González y de la autonomía en la toma de decisiones. «¿Un partido pone o quita a dedo a los presidentes provinciales? La competencia es nuestra. Yo confío en Raquel», reza uno de los comentarios más compartidos entre la militancia. Los mensajes de esta corriente llegan incluso desde cuentas oficiales del partido como la del PP de Portugalete: «Somos los afiliados los que tenemos que tomar esa decisión. Estamos con nuestra presidenta».
En la ejecutiva de González optan por quitar hierro a la polémica, aunque ya avanzan que no van a arrojar la toalla tan fácilmente ante las intenciones de Génova. Fuentes del entorno de la presidenta provincial confirman a este periódico que sus planes pasan por presentarse de nuevo al cargo cuando se celebre el congreso. Entienden el retraso en la convocatoria hasta que se despeje el horizonte electoral, pero no aceptan la imposición de un aspirante predeterminado desde otros estamentos del partido. «Serán los afiliados de Bizkaia quienes tengan que decidir», precisan.
González tomó las riendas del PP vizcaíno en junio de 2017 tras vencer en un ajustado duelo contra Nerea Llanos, promovida por el anterior líder, Antón Damborenea. Con un amplio apoyo en Getxo -era concejala allí- y en la Margen Izquierda, sin olvidar el soporte externo del poderoso aparato alavés, presentó un proyecto renovador y consiguió aglutinar a los sectores descontentos con el 'statu quo'. Sin embargo, eso no se tradujo en una remontada electoral. En su primer examen, las municipales y forales de 2019, a las que se presentó como alcaldable en Bilbao, no logró contener la fuga de votos ni en la capital ni en el resto del territorio.
Revalidó el cargo en el congreso provincial de 2021, cuando los críticos encabezados por Luis Eguiluz intentaron dar la batalla pero no superaron el primer filtro. Los nubarrones empezaron a planear sobre González cuando Pablo Casado, de cuya ejecutiva formaba parte, fue relevado por Alberto Núñez Feijóo. Que las relaciones no son las mejores se evidenció de forma cruda en 2023, cuando la presidenta provincial fue relegada de la candidatura en Bilbao y enviada contra su voluntad a las Juntas Generales. Tampoco hay 'feeling' con Javier de Andrés, al que reclamó que nombrara secretario general autonómico a su 'número dos', Eduardo Andrade. Aquella petición fue desoída en beneficio de Esther Martínez.
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