El PP presiona al PNV para que desoiga al PSE y negocie con ellos la reforma fiscal
Los populares no presentarán enmienda a la totalidad, como hará Bildu, y muestra su disposición a pactar un planteamiento que beneficie a las clases medias y trabajadoras
Sin enmienda a la totalidad. El PP registrará este jueves un paquete de 42 enmiendas al proyecto de reforma fiscal del PNV y PSE en ... las Juntas Generales de Álava, pero 'a priori' no se plantea tumbarla a las primeras de cambio. Los populares están abiertos a la negociación y, para ello, presiona al PNV para que se salte los vetos que los socialistas han puesto en las últimas semanas. Y es que, desde que Eneko Andueza dijo en una entrevista en EL CORREO que «Euskadi no va a seguir el modelo de Ayuso», los contactos entre las diputaciones y los conservadores no se han vuelto a repetir.
El líder alavés del PP, Iñaki Oyarzabal, ha observado un «cambio de talante» en los nacionalistas que «al principio» les trasladaron que la propuesta que habían presentado era «razonable» y luego se cortó la comunicación. «Parece que el PSE ha impuesto su posición y el PNV se ha plegado a negociar sólo con la izquierda. Parece que esa sumisión del PNV al 'bloque de Sánchez' les condiciona negociar con EH Bildu. Dan la espalda a las clases medias y a las familias, también a las pequeñas y medianas empresas de Euskadi que necesitan esta reforma para mejorar su competitividad», ha denunciado.
Oyarzabal es consciente de que, pese a que este jueves concluye el plazo para la presentación de enmiendas, aún hay tiempo para negociar. El pleno en Álava para la votación de la enmienda a la totalidad no será hasta el 12 o 19 de marzo -EH Bildu ha anunciado que presentará- y si entonces no cae el proyecto de reforma fiscal, aún habrá que esperar varias semanas más para la votación en comisión. El presidente de los conservadores entiende que las fuerzas gobernantes llegarán a esa cita con un acuerdo o retirarán la iniciativa para evitar que la oposición la modifique a su antojo.
En esencia, el PP mantiene las propuestas que presentó hace varias semanas en Bilbao. Esto supone una bajada en todos los tipos del IRPF, una deflactación general del 3,6% «para recuperar el poder adquisitivo» perdido por la inflación y más ayudas para la vivienda y la natalidad. También piden elevar de 19.000 a 22.000 euros el mínimo exento para hacer la declaración de la renta.
En materia de vivienda, las enmiendas plantean subir el crédito fiscal por compra de 36.000 a 50.000 euros –incluso 55.000 para las familias numerosas– y bonificar el 75% a aquellos que alquilen un piso vacío a jóvenes de hasta 36 años. Pensando también en la juventud, en el ámbito de la natalidad se propone una nueva deducción de 1.600 euros por nacimiento de hijo, aumentar un 10% las ya existentes y ampliar tanto la de contratación de cuidadores (hasta los 12 años en vez de los 6) como la de reincorporación al trabajo tras una baja de maternidad (de 1.200 a 1.800 euros).
Pese al rechazo frontal de los socialistas vascos al acuerdo con los populares, Oyarzabal no cierra las puertas. «Ellos son quienes se tienen que retratar. ¿Quieren negociar con el PP bajarle los impuestos a las familias y a las rentas medias del País Vasco o prefieren seguir subiendo los impuestos de la mano de Podemos y Bildu?», ha cuestionado.
Según Oyarzabal, las críticas de las últimas semanas sobre que sus planteamientos supondrían una merma de la recaudación no se corresponden. «Que dejen de engañar a la gente. Cuando llevamos varios años de récord de recaudación y prácticamente con los mismos cotizantes en Euskadi se están recaudando 7.000 millones de euros más al año, lo que tenemos es un problema de mala gestión porque hay un deterioro de los servicios públicos (educación, sanidad, seguridad...)», ha criticado. «En aquellos lugares donde se rebaja la presión fiscal, se dinamiza el consumo y se apoya la actividad, al final se recauda más», ha rematado.
Todo esto sucede un día después de que EH Bildu anunciase que enmendará a la totalidad la propuesta de jeltzales y socialistas. Nerea Kortajarena, parlamentaria y secretaria de Programa de los abertzales, calificó la propuesta de jeltzales y socialistas de un «ajuste superficial, un simple retoque fiscal que, lejos de abordar los problemas estructurales, se limita a ofrecer deducciones que maquillan esta situación».
En sus enmiendas parciales, los independentistas apuestan por eliminar el «trato privilegiado» de las rentas de capital en el IRPF y «acercarlas» a la tributación de las rentas de trabajo, por implementar un «sistema de evaluación continua de las deducciones empresariales». por cerrar el compromiso político de revisar «en profundidad» el Impuesto de Sociedades en el plazo de un año o por presentar «antes de fin de año» una reforma del Impuesto de patrimonio.
En el caso de EH Bildu, los contactos con el PNV -en cuyas manos están las tres haciendas forales- y el PSE están siendo entre las cúpulas de los partidos. Además, no ha existido un traslado oficial de propuestas hasta la presentación de las enmiendas. La situación es distinta en el caso del PP y las reuniones se están celebrando entre los líderes territoriales y los responsables de cada una de las diputaciones.
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