«Podemos es, con Cs y Vox, lo peor de la política pero no hay alternativa a este Gobierno»

- ¿El PNV asume alguna responsabilidad en las 500 rebajas de condena a agresores sexuales por la ley del 'sólo sí es sí'?

- No podemos hacer escapismo. Todos tenemos que asumir que esto ha salido mal. Es evidente que quien más responsabilidad tiene es el Gobierno, el Ministerio que impulsa la ley.

- Pero, si era una mala ley, como ahora reconoce Justicia, ¿por qué todos la aprobaron?

- La ley es una buena ley. Desde el punto de vista de la protección a las víctimas hay un avance. La diferente manera de unos jueces y otros de aplicarla ha traído estos efectos perversos. Y hay que ponerle solución. No entendemos el infantilismo de la ministra Montero.

- Entonces, en la guerra entre el PSOE y Podemos, ustedes van con Ferraz.

- El núcleo de la reforma se mantiene y el consentimiento, que es un punto crítico, no se modifica. Tampoco los tipos penales. Ahora bien, hay que decirle a la gente con claridad que las modificaciones en la ley tampoco lo solucionan todo. Lo que ya se ha revisado así se va a quedar y habrá más casos todavía; en los delitos que están por venir seguirá dependiendo de los jueces. Nosotros vamos a apoyar la toma en consideración y a negociar después una enmienda para que la fórmula de transitoriedad que se aplicó al Código Penal de 1995 se incorpore al articulado e impida que se nos abra otro boquete.

- ¿Después de oír a la ministra Pilar Llop hablar de heridas como elemento de prueba tienen claro que el consentimiento no se toca?

- No ha estado muy afortunada. El Gobierno está cayendo en el electoralismo y es un error por ambas partes: van a salir perdiendo los dos. Que PSOE y Podemos jueguen a debilitar la posición del otro solo engorda al PP y a Vox.

- ¿Qué cara se les queda como socios?

- Me parece muy grave el espectáculo que está dando el Gobierno: más que un bipartito parece un 'bigobierno' y no puede ser. Se tenían que haber encerrado en una sala del Consejo de Ministros y no salir de allí sin una solución. Podemos quiere llevar a la ley su ideología pero ese afán sectario por normativizar su pensamiento político nos ha traído hasta aquí. El Gobierno tiene que llegar discutido al Congreso. Sánchez tiene que poner orden ahí.

- ¿En qué medida esto pasa porque se apoya de manera acrítica lo que presentan los aliados de turno? ¿Hacen autocrítica?

- Pero sin darnos más latigazos. El 99% de la responsabilidad es del Gobierno; el otro 1% asumo que puede ser nuestra. Pero, ¿qué podemos hacer? ¿Tirar todo para atrás e ir al caos que quiere el PP? Hay que tirar adelante.

- ¿Apoyan a este Gobierno porque no tienen otro remedio?

- No, porque es la única alternativa que hay. Y precisamente por eso lo vemos con preocupación. Es curioso que la única alternativa tenga sus mayores enemigos dentro de casa, como en el cuadro de Goya. Todos, tanto los dos partidos de gobierno como los que les estamos apoyando, tenemos claro que no hay una alternativa. Si eso es así, hagamos las cosas mejor. Tienen que cesar este espectáculo y reconducir la relación. Si alguien no está a gusto en el Gobierno, que se vaya.

- ¿Está pidiendo ceses?

- No. Eso solo abriría más las heridas.

- ¿Dimisiones?

- Lo que pido es estabilidad. No se puede ser miembro del Gobierno y oposición a la vez. Pero el PSOE tampoco puede aprobar textos de sus socios en el Consejo de Ministros y enmendarlos en el Congreso de los Diputados. La política no funciona así.

- Pero corríjame o el PNV les va a seguir apoyando. Y la siguiente legislatura si da la suma, también.

- Es la realidad y la gente lo entiende perfectamente. Si sales a la calle de cualquier pueblo de Euskadi, salvo los muy furibundos del PP, que son muy pocos, porque de Vox no hay casi nadie, te dirán que lo que vendría sería peor.

- Sin Vox en la ecuación, ¿ya habrían abandonado el barco?

- Eso es política ficción. Pero hay una reflexión casi prepartidista que me parece importante. La nueva política lo iba a arreglar todo y hoy, ocho años después, los representantes de la nueva política son lo peor que hay en la política española. Me refiero lo mismo a Ciudadanos que a Podemos que a Vox. Ojo con los experimentos, con el populismo. Ojo con lo que se vota y cómo, porque luego estas cosas tienen consecuencias. Es un mensaje que hay que lanzar a la sociedad.

- Aitor Esteban se desesperaba esta semana por que los compromisos para reformar la ley de secretos oficiales y la del CNI hayan desaparecido de la agenda del Gobierno. Las transferencias tampoco avanzan. ¿Han asumido que su apoyo es gratis?

- Queda menos de un año de legislatura y tenemos que apretar para que se cumplan al máximo los acuerdos. La botella la podemos ver medio llena o medio vacía, pero, por ejemplo, en los acuerdos presupuestarios el grado de cumplimiento está por encima del 70%. Hay claroscuros. Sería incomprensible que la transferencia de trenes de Cercanías no se sustancie pronto. Y luego hay una serie de cuestiones en las que el PSOE está mirando a su electorado de Miranda para abajo.

- ¿Está siendo leal Sánchez con el PNV?

- Está siendo leal a sí mismo. Si de paso puede ser leal a nosotros, lo es. Pero cuando las lealtades chocan, se queda con la suya.

- ¿Qué explicación da a que se sigan acercando presos? ¿Con Bildu no importa tanto el voto de Miranda para abajo?

- Es un proceso lógico. Les parecerá asumible y, de hecho, lo es. Es Bildu el que paga al PSOE por esas medidas. Es mucho más lo que Bildu ha hecho por Sánchez que al revés.

- ¿El pacto presupuestario entre Illa y Aragonès les hace albergar algún temor de que Sánchez quiera imponer el tripartito de izquierdas también en Euskadi?

- No lo veo en el corto plazo pero no es descartable. El PSOE ha sido veleta toda la vida. Pero hoy en día el PNV aporta mucho más que sus seis escaños: aporta un plus de responsabilidad, de eficacia, de descentralización, de garantía. Eso se percibe en Madrid y en Bruselas. Otros socios pueden dar sensaciones algo distintas. Pero esa tentación la van a tener los socialistas siempre.

- ¿Se mantendrá la coalición PNV-PSE en mayo y tras las autonómicas de 2024?

- Estamos satisfechos, a pesar de algunos problemillas. Quien tiene tics un poco raros es el PSE.

- ¿Ha hablado con Eneko Andueza después del choque por el centro de refugiados de Vitoria?

- No hemos hablado de esto. Tenemos una buena relación. Pero una de las malas cosas que ha traído la nueva política es esa necesidad hiperbólica de dar titulares y de marcar diferencias. Queda más en entredicho su posición que la nuestra porque, si fuéramos xenófobos, no gobernarían con nosotros.

- ¿No hicieron ustedes electoralismo al rechazar el centro?

- No, no, de verdad que no. El centro se hará, sí, pero seguramente como proponemos nosotros. Es lo razonable. Euskadi tiene que ser tierra de acogida. Pero proponemos una manera de hacerlo más humana.

- ¿Por qué se han aliado con el PSOE en el Senado para impedir una comisión de investigación sobre el 'caso Azud'? ¿No ven pertinente investigar la corrupción?

- El PP ha olido sangre y quiere morder donde no debe. Hay que tener un poco de coherencia y no caer en la instrumentalización de las instituciones. ¿Qué pinta el Senado ahí? Para eso está el Parlamento valenciano.

- Decía el lehendakari tras ratificar el Supremo las condenas del 'caso De Miguel' que «ningún país está libre de corrupción»? ¿Se ha acabado el oasis vasco?

- El PNV no ha hablado de oasis jamás. Lo que dijo el lehendakari es una verdad como un puño. Los seres humanos somos imperfectos y cometemos errores.

- En marzo de 2015, tras la apertura de juicio oral, denunciaba usted el «deseo insano» de demostrar que en Euskadi hay corrupción. Con la sentencia firme en la mano, ¿lo mantiene?

- Sí, porque sigue existiendo ese deseo insano. No hay una sola línea, y fíjese que la sentencia es larga, en la que se vincule al PNV con la corrupción. Y resulta que éste es un problema del PNV. ¡No, hombre! Aquí ha habido sentencias de partidos con 'cajas B' y no hemos dicho ni mú. Esta sentencia juzga la actuación de equis personas que son del PNV, no lo escondemos. Pero hay una constatación de que el PNV no estaba detrás de esto. En cuanto se supo, actuamos. No mandamos mensajes de 'sé fuerte'. Ha habido una sobreactuación enorme por parte de la oposición. De algunos que no han hecho el más mínimo reproche moral a que aquí se matara. ¿Qué otro partido ha sacado a su presidente y a su antiguo líder, ahora lehendakari, a pedir perdón? Yo puedo ir con la cara levantada y la frente muy alta por la calle.

- ¿Por qué nunca han mencionado o dado las gracias a Ainhoa Alberdi, la denunciante que contribuyó a destapar la trama?

- A esta casa no ha venido nunca. No sé qué hubiera pasado si hubiera venido a decir 'me está pasando esto'. Solo sé de ella lo que ha salido en la Prensa, no le pongo cara.

- ¿Por qué no se despidió antes a Alfredo de Miguel de la sociedad pública en que aún trabaja si un informe abría la puerta?

- Me sorprende cómo está evolucionando el periodismo porque es muy difícil concluir de ese informe que se le podía despedir. Porque también pone que eso se hubiera perdido en los tribunales. Vamos a ser serios.

- ¿Está teletrabajando aún?

- La sentencia no es firme hasta que no está comunicada.