El palacete está situado en el número 11 de la céntrica Avenida Marceau. PNV

El PNV celebra entre críticas a PP y Vox que el palacete de París ya es de su propiedad

«Nunca olvidaremos el escándalo que montaron. Son dignos sucesores del régimen franquista», reprocha Esteban en un día «histórico y de justicia» para los jeltzales

Sábado, 20 de septiembre 2025, 11:21

Un acto «muy emotivo y cargado de simbolismo», coincidieron todos los presentes. La plana mayor del PNV -la actual y la pasada- celebró este sábado ... en París que ya es de su propiedad el palacete del centro de la ciudad (cerca de los majestuosos Campos Elíseos) que fue sede del Gobierno vasco en el exilio durante la Guerra Civil y los primeros años de la dictadura de Franco. «El caso del edificio del 11 de la Avenida Marceau nos muestra que los buenos ganan a los malos. Aunque sea tarde, la justicia existe», destacó en su intervención Andoni Ortuzar, que durante años reclamó al Ejecutivo central la devolución del inmueble, algo que logró justo al final de su mandato en el EBB de manos de Pedro Sánchez. «Hemos hecho realidad el sueño del lehendakari Agirre», añadió.

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La formación nacionalista desplazó hasta la capital francesa una nutrida representación, encabezada por su actual presidente, Aitor Esteban, y el lehendakari, Imanol Pradales. El valor histórico y sentimental de este palacio parisino estuvo presente en todo momento durante la ceremonia preparada por el partido para conmemorar que oficialmente ya es su titular.

E. C.
E. C.
El lehendakari, junto a Aitor Esteban y Andoni Ortuzar, ante la placa que recordará en la entrada del inmueble el acto de este sábado. E. C.

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El inmueble, que hasta la pasada primavera acogía la biblioteca Octavio Paz del Instituto Cervantes, «es un símbolo (…) de la lucha contra el fascismo y el nazismo, de desarraigo y exilio, y de construcción europea», aseguró Esteban en una de las salas más elegantes y ornamentadas del edificio haussmaniano. «En lo emotivo, nunca hemos abandonado París», dijo en francés el dirigente jeltzale, que realizó la mayor parte de su intervención en castellano y euskera.

Durante su discurso se mostró muy crítico con PP y Vox por el «escándalo que montaron» cuando se confirmó en el último Consejo de Ministros del año pasado que el Gobierno central reconocía la titularidad jeltzale del inmueble a cambio de su apoyo al decreto 'ómnibus' que por entonces pretendía aprobar el Ejecutivo en el Congreso. El secretario general del PP, Miguel Tellado -convertido ya en la bestia negra del PNV-, llamó a los de Esteban «aprovechateguis» de la «debilidad» de Sánchez «para hacer caja». «En beneficio, no del País Vasco, en beneficio del PNV. Es muy lamentable. Vaya vergüenza todo», aseguró.

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Esteban no se había olvidado de aquellas palabras y, por lo visto este sábado, tampoco lo hará en el futuro, lo que evidencia aún más las malas relaciones entre ambos partidos y descarta cualquier opción de entendimiento, tanto en Vitoria como en Madrid. «No lo vamos a olvidar nunca. Han sido dignos sucesores del régimen franquista. Euskadi no se construye con la fuerza, se construye con constancia, palabras y voluntad democrática. Esa es la manera de convencer. Vencer por la fuerza sin convencer está abocado al fracaso», advirtió Esteban a los de Feijóo.

Libertad y democracia

El «simbolismo» de la jornada de este sábado se vio reflejado desde primera hora de la mañana, cuando se izó una gran ikurriña en la fachada del palacete, ubicado justo enfrente de la embajada española. Además del actual y el anterior EBB, desde Euskadi se desplazaron el lehendakari, Imanol Pradales, varios miembros de su Gabinete -la vicelehendakari, Ibone Bengoetxea, y los consejeros Noel d'Anjou, Nerea Melgosa y Amaia Barredo-, así como los principales cargos internos e institucionales del partido en los tres territorios históricos, Madrid y Bruselas.

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Todos posaron bajo la clásica lluvia parisina para una gran foto de familia ante el portón azul del 11 de la Avenida Marceau. A continuación, Esteban, Pradales y Ortuzar inauguraron una placa en euskera y francés para recordar que ese lugar es un «símbolo de exilio, libertad y democracia». «Aquí recibió cobijo el Lehendakari Aguirre. Robado por los nazis a EAJ-PNV y recuperado en 2025», detalla.

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«No se trata solo de un inmueble físico, sino la historia de familias separadas y expulsadas del lugar donde habían vivido», explicó a este periódico Aintzane Esturo Errazti, una de las nietas del guardés del edificio antes de la II Guerra Mundial, Gregorio Errazti. De ahí que confesara sentirse «muy emocionada por haber visto la ikurriña ondeando de nuevo» en un bloque que visitaba por primera vez.

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Recuerdo a los predecesores

Aunque los nazis se quedaron con el edificio tras la ocupación de París en el verano de 1940, el PNV recuperó su control unos años más tarde después de la liberación de la capital gala. En 1951, sin embargo, la Cuarta República francesa, inspirándose en una sentencia judicial de la Francia de Vichy, se lo entregó al régimen de Franco, que acababa de abrir en la misma avenida la embajada de España. «Los gobiernos democráticos no se atrevieron a devolvérnoslo a pesar de que tenían la información de que Franco había chantajeado a Francia», afirmó Ortuzar, quien aprovechó el acto para homenajear a sus predecesores al frente del EBB (Xabier Arzalluz, Josu Jon Imaz e Iñigo Urkullu), que también habían exigido la devolución del palacete en reiteradas ocasiones durante sus respectivos mandatos.

Aitor Esteban y Andoni Ortuzar, de nuevo juntos

El acto de este sábado en París también tenía un aliciente añadido, ya más en lectura interna del PNV. Por segunda vez en los últimos meses, el actual presidente del EBB compartía protagonismo con su predecesor en un acto del partido. Después del complicado y, por momentos, tumultuoso proceso interno que derivó en la salida de Andoni Ortuzar y la llegada al principal despacho de Sabin Etxea de Aitor Esteban, ambos ofrecieron una foto conjunta llamada a intentar cerrar de manera pública las heridas que quedaron tras aquel relevo del mes de marzo.

Un observador accidental que hubiera pasado por delante del palacete de la Avenida Marceau en el momento de la foto de familia habría asegurado que el ambiente era de camaradería y felicidad. Esteban y Ortuzar departieron en algunos momentos en tono distendido, paraguas en mano, exhibiendo una aparente sintonía. Es cierto que el actual presidente del EBB iba y venía entre los diferentes grupos de cargos jeltzales desplazados hasta París, mientras que Ortuzar se rodeaba más de los que fueron sus colaboradores en el EBB.

Pero cuando uno se fijaba con más detalle, no apreciaba gestos de complicidad ni cercanía entre ambos. En el interior, durante los discursos, Esteban y Ortuzar estuvieron sentados en primera fila, separados por el lehendakari, que actuaba de eslabón de unión entre ambos. Durante las alocuciones, se pudo apreciar cierta emoción en las palabras de Ortuzar, que durante años convirtió la devolución del palacete de París en una causa casi personal. De hecho, la llevó a todas las negociaciones que mantuvo en Madrid tanto con los gobiernos del PP como con los del PSOE. «Este acto sirve para limpiar la presencia violenta en estas paredes de nazis, la Gestapo y la policía franquista que tantas vidas vascas y demócratas costaron», afirmó.

Una joya arquitectónica cerca de la Torre Eiffel cuyo uso está por concretar

El edificio ubicado en el número 11 de la Avenida Marceau, que fue sede del Gobierno vasco en el exilio, se encuentra cerca de los Campos Elíseos y la Torre Eiffel. Es una de las zonas más monumentales de París y eso se aprecia en la belleza del inmueble, con un elegante pórtico azul y sus volutas con decoraciones vegetales. Representa una de las numerosas joyas de la arquitectura haussmaniana de la segunda mitad del siglo XIX.

En estos momentos, el palacete se encuentra vacío, lo que da un cierto aire desangelado a varias de sus salas. Tras el anuncio de la devolución del palacete, con un valor inmobiliario de unos 20 millones de euros, el Gobierno central aseguró que el Instituto Cervantes pagaría un alquiler «a precio de mercado» al PNV para que continuara su actividad hasta 2030. La institución cultural, sin embargo, decidió cerrar la pasada primavera la biblioteca Octavio Paz, cuya nueva sede aún se desconoce. Con gran discreción, vació las estanterías, llevó sus recursos bibliográficos a otras dependencias y retiró la placa y las banderas española y europea de la fachada.

Como el traslado se hizo de manera algo apresurada, aún quedan las estanterías de madera más grandes, sin ningún libro. Este sábado se utilizaron para guardar las acreditaciones de los asistentes.

«Este edificio fue comprado con el dinero del PNV, con la ayuda de patriotas. (…) Pero siempre estuvo al servicio del pueblo vasco», recordó Esteban sobre la singularidad del palacete, que rápidamente se convirtió en sede del Gobierno vasco en el exilio. «Y lehendakari -se dirigió Esteban a Pradales-, si fuera necesario, siempre estará a disposición de los ciudadanos de Euskadi». Más allá de esta declaración, fuentes del partido consultadas por EL CORREO aseguraron que «aún no se sabe» el uso que darán al inmueble a partir de ahora.

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