El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, sale de un pleno junto a la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. EP

PNV y Bildu tratan de sostener a Sánchez mientras crecen las dudas sobre Podemos

Los dos partidos vascos subrayan su voluntad de apoyar los Presupuestos de 2025 pero el órdago de los morados eleva el escepticismo

Lunes, 4 de noviembre 2024, 01:19

La frase la lanzó hace unos días un dirigente de EH Bildu. «Estamos en una inestabilidad permanente. No existe como tal un bloque de investidura ... y cada votación es una agonía, pero a ninguno de nosotros le interesa que este Gobierno caiga ahora». La primera persona del plural incluía también al PNV, porque, en su opinión, más allá del malestar que generan en las filas jeltzales algunas actitudes de Pedro Sánchez y las indisimuladas ganas que tienen parte de las bases del partido de Andoni Ortuzar por marcar ciertas distancias conMoncloa, la alternativa, a su juicio, sigue siendo peor.

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Esa idea acaba funcionando como un pegamento que lo cohesiona todo, pero para que todo siga adelante el Ejecutivo debe superar en las próximas semanas un reto importante: sacar adelante los Presupuestos para el año que viene. «Si se aprueban, agota la legislatura». Y es en esa partida donde las dos fuerzas nacionalistas quieren sacar el máximo rendimiento mientras, eso sí, surge un problema inesperado: Podemos.

Desde que Sánchez llegó a La Moncloa en 2018, PNV y EH Bildu han demostrado ser los socios más fiables con los que cuenta el líder del PSOE en un terreno enormemente inestable. Han pactado sus investiduras, los diferentes Presupuestos y han tratado de maniobrar para lograr acuerdos beneficiosos con los que obtener réditos políticos. El último ejemplo se vivió el pasado mismo miércoles, cuando el PNV anunció el pacto para concertar los impuestos a multinacionales y bancas, lo que permitirá que sean gestionados por las haciendas forales.

Se trataba de una cuestión delicada para los de Ortuzar. Por un lado, el PNV ya había mostrado su malestar con unos gravámenes impuestos de forma temporal por el Gobierno al considerar que podrían poner en peligro nuevas inversiones por parte de las empresas afectadas. El foco se ponía sobre todo en el diseñado para las compañías energéticas, que finalmente ha decaído. Lo que buscaba SabinEtxea, sobre todo, era que, una vez convertidos en tributos permanentes, quedasen bajo el amparo del Concierto para poder gestionarlos de forma autónoma. «Graduarlos», como reconoció Aitor Esteban. En gran medida, reforzar su perfil más liberal. Un objetivo que se ha cumplido. EH Bildu, por su parte, se apuntó su propio tanto hace unas semanas, cuando pactó la modificación de la conocida como 'ley mordaza', una de sus principales banderas políticas en el Congreso.

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Con los dos partidos nacionalistas convencidos, por diferentes motivos, de que a día de hoy la mejor opción es que Sánchez siga en La Moncloa, la siguiente fase es la aprobación de los Presupuestos para 2025. Se trata de un proyecto que todo el mundo, incluido el PP, considera clave para que el líder del PSOE aguante lo que queda de legislatura, hasta verano de 2027.

Desgaste para el PSOE

La idea es diseñar unas Cuentas expansivas, que sirvan para cubrir los tres ejercicios que quedan, asumiendo que es muy posible que no se puedan aprobar más y que tampoco será fácil aprobar leyes en un Congreso tan fracturado. Pero no es sencillo. De hecho, su ratificación se ha ido demorando en el tiempo y tampoco está claro que puedan obtener el aval del Congreso antes de fin de año.

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PNV y EH Bildu recalcan que su voluntad es que salgan adelante, pero piden al Gobierno voluntad negociadora y que cumpla los compromisos pactados en ejercicios anteriores. El propio lehendakari, Imanol Pradales, que tiene previsto reunirse el miércoles, si los efectos de la dana lo permiten, con Pedro Sánchez en la denominada comisión bilateral de cooperación –un foro creado a raíz precisamente del pacto de investidura cerrado en noviembre del año pasado entre el PSOE y el PNV– ya avanzó durante su visita a La Moncloa de septiembre que estaba dispuesto a favorecer la «estabilidad» del Gobierno. Y en EH Bildu recalcan que su intención es seguir afianzando los «avances sociales» de los últimos años. Pero todo está en el aire por un factor inesperado.

«Hace un mes pensábamos que los Presupuestos no salían por Junts, pero ahora es evidente que tienen abierta una vía de negociación con elGobierno; y cuando todo parecía que se estaba aclarando, nadie sabe hasta dónde quiere llegar Podemos», afirman fuentes del Congreso, que no ocultan su malestar con la decisión de la formación morada de presentar sus exigencias en una consulta a las bases. Entre sus reclamaciones, romper relaciones conIsrael. «No es proporcional exigir eso a cambio de unos Presupuestos», llegó a afirmar hace unos días el propio Otegi, quien siempre ha tenido hilo directo con PabloIglesias.

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Nadie sabe qué quiere hacer Podemos, pero fuentes parlamentarias auguran tres escenarios. El primero, que solo esté forzando «un órdago» y que al final ceda en sus peticiones. «Pero una vez que ha llegado hasta aquí es difícil que se eche atrás». El segundo, que tumbe los Presupuestos como gesto de fuerza. «Sería como un aviso. 'Mira lo que puedo hacer y a partir de ahí conviérteme en socio prioritario'». Y el tercero, que esté en «versión kamikaze, que piense que le puede salir mejor que el PP llegue a la Moncloa».

«La verdad es que nadie sabe qué quiere», afirma resignado un parlamentario, quien tampoco tiene claro qué futuro le puede quedar a Sánchez sin Presupuestos. «¿Se puede aguantar la legislatura sin aprobarlos? Poder se puede, mira cuánto estuvieron en vigor los de Cristóbal Montoro –los de 2018 se aprobaron en mayo de ese año y estuvieron en vigor hasta finales de 2020–, pero el desgaste para el PSOE sería tremendo».

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