El PNV alimenta la opción de que las elecciones autonómicas se adelanten de julio a marzo
Atutxa aleja el plan de hacerlas coincidir con las europeas de junio para no replicar la «polarización» entre PP y PSOE en Euskadi
Los tambores de un adelanto electoral comienzan a resonar con fuerza en Euskadi. Tan sólo Iñigo Urkullu tiene el botón al alcance de su mano ... y por ahora guarda silencio al respecto, pero sus propios compañeros de partido comienzan a allanar ya el terreno para una convocatoria anticipada en marzo. La primera en hacerlo públicamente fue ayer Itxaso Atutxa, máxima dirigente del PNV en Bizkaia, quien alimentó esta opción como forma de «alejarse del ruido» de la política nacional y del debate «polarizado» PP-PSOE que ofrecería la otra alternativa, la del 9 de junio, coincidiendo con unas europeas que pueden convertirse en «la segunda vuelta de las generales».
La última vez que la ciudadanía vasca votó en unas autonómicas fue el 12 de julio de 2020, una fecha del todo extraordinaria por el estallido del covid. La emergencia sanitaria obligó a retrasar la cita inicialmente prevista para el 5 de abril, cuando todavía estaba decretado un confinamiento domiciliario estricto. Ahora, en condiciones normales, volver a votar en pleno verano es una vía descartada porque, además, los partidos se enfrentarían al riesgo de una nueva desmovilización social. Hay que recordar que hace cuatro años la abstención rozó el 50%, todo un récord.
En 2020 fueron el 12 de julio por la pandemia pero ahora se descarta votar en pleno verano
El adelanto, por tanto, se da por descontado. La cuestión es cuánto. Hasta ahora la fecha que más venía sonando era la del 9 de junio, aprovechando que los colegios electorales se abrirán para celebrar los comicios al Parlamento Europeo. El propio lehendakari abonó esa posibilidad hace poco más de un mes. El 4 de septiembre dijo que tomaba aquel día «como referencia de inicio de un curso lectivo, como pudiera ser en el sistema educativo, de nueve meses». Hace una semana fue algo más comedido y afirmó que tomaría la decisión en función del «cansancio» que puedan sentir los vascos para acudir a las urnas si hay varios procesos electorales, sin descartar una eventual repetición de las generales.
Sin embargo, el PNV reconoce abiertamente que esa fecha plantea «riesgos» por el marco de la campaña que se puede dibujar desde Madrid. «Van a ser unas elecciones europeas diferentes, se va a hablar poco de Europa y es una pena porque se debería hablar cada vez más. Pueden ser una presunta segunda vuelta de las generales», aseguró Atutxa en una entrevista en ETB. La líder del Bizkai buru batzar, si bien quiso evitar «lecturas partidistas», apuntó que en este tipo de convocatorias el debate en Euskadi tiende a replicar dinámicas nacionales que benefician particularmente a PP y PSOE.
«Tendríamos más opción de hablar de lo de casa y alejarnos del ruido», valora Atutxa sobre marzo
Como alternativa, la propia Atutxa habló explícitamente de marzo: «No sería mala fecha». Apuntaló su tesis en que espaciar autonómicas y europeas contribuiría a separar debates. «Algunos dicen que tendríamos más opción de hablar de lo de casa y alejarnos del ruido», dejó caer. En cualquier caso, la presidenta del BBB admitió en todo momento no tenerlo «claro» y antepuso que por ahora el Gobierno vasco está centrado en terminar la legislatura. «Quedan unos meses por delante para llevar adelante el programa de gobierno y completarlo», señaló.
Agilizar leyes
Las elocuentes declaraciones de la líder vizcaína del PNV, quien realizó un profuso diagnóstico acerca de las posibilidades que hay sobre la mesa, son la muestra de que en el EBB sopesan ese adelanto. De convocarse las elecciones para marzo, el Parlamento vasco debería disolverse en enero, un mes inhábil según su reglamento, lo que obligaría a rematar todos los trabajos anticipadamente en diciembre. Precisamente a este mes, marcado cada año por el desenlace de los Presupuestos para el año que viene, se ha adelantado ya la votación de la Ley de Educación, la iniciativa más importante de toda la legislatura y en la que el PNV aspira a compatibilizar los apoyos de PSE-EE y EH Bildu.
Los jeltzales aún deben designar a su candidato, con Urkullu como favorito para un cuarto mandato
La potestad para decretar la convocatoria electoral es exclusiva del lehendakari, que ayer, mientras Atutxa daba el pistoletazo de salida a las especulaciones, iniciaba su viaje oficial por Japón con la intención de reforzar relaciones institucionales, culturales y comerciales junto a 51 empresas vascas. Se espera que a la vuelta de esa visita, probablemente a finales de octubre, el EBB active el proceso para proponer el candidato a lehendakari del PNV, con el propio Urkullu como favorito. En caso de ser finalmente designado, el mandatario nacionalista pelearía por un cuarto mandato en Ajuria Enea y optaría así a suceder a José Antonio Ardanza como el lehendakari con más años en el cargo.
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