«La desafección política en Euskadi nos deja una baja calidad democrática»

- ¿Dan ya por aprobados los Presupuestos con los apoyos de PNV, Bildu y ERC? ¿Es un trámite?

- No, el papel del Congreso es importante. Quedan dos meses de debate y de incorporar mejoras. ¿Creo que saldrán adelante? Sí.

- ¿La ruptura con Junts en el Govern acerca a Esquerra al 'sí'?

- Espero que su apoyo tenga que ver con la apuesta por la recuperación y ampliación de derechos para las mayorías sociales, y no por un tacticismo cortoplacista, como pasó con la reforma laboral, que durante un minuto se les puso cara de '¡no puede ser!'.

- ¿Debe la marca catalana de Podemos aportar estabilidad a Aragonès?

- Siempre es bueno ver fuera de un gobierno a una fuerza de derechas. Ojalá se pudiera armar una alternativa de izquierdas con En Comú Podem que responda a las necesidades de los catalanes y no a un proyecto secesionista ya fracasado.

- Podemos acusó al PSOE de «engañarles» con el incremento en Defensa; los socialistas lo niegan. ¿Quién miente?

- Hay un desacuerdo en cuestiones puntuales porque nosotros pensamos que un 25% más en Defensa no puede ser. Pero es verdad también que el PSOE ha defendido y comprometido ese gasto. Yo me detendría en que las Cuentas son un paraguas para las necesidades sociales.

- La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sostiene que Díaz y el 'número dos' de Belarra conocían la subida del 25%.

- Ni idea. Yo ahí no puedo hablar. Es verdad que el PSOE quiere ese aumento y que Díaz, no.

- ¿No le parece que en todo esto hay algo de teatralización?

- El teatro forma parte de la política y los medios de comunicación se detienen más en el espectáculo que en el contenido. Es verdad que se airean esas tensiones porque tienen cierto morbo, pero no es lo importante del Presupuesto.

- ¿Y qué es lo importante?

- Tenemos un aumento del gasto social del 35% respecto a 2018. Hay cuestiones que a los vascos nos interesan: un aumento del 30% en Sanidad. El Estado mete dinero para que nuestra Atención Primaria sea mejor. Me gustaría saber qué piensa el PNV de que el Estado lo haga mientras ellos tienen a los profesionales de Osakidetza protestando.

- Hay quien habla de Gobierno de colisión más que de coalición, ¿cómo están ahí dentro?

- (Ríe) Como debemos estar. No coincidimos en algunas cuestiones, hay puntos donde hay desacuerdo. Ahí está el gasto militar o que el PSOE tenga bloqueada la ley de vivienda. Yo les pediría que lo desbloqueen, es importante. Pero dentro de la normalidad.

- Belarra y Díaz se han tapado la una a la otra a la hora de 'vender' su influencia en las Cuentas. ¿Crece la distancia entre ambas?

- No, yo creo que nuestro espacio es muy amplio y con voces muy diversas. Tenemos que ir juntas, pero no pensar todo igual.

- ¿Qué aporta Díaz más allá de su marca personal y su tirón electoral? ¿Qué trae de nuevo?

- Yolanda es la mejor ministra de Trabajo de la democracia. Sin Yolanda y su equipo, los trabajadores estarían muy mal. Los ERTE, la reforma laboral, el SMI...

- Pero todo eso lo ha hecho dentro de Unidas Podemos. ¿El paso a una nueva plataforma es una cuestión de egos?

- No, creo que no. Está haciendo un buen trabajo, con un proceso de escucha para movilizar a la ciudadanía y que se sienta partícipe de este ciclo electoral.

- En el acto en Euskadi, Díaz estuvo apoyada por rostros de Podemos, IU, Equo, Más País... En otros lugares no ha ocurrido eso. Díaz insiste en que esto no va de siglas. ¿Por qué aquí sí?

- Yo creo que Yolanda entiende muy bien lo que Podemos Euskadi está haciendo. Sabe que queremos lo mismo que ella, ensanchar el espacio que ahora tiene Elkarrekin Podemos. Y para eso vamos a intentar contar con el resto de las fuerzas políticas y eso se escenificó en Sumar.

- Por tanto, ¿ese acercamiento de siglas se extenderá?

- Creo que es algo que se empezará a ver en otros territorios. En Podemos Euskadi nos podemos poner un poco la medalla de haber sido vanguardia.

- Para las municipales y forales vascas no llega la marca de Díaz. Aquí, ¿qué marca y con quién?

- Para las forales es Elkarrekin Podemos, que estamos haciendo un trabajo de ensanchamiento, de escuchar voces. En los municipios hay diferentes sensibilidades. Escucharemos a cada candidata. Ahí no vale el café para todos. Que sean candidaturas fuertes más allá del nombre.

- El PSE ya les avanza que no quiere tripartitos de izquierdas en Euskadi. ¿A qué puede aspirar Podemos con esa foto?

- A Sánchez también le daba mucho miedo y no dormía tranquilo (ríe), y estamos en un Gobierno que ha ido muy bien.

- Pero en España basta con dos socios y aquí hace falta Bildu, que incomoda más al PSE.

- Bueno, que se aclaren unos y otros. Nosotros vamos siempre a buscar gobiernos progresistas.

- ¿Cómo ve esa competencia, casi celos, entre Bildu y PNV para llegar a acuerdos en Madrid?

- Pues a veces me pongo a verla casi con un paquete de palomitas. Los partidos nacionalistas vienen, unos a por más kilómetros de AVE y otros a por algo más humilde, pero los cambios importantes para los vascos, topar el gas o el transporte, ya están.

- ¿Para Podemos es igual pactar con el PNV o con Bildu en Madrid? ¿Están a la misma altura?

- Sí, depende lo que planteen. Como socios del Gobierno tenemos que escuchar a ambos y asumir las propuestas buenas.

- Bildu tiene claro que su objetivo es el caladero de votos de Podemos. ¿Qué van a hacer para tratar de frenarlo?

- Podemos no actúa en función de lo que puedan hacer otros y sus estrategias. Nosotros ganamos en dos elecciones generales al PNV. Nuestro objetivo está en hacer florecer ese espacio.

- Que el Gobierno de España necesite a Bildu, que es su gran rival aquí, ¿les debilita?

- Es lo que tiene un Estado plurinacional. En algunos sitios podemos ser rivales y en otros aliados.

- No miran a otros partidos pero, ¿les preocupa la abstención?

- Mucho, muchísimo. En el Parlamento vasco sólo está representada la mitad de la ciudadanía. La desafección política en Euskadi nos deja una calidad democrática baja.

- Se han mostrado críticos con el desarrollo del pacto educativo vasco. ¿Se saldrán del acuerdo?

- La Educación es un pacto de país y lo he debatido mucho, primero en mi partido, en la coalición. Lo hemos cosido con cariño para tener un acuerdo que defienda la escuela pública y acabe con centros segregadores. Se consiguió, con pelos en la gatera. Dicen que los vascos somos de palabra pero no sé. Los decretos de PNV y PSE no respetan el espíritu ni la ley...

- Si no hay un cambio de rumbo, ¿se opondrán a la futura ley?

- Nosotros seguimos defendiendo el acuerdo que firmamos. Creo que son ellos los que están ya con un pie fuera. Si siguen en esta línea, no habrá apoyo. Nosotros tenemos palabra.