«Me parece injusto y oportunista que a la mínima aprovechen para criticar el Cupo»

- El Presupuesto de 2023 era uno de los cinco pactos de país que propuso el lehendakari. ¿Han fracasado a la primera de cambio?

- No, hemos intentado llegar a un acuerdo con sinceridad, pero no ha sido posible. Tal ha sido nuestra voluntad incluso en la parte final de la tramitación que hemos aceptado enmiendas de los grupos por valor de 40 millones de euros.

- Desde EH Bildu hasta Vox, con ideologías bien diferentes, todos han votado en contra. ¿No hace algo de autocrítica?

- Lo que hemos tratado de hacer con las demandas de la oposición ha sido encauzarlas hacia lo que es posible y al margen competencial. Oiga, hablemos del Presupuesto y en cifras que sean razonables. Presentar enmiendas por 400 o 500 millones es absolutamente inasumible. Y también plantear cuestiones que están fuera de esta negociación, como la fiscalidad.

- En 2018 llegaron a un acuerdo presupuestario con el PP que incluía una reforma fiscal. ¿Por qué antes sí se podía abordar esta materia y ahora no?

- Creo que el PP se está poniendo ahora esa medalla por aquel pacto, pero los cambios fiscales que se produjeron en ese momento respondieron a un acuerdo de PNV y PSE-EE. Y fueron modificaciones muy puntuales, muy concretas. Lo que vamos a hacer a partir de enero es abordar una reflexión con calma para ver cuál debe ser la fiscalidad del futuro.

- Con EH Bildu, ¿por qué no es posible en Vitoria lo que sí se puede en Madrid y Pamplona?

- Ésa es una pregunta para ellos. Y es algo curioso porque las cuestiones que plantearon y acordaron en Madrid y en Navarra habrían encajado aquí, se habrían podido aceptar y llegar a un pacto. Sin embargo, aquí las demandas fueron otras, pidieron más aun teniendo una posición teóricamente menos fuerte, seguramente porque los objetivos políticos también eran otros. También hay que interpretar que ya estamos en clave electoral y eso puede dificultar los acuerdos.

- También en Navarra hay elecciones y allí sí ha sido posible...

- Supongo que allí tendrán intención de seguir impulsando ese Gobierno...

- Una de las cuestiones que marcaron la negociación fue la oferta a PP+Cs para concertar las aulas de 2 años. ¿No hubo algo de trampa al plantear una partida que ya estaba en el proyecto?

- Se ofreció reforzarla con una cuantía mayor. Creo que por parte de Podemos hubo cierta sobreactuación que no entendí. No pudo ser la gota que colmara ningún vaso.

- El consejero Bildarratz sugirió que no estaba al corriente. ¿No se habla con los departamentos durante la negociación?

- Sí hablamos con ellos. Exactamente con el consejero no sé si hablé de esta cuestión... En todo caso, no era nada que le hiciera ninguna faena.

- ¿Por qué se ha incluido ahora, y no desde el inicio, una partida para los descuentos en el transporte público?

- Elaboramos el proyecto en octubre y no sabíamos lo que iba a ocurrir. Ahora hemos tenido la oportunidad de transaccionar una enmienda que nos permite incorporar los recursos. De todas formas, sin ese cambio también se podría haber gestionado.

- ¿Y por qué 12 millones si el coste para todo el año sería 72?

- 72 sería el coste de todo el año para el conjunto de las instituciones. Estamos hablando de un horizonte para seis meses y, según nuestros cálculos, alargarlo todo el año costaría al Gobierno vasco unos 26 millones. Por tanto, es una cuantía más o menos suficiente.

- El Gobierno central aún no ha aclarado si mantendrá su financiación. ¿Sería desleal si dejara de aportar dinero?

- Creo que lo lógico es que siguiera aportando. Lo contrario sería una marcha atrás que no me parecería razonable desde el punto de vista político.

- ¿Y ha sido desleal el PSE-EE al aliarse con la oposición en contra del criterio del PNV?

- Yo no hablaría de deslealtad, hemos hablado entre el Departamento de Transportes y el de Hacienda para llegar a acuerdos. Es un debate complicado porque hay diferentes niveles institucionales implicados y hay que compaginar la medida con los recursos disponibles, pero trabajamos por una política coherente.

- La crisis en Osakidetza también es una cuestión de recursos. ¿Unificar servicios es operatividad o ahorro de costes?

- No se plantea por ahorrar dinero, sino por temas organizativos, pensando en la mejor manera de prestar el servicio. Y esa es la misión del Gobierno, pensar en la organización de manera global, no desde el interés más personal que pueda tener un sector sanitario.

- ¿Le molestó que el Gobierno pactara con Bildu la cesión de los gravámenes a la banca y a las energéticas?

- Me sorprendió el acuerdo porque no aportaba nada. Generaron confusión porque se hablaba de una concertación que no es tal. Las diputaciones no lo van a recaudar porque no es un impuesto, sino una prestación patrimonial. En política hay muchas maneras de vender las cosas...

- Dice Bildu que el PNV no se alegra cuando ellos arrancan compromisos en Madrid.

- Sinceramente, si hay acuerdos que son buenos para Euskadi, yo me alegro. Llevo toda la vida trabajando en la política para conseguir buenas cosas.

- ¿La izquierda abertzale quiere arrebatar al PNV la medalla de 'conseguidor' en Madrid?

- El PNV siempre ha sido un grupo coherente que ha ido a Madrid para defender los intereses de Euskadi y traer inversiones. Me parece bien que ahora otros se suban al carro. Bienvenida sea esa política si va orientada a conseguir cuestiones beneficiosas para los vascos.

- La gestión vasca de los nuevos gravámenes ha desatado una rebelión de otras comunidades. ¿Le preocupa que detrás haya críticas al régimen fiscal?

- Siempre que hay algún mínimo movimiento en torno al Cupo afloran estos temas... Me parece injusto y oportunista porque encima están prejuzgando. Aún no sabemos lo que vamos a hacer, tengamos un poco de calma y vayamos paso a paso.

- En Euskadi hay dudas sobre la aplicación del impuesto a las grandes fortunas.

- Lo importante en esta cuestión es conseguir la capacidad normativa. Luego ya veremos cómo o qué aplicar viendo también cuál es la realidad. No quiero adelantar nada porque me parecería un poco imprudente.

- ¿Esta medida puede servir para frenar el 'dumping' fiscal que denunciaba Urkullu en el caso de Madrid?

- Creo que sí, ése se supone que es el objetivo de la ministra (María Jesús) Montero. Nosotros tenemos el Impuesto de Patrimonio y otras comunidades también. Lo que se plantea ahora a nivel del Estado es un impuesto complementario, transitorio y temporal para las muy grandes fortunas. Desde Euskadi buscamos que haya una certidumbre por parte de los afectados para lanzar también un mensaje de calma al conjunto de la ciudadanía.